En el verano de 2014 llegaron a Madrid, repatriados por nuestro gobierno, dos misioneros españoles que se habían contagiado de Ébola en África Occidental.
Miguel Pajares, Hermano de San Juan de Dios, llegó el 7 de Agosto procedente del Saint Joseph Catholic Hospital de Monrovia (Liberia) donde había contraído la enfermedad. Junto a él también se repatrió a la Hermana Juliana, ecuatoguineana nacionalizada española, que resultó no estar enferma. El Hermano Miguel Pajares murió el 12 de Agosto. Poco después, el 22 de Septiembre, las autoridades españolas repatriaron al también Hermano de San Juan de Dios Manuel García Viejo, médico, que se había contagiado en el hospital que la Orden tiene en Mabesseneh, cerca de Lunsar, en Sierra Leona, y que falleció en Madrid el 26 de Septiembre.
Creo que se dió sobre ellos una imagen injusta que no refleja la realidad de su trabajo en África.
Por eso quiero explicar algunas cosas.
El hospital Saint Joseph de Liberia se fundó en 1963 porque Tubman, entonces presidente del país, así se lo pidió al Papa Pío XII. Desde entonces ha sido gestionado conjuntamente por los Hermanos de San Juan de Dios y las Misioneras de la Inmaculada Concepción, que con frecuencia trabajan juntos.
En vísperas de la epidemia de Ébola, este hospital contaba con ciento setenta y cinco empleados, ciento cuarenta y una camas, tres puestos de UCI, cuatro quirófanos, dos salas de partos y ocho consultorios, además de urgencias abiertas las 24 horas del día. Atendía las specialidades de medicina interna, cirugía general, obstetricia y inecología y pediatría. También tenía un centro de salud periférico en el barrio de New Kru Town y un centro de formación de la mujer; colaboraba en la preparación de enfermeros y médicos del país y estaba integrado en los servicios de salud del estado participando en programas relacionados con la malaria, el SIDA o la tuberculosis. Era el
hospital de referencia de Liberia, una institución sin ánimo de lucro que atendía gratuitamente a los menores de cinco años y que cobraba pequeñas cantidades al resto de pacientes, siempre después de
haberlos atendido y sólo en el caso de que pudiesen pagarlas (de lo contrario el hospital sería inviable). Un lugar así, en África, es el Paraíso. Un Paraíso que era gestionado por tres Hermanos de San Juan de Dios y tres Misioneras de la Inmaculada Concepción.
En plena epidemia, el Hermano Patrick, médico y director del Hospital, expuso la situación en una carta en la que pedía unos medios materiales que no le llegaban. Decía: “el número de pacientes que
acude a nuestro Hospital tras ser rechazados en otros centros se ha incrementado día a día, y nuestro servicio de urgencias está siempre lleno”.
Finalmente, el Ébola penetró en el hospital. Murieron contagiados los tres Hermanos de San Juan de Dios (Patrick, George y Miguel) y una de las Misioneras (la Hermana Chantal), además de otros cinco empleados. El hospital tuvo que cerrar el 1 de Agosto de 2014.
Los contagiados quedaron casi abandonados en las instalaciones que las Misioneras tenían en el recinto del hospital. De allí fueron sacados, de noche y sigilosamente, Miguel Pajares y Juliana –los únicos que tenían nacionalidad española- para su repatriación. La Hermana Paciencia, otra de las Misioneras del hospital -ecuatoguineana pero sin nacionalidad española-, también contagiada, fue ingresada en ELWA, un centro de aislamiento en Liberia, donde ella y una compañera llamada Elena sobrevivieron al Ébola. Cuenta la Hermana Paciencia que ELWA, donde estuvo dieciséis días, era el infierno. Había un solo baño atascado para 30 enfermos, muchos se hacían todo encima, … un
cubo debajo de la cama para sus necesidades era “su tesoro”. Una vez curada, Paciencia se quedó en ELWA atendiendo a Elena.
En Septiembre se envió desde España a tres personas que a finales de Noviembre conseguían abrir de nuevo la maternidad, que era lo más urgente. Poco a poco y con la colaboración de muchas personas y organizaciones se ha ido abriendo todo lo demás.
Los Hermanos de San Juan de Dios tienen otro hospital parecido en Lunsar, en Sierra Leona, donde se repitió la historia que acabamos de contar. Desde allí llegó a España, repatriado, el segundo misionero enfermo de Ébola, Manuel García Viejo, que además de médico era el director del hospital. Tenía que haberse tomado unas vacaciones en Septiembre, pero no había nadie para sustituirle, así que se quedó trabajando y se contagió. En el hospital de Lunsar murieron doce
personas, muchas de ellas estudiantes en prácticas.
Sierra Leona tenía cincuenta y dos médicos en el año 2009¹ (incluyendo los especialistas) y Liberia, en 2010², alcanzaba los noventa. Tocan aproximadamente a uno por cada cien mil habitantes en el primer caso y a dos y medio en el segundo. En estas condiciones, los hospitales de San Juan de Dios resultan fundamentales. Esta escasez de personal sanitario, después de tanta y tanta cooperación, resulta incomprensible.
En España se criticaron las repatriaciones alegando que se hacían porque se trataba de cristianos y era “natural” que un gobierno de derechas se ocupase de ellos. Se les repatrió, pienso, por ser españoles, al igual que lo era la tercera repatriada, la Hermana Juliana, natural de Guinea Ecuatorial pero nacionalizada española. Es la misma normalidad con la que se repatría a periodistas secuestrados o turistas que han sufrido un accidente. No sé si el gobierno tenía otros intereses en este asunto: allá ellos con sus conciencias.
Para acabar, permitidme una anécdota. He tenido ocasión de conversar con Julián, un Hermano de San Juan de Dios que fue durante cinco años gerente del hospital de Lunsar, en Sierra Leona. Este
país fue colonizado por Inglaterra y allí el inglés es lengua oficial. En cierto momento le digo: “Claro, allí todo en inglés”. Y contesta: “No, no, los pacientes del hospital no hablaban ninguno inglés”… Es chocante.
Notas:
Nota 1: Government of Sierra Leone, Ministry of Health and Sanitation (2009). National HealthSector Strategic Plan 2010-2015. Página 23. Consultado el 17 de Agosto de 2015.
Nota 2: Liberia Institute of Statistics and Geo-Information Services (LISGIS), (2010). The national
census of health workers in Liberia, 2010. Páginas 71-90. Consultado el 11 de Agosto de 2015.
José Antonio Barra Martínez
[Fundación Sur]