Sudán. ¿Heglig? ¡Esta tienda no pertenece al camello!

27/04/2012 | Opinión

“Definitivamente es injusto por parte de la comunidad internacional esperar que Juba se siente a mirar cómo Jartum comete robos a plena luz del día de su propiedad sin responder”.

“Señor”, pidió el camello, “mi nariz está fría. ¿Puedo meterla en la tienda para que se caliente?”. “Por supuesto que puedes”, dijo el rey señor. Poco después, el camello suplicó al señor que le permitiera poner su oreja dentro de la tienda. Cuando se permitió esto, a la oreja siguió la cabeza, después las patas delanteras y después la joroba. El resto es historia. Como todos sabemos por esta historia árabe, el camello echó al señor de la tienda a la fría noche del desierto y dijo que la tienda era suya; pero ¿acaso se dice que la tienda es propiedad del camello?

Cualquiera que sepa un poco de historia de Sudán concluirá automáticamente que cualquiera de los “territorios disputados” a los largo de la frontera entre Sudán y Sudán del Sur pertenece por derecho a Sudán del Sur; pero ha sido apropiado por las buenas o por las malas por Sudán. Sudán del Sur no tiene historia de tierra o riqueza robada al norte, Sudán, ni a ningún otro territorio. Sudán del Norte se ha construido precisamente sobre ese principio. El difunto doctor John Garang de Mabior, que lideró el Ejército/Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán, SPLM/A – por sus siglas en inglés, durante más de 20 años, ilustró esta filosofía una vez ante una multitud de pastores Dinka, en 1998.

“Imaginad un viajero que llega caminando a vuestro campamento una noche; le dais la bienvenida amablemente, le dais leche para beber y la mejor cama para que duerma en ella. Se queda con vosotros un tiempo indefinido y cuando le decís que se ha quedado demasiado tiempo tras la invitación, y que ya es hora de que se marche, el afirma que, en cualquier caso, es culpa vuestra haberle dejado quedarse tanto tiempo, y exige una parte de vuestro ganado ¿le permitirían hacer eso?”.

La multitud contestó con un ensordecedor “¡Noooooo! ¡Nunca!”.

¿Hubiera dado Garang la oportunidad a Jartum de engañar al mundo para que creyese que los campos de petróleo de Heglig están en territorio de Sudán del Norte? Nunca lo sabremos.

Los sur-sudaneses que conocen que los campos de petróleo de Heglig o Panthou o Aliny no están de ningún modo ni cerca de la frontera con Sudán, tal y como esta era el 1 de enero de 1956, están desconcertados con cuándo y cómo la zona se ha convertido en “parte de Sudán [del Norte]” como clama ahora la comunidad internacional, para disponer permanentemente del territorio y la riqueza petrolera de Sudán del Sur.

El Secretario General de Naciones Unidas, la Unión Europea, la Unión Africana e incluso amigos de Sudán del Sur como Noruega, están pidiendo que se retire inmediatamente el ejército de Sudán del Sur del “territorio sudanés”. El Reino Unido y Egipto, que gobernaron conjuntamente Sudán, hasta enero de 1956, deberían decir al resto del mundo dónde está exactamente Heglig y reconocerán, si dicen la verdad, que está decenas de millas dentro de la frontera de Sudán del Sur, en lo que se conocía como Alto Nilo Occidental, cambiado después a propósito por Jartum, después del descubrimiento de petróleo en el llamado “Estado de Unidad”, igual que también cambiaron Panthou a llamarlo Heglig.

Otra anomalía que está induciendo a engaño a la comunidad internacional para pensar que Heglig es parte de Sudán del Norte es el veredicto del Tribunal Permanente de Arbitración, que excluye Heglig de ser parte de Abyei. De acuerdo pero ¿quién dice que Heglig fue alguna vez parte de Abyei?

La confusión surgió por primera vez con las conclusiones de la Comisión de Fronteras de Abyei, ABC, que fue directa al definir el territorio de nueve feudos Ngok Dinka, cuyo territorio fue transferido a Kordofan norte, durante el condominio, por “razones administrativas”. La ABC incluía la zona de Paan Aru como parte del territorio perteneciente a los nueve reinos Ngok Dinka. Lo que deberían haber dejado claro en su informe es que esta zona en particular, Heglig o Panthou o Aliny, aunque ocupada por una parte de los Ngok Dinka, nunca fue trasferida a Kordofan y que siempre había sido parte de Alto Nilo Occidental, ahora conocido como Estado de Unidad.

