15/03/2017 –
Reflexiones basadas en la Conferencia de Jeffrey Sachs, sobre: “La Agenda 2030 y la universidad”, en la UCM, el 14 de marzo 2017.
Jeffrey Sachs es un economista, profesor de Harvard entre 1980 y 2005 y ahora director del Instituto de la Tierra: “The Earth Institute” y también asesor especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre: Los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Unas 500 personas de las universidades: Complutense (UCM) y la Politécnica (UPM), atendieron su conferencia en el Salón de Actos de la Facultad de Medicina de la UCM. Estas son algunas de sus relevantes reflexiones:
“Podemos elegir el futuro. Tenemos una gran responsabilidad. En las universidades, debemos poner la innovación y la tecnología para promover un Desarrollo Sostenible. Los políticos no pueden resolver los problemas. No saben cómo. Solo tienen sus objetivos de corto plazo, pero sin proyecto de futuro.
Hoy día disponemos de unos medios extraordinarios a nuestra disposición, en personal preparado, recursos económicos y tecnológicos. De hecho, si todo el capital disponible hoy día se distribuyera en partes iguales a cada persona, toda la población mundial podría recibir 17.000$ por individuo.
La economía mundial ha alcanzado un crecimiento económico nunca visto en la humanidad. Entonces la pobreza debería estar ya superada y la gente debería vivir feliz con sus necesidades cubiertas.
Pero la realidad es muy diferente. La economía global ha crecido de forma increíble, pero sin justicia y sin igualdad. Por tanto lo que necesitamos es: desarrollo sostenible.
Nos enfrentamos a dos crisis medioambientales: el calentamiento del planeta, por la polución, y la destrucción insostenible de los recursos naturales. Además la humanidad pronto llegara a los 8.000 millones de habitantes. Egoísmo es la nueva religión, y la propiedad privada sin límites es su forma de vida.
El desarrollo sostenible se centra en el bienestar del ser humano. La justicia busca siempre satisfacer las necesidades básicas de todas las personas. Para esto los 17 Objetivos de milenio para un Desarrollo Sostenible, son fundamentales.
En 2012, se eligieron tres estrategias: 1. Regular en cambio climático, 2. Diversidad bilógica, y 3. Detener los desechos. No se ha cumplido ninguno. En la reunión de Rio Janeiro, vimos como habíamos fracasado en los tres.
Ahora los gobiernos han aceptado los 17 objetivos del Desarrollo Sostenible, pero estoy convencido que ni pueden ni son capaces de hacer nada para cumplirlos.
Una economía sostenible requiere: un crecimiento sostenible, una sociedad inclusiva y compromiso global. Solo los objetivos globales que hemos elegido son sostenibles. Si fracasamos, no hay otra alternativa.
Kenedy pidió a los ciudadanos que solucionaran los problemas importantes, como acabar con la guerra fría y conseguir los objetivos que deseaban, como ir a la luna, si estaban dispuestos a pagar el precio. Y con su empoderamiento, lo consiguieron. Debemos comprometernos a implementar los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Poner al ser humano en el centro primero. Entonces utilizar todos los medios tecnológicos para mejorar la calidad de vida de cada persona.
Las compañías petroleras deben cerrar lo antes posible. Necesitamos mucha energía y la tenemos, pero la queremos limpia, ecológica y renovable. Ampliar las tecnologías para mejorar las salud también y a todos las dimensiones de la vida humana.
Queremos una economía ecológica, y la energía ecológica no tiene límites. Producir un desarrollo sostenible. Utilizar también el consumo diario para promover la producción sostenible y ecológica.
Los gobiernos no podrán hacerlo, porque no piensan ni saben cómo hacerlo. Solo tienen sus pequeños objetivos a corto plazo.
Las universidades son las que deben hacer este desarrollo sostenible posible y global. Todas las universidades debemos poner toda la innovación y las tecnologías, en colaboración mutua, para fomentar este desarrollo sostenible.
Vosotros sois responsables de vuestra propia comunidad y nación. Trabajar para que el Mediterráneo sea el centro de un desarrollo sostenible para todos. Es el reto de vuestra generación.
Queremos crecimiento y energía pero sostenible y limpia. Necesitamos crecimiento pero un crecimiento diferente que sea desarrollo sostenible e integral, en todos los ámbitos. El compromiso ha de ser personal y social.” (Fin de citas).
Los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible, son:
1 .Fin de la pobreza,
2. Hambre cero,
3. Salud y Bienestar,
4. Educación de calidad
5. Igualdad de género,
6. Agua limpia y saneamiento,
7. Energía asequible y no contaminante
8. Trabajo decente y crecimiento económico
9. Industria, innovación e infraestructura
10. Reducción de las desigualdades
11. Ciudades y comunidades sostenibles
12. Producción y consumo responsables
13. Acción por el clima
14. Vida submarina
15.Vida de ecosistemas terrestres
16. Paz, justicia e instituciones sólidas
17. Alianzas para lograr los Objetivos.
Estos 17 Objetivos se basan en los logros de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, aunque incluyen nuevas esferas como: el cambio, la desigualdad económica, la innovación, el consumo sostenible y la paz y la justicia, entre otras prioridades.
Los ODS integran un espíritu de colaboración y pragmatismo para elegir las mejores opciones con el fin de mejorar la calidad de vida de forma sostenible, para todos los pueblos. Son una Agenda inclusiva y abordan las cusas fundamentales de la pobreza, las injusticias sociales y los desafíos ecológicos.
Los ODS se pusieron en marcha en enero de 2916, y siguen los objetivos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que integra a 170 países.
La consecución de los ODS requiere la colaboración de los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y las universidades para poner todos los medios, recursos, innovación y tecnología al servicio del ser humano, fomentando un desarrollo sostenible e integral para todos los pueblos.
Para superar la explotación económica y la desigualdad, necesitamos un Desarrollo Sostenible y Justo que busque satisfacer las necesidades de todo ser humano.
Aquí se habla de una economía sostenible, que promueva un desarrollo sostenible, una sociedad inclusiva y un compromiso global.
Esta economía sostenible, semejante a las otras iniciativas de las economías llamadas: colaborativa, solidaria y del bien común, promueven el bienestar del ser humano y la convivencia pacífica de la sociedad.
Potenciamos un desarrollo sostenible, que requiere mucha energía, pero una energía limpia y ecológica. Este desarrollo está en nuestras manos, pues disponemos de los recursos, la tecnología y el personal. Solo nos falta el compromiso social y el consumo responsable, y no dejarlo a los gobiernos, para tomar en serio los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Es necesario preparar una información seria y trasversal de los ODS, a todos los ámbitos de la sociedad, para fomentar un compromiso social, global y transformador.
No existe otra alternativa para construir una sociedad que progrese de forma solidaria, aparte de los Objetivos del Desarrollo Sostenible, porque se basan en los auténticos valores humanos universales.
Conviene aclarar que este respeto y referencia a la dignidad, a los valores y derechos humanos, es el fundamento indispensable para un proyecto que sea ético y universal.
Para concluir, tres preguntas difíciles que debemos resolver para trabajar con éxito, y a las que el profesor Jeffrey Sachs no se refirió en su ponencia.
¿Cómo podremos llegar a respetar la dignidad humana, la naturaleza y a trabajar por el bien común, integrando a las personas más descartadas, sin una regeneración profunda de mentalidad y de corazón?
¿Cómo y dónde podemos encontrar la luz, la sabiduría y la voluntad que nos guíen en este proceso y compromiso tan vitales para nuestro mundo?
¿Por qué, disponiendo de tantos y tan formidables recursos naturales, económicos y tecnológicos, como nunca antes en la historia de la humanidad, no conseguimos construir un mundo más humano, justo y solidario?
Lo que sí dijo Sachs es lo siguiente: “el egoísmo es nuestra religión, y la propiedad privada sin límites es su medio indispensable”.
Lázaro Bustince. Director de AFS. 15.3.2017.
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