Sudán se rompe, por Alberto Eisman

28/05/2009 | Bitácora africana

No hay nada peor que un conflicto de baja intensidad. No llama la atención en la parrilla de informaciones que nos comunican las agencias de prensa, no llenan los teletipos ni acaparan la atención y en omisiones de este tipo se mandan al olvido a miles de afectados que ya “no son actualidad.”

Algo así está ocurriendo en Sudán. Los conflictos armados del Sur y el Oeste del país (Darfur) acapararon intermitentemente la atención pero ahora se ven de nuevo relegados a noticias de tercer orden. En Darfur, el conflicto con el Chad se recrudece e incluso se admite que aviones chadianos han atacado el territorio sudanés. De la situación en los campos de refugiados y desplazados poco se sabe después que una decena de organizaciones humanitarias se vieran forzadas a salir en cuestión de pocas horas. Un informe procedente de los Estados Unidos sobre la gravedad de la situación ha sido tildado de “pura mentira” por el gobierno central. Nada nuevo bajo el sol.

En el Sur del país, este año las razzias para saquear ganado – que son hasta cierto punto normales en la región – han tomado en este año un cariz extremadamente violento, con un número de víctimas muy superior al del pasado y con métodos y armas completamente inauditos. Solamente en las últimas semanas se han detectado decenas de conflictos localizados, algunos de los cuales han tenido una virulencia exagerada, lo cual hace suponer que hay por ahí una mano escondida que quiere contribuir a la desestabilización del Sur, sobre todo de cara a las elecciones de Febrero del año que viene y el referendum de autodeterminación del 2011. Si existe esta estrategia, parece ser que está teniendo éxito, ya que la inseguridad se ha extendido en buena parte de la mitad sur del país. Otro punto álgido de la región es la zona Suroeste, hasta ahora dominada por una cierta estabilidad y sin presencia alguna de grupos armados. El desplazamiento de la guerrilla del Ejército de Liberación del Señor de Uganda hacia la República Democrática del Congo – donde ha llevado a cabo terribles masacres en los pasados días de Navidad – ha hecho que esta guerrilla haya hecho esporádicas incursiones en el Sur de Sudán, sembrando el pánico en una zona hasta ahora bastante segura y estable.

Para añadir más morbo al asunto, al inefable presidente de la República se le ocurre nombrar gobernador de Kordofán Sur (donde se encuentran las famosas Montañas Nuba) a Ahmed Haroun, una persona buscada por la Corte Internacional de Justicia de La Haya acusado de más de 50 crímenes contra la humanidad en Darfur en los años 2003-2004 y una de las personalidades más siniestras del régimen. A nadie se le escapa que este nombramiento tiene una dimensión estratégica fundamental: los habitantes de las Montañas Nuba se sienten engañados por un acuerdo de paz que apenas les dará oportunidades de separarse del Norte y por otro lado, la aparición de nuevos grupos armados en esa región sudanesa del estilo a los aparecidos en Darfur parece haber inquietado al presidente, quien no ha dudado a la hora de elegir un elemento implacable y despiadado, listo para utilizar cualquier medio con tal de obtener sus objetivos estratégicos.

La situación general del país no podría ser más preocupante y lo peor es las consecuencias a largo plazo de esta incierta situación para la estabilidad de una región que parece ahora mismo un hervidero de conflictos y de potenciales catalizadores para la desestabilización que tan bien le viene a los traficantes de armas que se estarán frotando las manos ante la perspectiva de un país que parece abocado de nuevo a un conflicto sangriento y cruel.

Original en :

http://blogs.periodistadigital.com/enclavedeafrica.php

Autor

  • Eisman, Alberto

    Alberto Eisman Torres. Jaén, 1966. Licenciado en Teología (Innsbruck, Austria) y máster universitario en Políticas de Desarrollo (Universidad del País Vasco). Lleva en África desde 1996. Primero estudió árabe clásico en El Cairo y luego árabe dialectal sudanés en Jartúm, capital de Sudán. Trabajó en diferentes regiones del Sudán como Misionero Comboniano hasta el 2002.

    Del 2003 al 2008 ha sido Director de País de Intermón Oxfam para Sudán, donde se ha encargado de la coordinación de proyectos y de la gestión de las oficinas de Intermón Oxfam en Nairobi y Wau (Sur de Sudán). Es un amante de los medios de comunicación social, durante cinco años ha sido colaborador semanal de Radio Exterior de España en su programa "África Hoy" y escribe también artículos de opinión y análisis en revistas españolas (Mundo Negro, Vida Nueva) y de África Oriental. Actualmente es director de Radio-Wa, una radio comunitaria auspiciada por la Iglesia Católica y ubicada en Lira (Norte de Uganda).

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