El gobierno de Mozambique ha distribuido equipos de agua y sanitarios por valor de 200.000 dólares americanos, a Zimbabue, como gesto de solidaridad frente a la actual epidemia de cólera y el dramático derrumbamiento de los servicios de sanidad.
El ministro de Salud, Ivo Garrido, que entregó la donación, aseguró en rueda de prensa que consiste en medicinas para el cólera (principalmente suero intravenoso), sales de rehidratación oral, antibióticos y suplementos alimenticios para los niños y los bebés.
Además, los tres camiones que llevaron estos donativos al otro lado de la frontera llevaban equipos para proporcionar agua potable y otros suministros como tanques que pueden contener 5.000 litros de agua, y 500 cajas de jabón.
Acompañado de su homólogo zimbabuense, David Parirenyatwa Garrido, visitó al principal hospital público de Harare, para comprobar que estaba funcionando muy por debajo de su capacidad, con tan sólo el puñado de trabajadores que queda.
“Es una situación muy difícil. El escaso personal se enfrenta a un trabajo inmenso”, aseguró. “Carecen de todo lo básico, y todos los equipos necesarios para el hospital”.
El gobierno de Mozambique, añade Garrido, creía que tenía el deber de dar muestras de su solidaridad “con los hermanos y hermanas de Zimbabue, particularmente con los más vulnerables, los niños, las mujeres y los mayores”.
“Obtuvimos nuestra independencia porque tuvimos el apoyo de otros pueblos. Resistimos la agresión porque tuvimos el apoyo de otros pueblos”, aseguró el ministro, “es para nosotros una necesidad moral mostrar solidaridad”.
Garrido temía que una tendencia a hablar de Zimbabue sólo en términos políticos, ensombreciera el drama colectivo de millones de personas, que cuando acuden a un hospital no reciben ningún tratamiento”.
“Mozambique debería considerar este problema no sólo desde el prisma político, sino ver qué es lo que les está ocurriendo a nuestros hermanos, y comprender la escala de su sufrimiento. La vida hoy en Zimbabue tiene escaso valor, la gente se está muriendo por falta de suero o de unas píldoras”.
Garrido negó las acusaciones de que el actual brote de cólera en Mozambique haya sido importado de Zimbabue. Ya que se han registrado casos de cólera en 10 de las 11 provincias de Mozambique, y no sólo en las cercanas a Zimbabue.
En cuanto a las acusaciones del pasado mes de diciembre, de que el río Limpopo estaba infectado, ya que resultó ser cierto que las autoridades surafricanas detectaron cólera en el río, esto no significa necesariamente que el río, a la altura a la que alcanza Mozambique, fuese peligroso. De hecho, el río Limpopo fluye por la provincia de Gaza, la única que todavía no ha registrado ningún caso de cólera.
El gobierno de Mozambique no tiene ningún interés en ocultar la situación del cólera, según el ministro. “Hay un boletín semanal que incluye la situación del cólera y que recibe la Organización Mundial de la Salud”, destacó.
En respuesta a la cuestión de que los zimbabuenses que cruzasen la frontera deberían ser testados para saber si tienen cólera, el ministro aseguró que “no podemos convertir Mozambique en una prisión y decir a la gente dónde pueden o no pueden ir. La mejor arma para prevenir el cólera es la educación en las zonas fronterizas”.
Garrido admitió que la educación en Salud de los mozambiqueños todavía deja mucho que desear. Un ejemplo es la destrucción, hace unas semanas, de las tiendas en el centro para el tratamiento del cólera, en la ciudad del norte de Pemba, porque se difundieron rumores sobre que el centro estaba causando cólera, no tratándolo.
Negó los informes publicados sobre un gran número de personas quemando las tiendas, y aseguró que sólo estuvieron involucradas unas cuantas personas, que ya han sido identificadas, y tendrán que responder por sus actos ante los tribunales.
(Agencia de Información de Mozambique, 18-01-09)