La cuestión es: si Heglig o Panthou o Aliny nunca fueron parte de Abyei, que fue trasferida a Kordofan desde Bahr Al Ghazal, ¿por qué el gobierno de Sudán del Sur aceptó las conclusiones de la ABC sin cuestiones, dejando claro que Heglig nunca fue parte de Abyei, transferida a Kordofan? La respuesta podría ser pura falta de atención a los detalles por parte de Juba, miedo o dar la razón a Jartum rechazando las conclusiones de la ABC o una colaboración de alguna gente del estado de Warrao y de Abyei para anexar el campo de petróleo a Abyei, que ellos creían que votaría en el referéndum ser parte del estado de Warrap. Después de todo, el 2% del petróleo se suelen asignar al estado de donde se encuentran los pozos de petróleo.

Como resultó al final, Jartum disputó las conclusiones de la ABC. En el proceso de la intransigencia de Jartum, Juba se mostró de acuerdo con llevar el caso de Abyei a la Corte Permanente de Arbitración, PCA.

Este tribunal redibujo el mapa original de la ABC y excluyó Heglig del territorio concedido a los Ngok Dinka. Jartum estaba feliz con la decisión de la PCA, afirmando que la decisión ahora había legalizado su ocupación ilegal y anexión de Heglig al Norte. Aunque Juba no estaba contenta del todo con la decisión de la PCA, sin embargo, aceptaron la decisión de la PCA, mientras todavía creía que la demarcación de la frontera entre el Norte y el Sur, tal como era el 1 de enero de 1956, mostraría que Heglig estaba muy dentro de Sudán del Sur. Después de todo, lo primero es lo primero: la independencia de Sudán del Sur era de primordial importancia para los sur-sudaneses; cualquier otra cosa podía resolverse después, o eso pensaron.

Poco esperaban que Jartum no se adheriría después a la decisión de la PCA o a los distados del Acuerdo General de Paz sobre Abyei. Mientras parecía que estaban de acuerdo tanto con el protocolo de Abyei como con la decisión de la PCA, de hecho estaban preparándose para abortar el referéndum de Abyei, como prescribía el Acuerdo General de Paz.

Jartum primero abortó la demarcación de la frontera de AByei armando a las milicias árabes que amenazaron con detener por la fuerza a todo el que intentase llevar a cabo la demarcación de la frontera. Cuando la comunidad internacional perdió el tiempo dudando si obligar a Jartum a respetar la decisión de la PCA, Jartum invadió Abyei por la fuerza, dos meses antes de la independencia de Sudán del Sur, con el pretexto de que sus fuerzas fueron atacadas primero, por el SPLA, mientras movían unidades militares fuera de la zona. El hecho de que las tribus árabes de Kordofan tenían motivos mucho más fuertes que el SPLA para disparar a las troas de Jartum saliendo de Abyei, nunca ha sido registrado por la comunidad internacional. De igual manera, algunos elementos retorcidos de Jartum podrían haber metido a algunos elementos del Sur en su nómina, para disparar a los soldados del norte y así justificar la invasión de Abyei y abortar el referéndum de Abyei.

Cuando, una vez más, la comunidad internacional se entretuvo dudando con Jartum, sobre la invasión de Abyei, Jartum invadió las montañas Nuba y el Nilo Azul en el sur. En los tres casos, miles de civiles han sido asesinados y cientos de miles han resultado desplazados a campos de refugiados en Etiopía y Sudán del Sur. La llamada “comunidad internacional” seguía perdiendo el tiempo vacilando con el agresor Bashir.

Entonces comenzó el bombardeo del territorio de Sudán del Sur y la actual invasión de las zonas fronterizas, con claros indicadores de que Jartum pretende acordonar más zonas petroleras más y más hacia adentro de Sudán del Sur. La pérdida de tiempo con las vacilaciones continúa.

Es definitivamente injusto por parte de la comunidad internacional esperar que Juba se siente y mire cómo Jartum roba a plena luz del día sus propiedades sin hacer nada. No es de extrañar que los sur-sudaneses dentro del país y en la diáspora se encuentren enormemente ofendidos por el ultimátum que dicen que Ban Ki Moon dio a Salva Kiir, para que retirase sus tropas de Higlig sin condiciones. Ellos ven cómo el secretario general de la ONU ha sido suave con Bashir en muchas ocasiones, y ahora se muestra demasiado mandón con Kiir.

Jacob J Akol*

*Jacob J Akol es de la web de Gurtong y de la revista mensual Gurtong Focus.

Publicado en Gurtong, Sudán del Sur, 15 de abril de 2012.

[Fundación Sur]

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster