Sudán: la adjudicación de Abyei, una causa para la guerra

2/09/2009 | Opinión

Por fin se otorgó la tan esperada y anticipada adjudicación en el Arbitraje de Abyei por parte de la Corte Permanente de Arbitraje situada en la Haya [CPA]. Abyei es el área perteneciente a los nueve pueblos de Ngok Dinka en la región de Bahr el-Ghazal al sur de Sudán. En 1905 la autoridad colonial anglo-egipcia anexó el área al la región del Kordofán en el norte de Sudán por razones administrativas. En años subsecuentes esta área fue disputada entre el sur y el norte de Sudán con aún más en juego desde el descubrimiento de petróleo en la región y las tendencias secesionistas del pueblo del Sur del Sudán. En 2005 se firmaron los Comprehensive Peace Agreement (Acuerdos Comprehensivos de Paz) entre el “Sudan People Liberation Movement/ Army” (Movimento/ Armada de Liberación del Pueblo Sudanés) [en adelante SPLM/A] y el régimen Khartoum bajo el gobierno del “Nacional Congreso Party” (Partido del Congreso Nacional) [en adelante NCP]. Abyei fue entonces tratado en una disposición especial conocida como el Protocolo de Abyei. Dicho protocolo estipulaba, entre otras cosas, el establecimiento de la Comisión de Límites de Abyei (ABC por sus siglas en Inglés), cuyo único mandato consistía en “definir y demarcar el área de los pueblos de Ngok Dinka transferidos a Kordofan en 1905. Aún así, al rendir el ABC su último reporte, que supuestamente debía ser “final y vinculante”, éste fue rechazado por el NCP argumentando que la comisión se había excedido en su mandato.

En consecuencia, la disputa de Abyei fue remitida a la CPA en la Haya. Conforme al acuerdo de arbitraje, la corte debía decidir si la ABC se había efectivamente excedido su mandato al demarcar los límites de Abyei en cuyo caso debía proceder a hacer la delimitación de Abyei conforme a las pruebas remitidas por las dos partes en disputa. La corte acaba finalmente de hacer su adjudicación final; dicha resolución fue tomada por cuatro árbitros frente a la opinión disidente del juez Awn Shawkat Al-Khasawneh. El dictamen del juez jordano Al- Khasawneh es relevante para establecer el contexto de la resolución. En su informe el juez Al- Khasawneh declara que las conclusiones llegadas por la mayoría de sus colegas son “poco persuasivas, auto contradictorias, orientadas a un resultados, en muchos aspectos arrogante, escasamente crítica, no respaldada por evidencia e incluso, en oposición a aplastantes pruebas en contrario”. El Juez Al- Khasawneh añade que la decisión tomada por la mayoría de sus colegas en el tribunal es “en otras palabras muy similar al reporte de la ABC y, como éste, tan en exceso al mandato como apartada de la realidad histórica y contemporánea”.

Aunque en su resolución la corte establece que la ABC nunca se excedió en su mandato, también afirma en otras instancias que la ABC sí se excedió su mandato. Después, el tribunal procede a dibujar un nuevo mapa para Abyei. En este nuevo mapa la corte confirma los límites de Abyei al norte en la latitud 10º35; sin embargo, niega a los Ngok Dinka su participación sobre la tierra más allá de dicha latitud. Al este, la corte dibuja unos intrigantes límites, aislando, a propósito, las regiones petroleras del área de Abyei. Si comparamos esta resolución y la ponemos en perspectiva, la corte reduce el área de de Abyei a la mitad de su tamaño conforme a los límites otorgados por la ABC; es decir de 25,293 km²/9,765mi² conforme la ABC a sólo 10, 460 km²/4,039mi² conforme al tamaño reducido establecido por el tribunal.

Esta resolución no puede ser aceptada ya que priva brutalmente al Sur de Sudán de su soberanía y deslegitimiza a Ngok Dinka de sus derechos sobre su tierra. En el corazón de esta disputa y esta resolución están los recursos naturales de Abyei: el petróleo; razón misma por la que el NCP se aferra a la Región de Abyei. Las intenciones y posición del NCP en esto son muy claras. Aún así, es irónico que el SPLM/A esté renunciando a sus pretensiones sobre los recursos naturales de Abyei cuando el movimiento se echó al monte para luchar por el reparto equitativo de la riqueza del país. En cualquier caso este asunto esta lejos de terminarse mientras el Sur de Sudán aspire a ser una nación soberana.

Igualmente problemático es la negación a los Ngok Dink de sus derechos sobre una franja de su territorio que llevan utilizando por generaciones. La tierra y sus recursos, especialmente agua y pastos han sido la raíz de conflictos étnicos por toda la historia de la humanidad; por lo que es desconcertante que estos hechos históricos estén siendo ignorados, incluso por el árbitro que preside el tribunal de Abyei, Pierre-Marie Dupuy, quien argumenta que las fronteras no son obstáculos que traspasar para los grupos étnicos. Contrariamente a lo que erróneamente piensa Dupuy, las fronteras no son sólo fuentes económicas de supervivencia para los grupos étnicos, sino que son más bien una razón de orgullo y conflictos; especialmente si estos grupos étnicos están divididos bajo líneas religiosas y raciales como es el caso entre los Ngok Dinka y los Massiriya. Las relaciones históricas entre los nómadas árabes en el norte y sus vecinos del sur siempre han sido amargas, empezando con la esclavitud de antaño, constantes incursiones violentas y su actual política de tierra quemada, planeada y ejecutada por regímenes en Khartoum. Esta relación no es tan pacífica como les gustaría a algunos comentaristas que creyera la gente. Si acaso el actual gobierno establecido en Khartoum no contribuye a mejorar las relaciones sino a empeorarlas dado que se especializa en exacerbar las limpiezas étnicas.

En conclusión, la resolución del tribunal, flagrantemente parcial, establece un nuevo escalón en una larga y amarga disputa entre el Sur de Sudán y su pueblo Ngok Dinka por un lado y el gobierno en Khartoum y sus Massirya por el otro. Nadie debiese estar bajo la ilusión de que esta disputa, creada allá por 1905 y exacerbada mediante violentas historias entre diversas partes involucradas, ha llegado a su fin. Probablemente a los oficiales del SPLM/A con sus equivocadas declaraciones públicas, les haya salido el tiro por la culata al no poder ya afanarse en ninguna campaña de relaciones públicas positiva para cambiar el resultado de la resolución; aún así, tanto la voluntad y la determinación del pueblo del Sur de Sudán como sus aspiraciones soberanas muy probablemente no se extinguirán frente a esta adversidad y descarada violación de sus derechos. A lo mejor el verdadero enfrentamiento entre el SPLM/A y el NCP venga durante la implementación de esta resolución y la demarcación de las fronteras del Sur de Sudán. Salva Kiir, presidente del SPLM/A así como del Sur de Sudán, en la conferencia de prensa a la espera de la resolución, ya lo insinuó al declarar que estaba muy seguro de que las regiones petroleras robadas por el NCP a instancias de la resolución del tribunal formarán parte del territorio del Sur de Sudán cuando se haga la demarcación de las fronteras. Tal vez la nueva estrategia del SPLM/A para recuperar la valiosa y ya perdida tierra será en la demarcación de las fronteras norte –sur. Sin embargo, ¿Hasta qué punto es eso posible? En resumen, el conflicto no tiene fin.

Steve Paterno

Publicado en Sudan Tribune, el 23 de julio de 2009.

Traducido por Carmen Martín del Campo, para Fundación Sur.

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