Sobre fármacos de fabricaciòn local en la República Democrática del Congo y farmacias sociales en Nicaragua, por José Antonio Barra Martínez

10/06/2019 | Bitácora africana

ministerio_salud_rdc.jpg Ocho empresas farmaceúticas locales de la República Democrática del Congo han recibido del gobierno de este país las certificaciones necesarias para que puedan vender sus productos al sistema sanitario estatal congoleño. Se trata de tres fabricantes (Phatkin, Arauphar y Pharmakina) y cinco distribuidoras (Getraco, AMT-Pharma Distri, Wagenia, Saint Sauveur y Santévie). La certificación garantiza que estas empresas cumplen las directrices de la Organización Mundial de la Salud y que se adaptan a las exigencias de la ley 18/035 de 13 de Diciembre de 2018 de la RDC donde se establecen las bases del Sistema Nacional de Aprovisionamiento de Medicamentos Básicos (1).

Esta información se puede leer en uno de los comunicados de prensa que el Ministerio de Sanidad de la RDC emite casi a diario y a los que es posible suscribirse en la dirección que indico abajo (2).

Es importante saber que las auditorías necesarias para conceder estas certificaciones han sido realizadas por el propio gobierno de la RDC.
A la fabricación local de medicamentos hay que añadir, claro está, que la gente tenga posibilidad de acceder a ellos. A este respecto quiero contaros una iniciativa muy interesante de farmacias sociales que conocí personalmente en Nicaragua, país que tiene cierta capacidad para fabricar localmente medicamentos, pero cuyo sistema de salud no dispone de recursos para proporcionarlos gratuitamente. El resultado es que los tratamientos debe pagárselos cada cual como pueda.
Pues bien, hay una organización en Nicaragua llamada PROSALUD, que se ocupa de ayudar a la creación de “farmacias sociales” en las que se venden los medicamentos a precios bajos. Para empezar, tiene que haber una asociación que solicite la creación de la farmacia y que será la encargada de gestionarla. Puede ser una agrupación de vecinos, o las madres de un preescolar, o cualquier otra. En lo posible, se busca que haya gestión popular y apoyos en el entorno. Prosalud, por su parte, ofrece lo siguiente:

• Visita a los solicitantes y asesoramiento en todo el proceso.

• Formación inicial y reciclaje continuo para las personas que vayan a atender la farmacia.

• Crédito para preparar las instalaciones, que pueden consistir en un pequeño búnker para farmacias propiamente dichas, o en un simple armario si se trata de botiquines para grupos de población pequeños.

• Crédito para la primera adquisición de medicamentos.

• Garantía de suministro de más de cien fármacos básicos que Prosalud compra conjuntamente para todas las farmacias sociales en el mercado local.

• Recomendación del precio de venta al público de los medicamentos, teniendo en cuenta que la farmacia debe cubrir sus propios gastos, aunque sin obtener beneficios.

• Seguimiento.

En el caso de comunidades rurales remotas (y siempre que atiendan a más de 500 habitantes) se instalan “Botiquines Comunitarios” que disponen de unos veinte fármacos básicos. Cuando hay un centro de salud elemental (a veces atendido sólo por un auxiliar de enfermería) se pasa a instalar un “Botiquín ampliado” que maneja unos cincuenta fármacos. Finalmente está la farmacia social, ubicada siempre cerca de un centro de salud con médico y en la que hay disponibles unos ciento veinte fármacos básicos. Estas farmacias, por cuestiones legales, suelen denominarse “Ventas Sociales de Medicamentos”, nombre generalmente aceptado y reconocible por sus siglas VSM.

El resultado es que los medicamentos se venden a un tercio de su precio habitual de mercado.

En Nicaragua hay tres redes de farmacias sociales: Prosalud, Acción Médica Cristiana e Instituto Juan XXIII. Además están las de la ONG española Farmamundi. Todas ellas forman parte de la “Coordinadora Inter institucional de Medicamentos Esenciales” (COIME) de la que son miembros muchas organizaciones nacionales y extranjeras relacionadas con el mundo de los medicamentos, incluídos los aspectos legales, factor éste muy a tener en cuenta.

Prosalud es una organización íntegramente nicaragüense. Tiene sus oficinas en Ciudad Darío (Matagalpa), población que lleva este nombre en honor al poeta Rubén Darío, nacido allí, y cuya casa tuve ocasión de visitar. De aquel viaje recuerdo las lucecillas de miles de luciérnagas a los lados de la carretera recordándonos cómo hierve la vida en los climas cálidos.

Siempre me he preguntado por qué en Nicaragua no había muchas más farmacias sociales.

Los correos electrónicos de Prosalud son (o eran, porque hablo de hace más de diez años): prosalud@turbonett.com.ni y prosalud_dario@yahoo.com. Entonces había que preguntar por el doctor Ochoa, por el doctor Lenin, o por el director financiero señor Miguel Candia.

(1) République Démocratique du Congo. Ministère de la Santé. Communiqué de presse. Kinshasa, le 7 Juin 2019. “Certification en bonnes pratiques pharmaceutiques: Promouvoir les entreprises congolaises pour atteindre la couverture sanitaire universelle et contribuer au développement de l’industrie locale”. Disponible en

https://mailchi.mp/sante.gouv.cd/07juin19_certification_pharmaceutique?e=ed92cc3c7d

(2) Para suscribirse a estos comunicados: https://minisanterdc.us13.list-manage.com/subscribe?u=89e5755d2cca4840b1af93176&id=aedd23c530
Los comunicados más antiguos pueden encontrarse en https://us13.campaign-archive.com/home/?u=89e5755d2cca4840b1af93176&id=aedd23c530

Autor

  • Barra Martínez, José Antonio

    Licenciado en Historia por la UNED y master en Técnicas Avanzadas de Investigación Histórica, Artística y Geográfica. Asimismo es agricultor ecológico. Está realizando una tesis doctoral en el Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED, España) sobre las epidemias de Ébola en África, a las que investiga desde el punto de vista de la Geografía de la Salud.

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