Sudán celebrará sus primeras elecciones generales en 24 años el próximo mes de febrero de 2010, según ha declarado un oficial electoral, a pesar de la orden de arresto internacional que pesa sobre su actual presidente, Omar Al Bashir.
“El proceso electoral comienza en abril y terminará en febrero de 2010”, declaró el representante.
Según el Acuerdo Global de Paz, CPA, que terminó con décadas de guerra civil en Sudán, entre el norte y el sur, en 2005, las elecciones deberían tener lugar este año.
Sudán elegirá un presidente, al jefe del sur semiautónomo, la Asamblea Nacional y el Parlamento del Sur de Sudán, así como a los gobernadores locales.
Las últimas elecciones generales tuvieron lugar en abril de 1986, el partido que las ganó, el Partido Umma de Sadiq al Mehdi, fue derrocado del gobierno en 1989 en un golpe de estado no sangriento, por el que Bashir llegó al poder.
Omar al Bashir logró el 87 % de los votos en unas elecciones celebradas en el año 2000 que fueron consideradas una farsa por la oposición.
La demarcación geográfica de las circunscripciones electorales comenzará el 15 de abril, seis semanas después de la fecha prevista, debido a los retrasos en la elaboración del censo.
Un censo nacional que se realizó el año pasado es un factor clave para la organización de las elecciones y la consiguiente estructura de reparto del poder en este país, pero los resultados de ese censo todavía no se han publicado.
Otro obstáculo importante para las elecciones es la seguridad en Darfur, donde millones de personas desplazadas, a causa de seis años de guerra civil en la región del oeste de Sudán, no tienen muchas probabilidades de no poder acceder a las urnas.
La campaña electoral comenzará el 30 de noviembre y terminará el 5 de febrero, las votaciones tendrán lugar desde el 6 al 21 de febrero, y los resultados serán anunciados el 27 de febrero de 2010.
El Partido del Congreso Nacional, en el gobierno, ha declarado que Bashir será su candidato a pesar de que el Tribunal Penal Internacional haya emitido una orden de arresto contra él, por crímenes de guerra y contra la humanidad, cometidos en la región de Darfur.
Bashir había declarado poco antes de que se le acusara formalmente en el Tribunal Penal Internacional, que él deseaba celebrar “unas elecciones libres para garantizar la estabilidad en Sudán”. Ahora, el presidente ha prometido no colaborar con el Tribunal Penal Internacional.
(News 24, Suráfrica, 03-04-09)