Area Justicia y Paz. CONFER

Recientemente se ha publicado el “Informe sobre la Evolución del Racismo
y la Xenofobia en España 2010”, elaborado por el Observatorio Español del
Racismo y la Xenofobia (OBERAXE).

El pasado año, este informe registró un ascenso en el rechazo a la
inmigración por parte de la población española, motivado fundamentalmente por la crisis económica. Éste y otros datos nos movió a
dedicar la Hoja Mensual de octubre del pasado curso al CRECIMIENTO
DEL RACISMO Y LA XENOFOBIA EN EUROPA.

Al comienzo de este curso, y con el informe del OBERAXE reciente, nos
parece importante retomar el tema en esta primera reflexión del curso, para seguir atentos/as a la evolución de este tema tan importante para la
convivencia en nuestra sociedad y para nuestra tarea como agentes
pastorales y ciudadanos.

PERCEPCIÓN DE LA INMIGRACIÓN EN LA POBLACIÓN

El primer capítulo del Informe compara la realidad estadística de la
inmigración con la percepción de los ciudadanos, sabiendo que es esta
percepción (y no tanto los datos reales) la que influye en demandas de
una determinada política migratoria, más o menos restrictiva, por parte
de la población.

La encuesta base del Informe coincide con un cambio de ciclo económico y
de ciclo migratorio. En lo económico, el contexto está dominado por la
crisis y el aumento en las cifras del desempleo. A nivel migratorio se
traduce en la contracción de los flujos. Por un lado, frenazo en las llegadas
(cayucos, reagrupaciones familiares, contrataciones en origen); por otro,
retorno a los países de origen (acogiéndose o no a los planes del
gobierno), aunque este no ha sido muy masivo ni se pronostica que lo sea
en el futuro. Se puede decir que el ciclo migratorio expansivo de la
sociedad española ha concluido a día de hoy.

En esta circunstancia, se constata que algunos parámetros que ascendieron notablemente en los años anteriores (de un modo especial en
la encuesta anterior), no sufren modificaciones significativas a pesar de
que se han agudizado los efectos de la crisis económica. P.ej: la
y construcción de mezquitas: el 53% considera poco o nada aceptable la
protesta ante esta situación mientras que el 37% lo consideran aceptable.

PREJUICIOS, ESTEREOTIPOS E IMAGEN SOCIAL

En el imaginario colectivo de la inmigración, las menciones positivas
dominan sobre las negativas y neutras, e incluso con una tímida
evolución al alza. Curiosamente, lo más valorado es la riqueza cultural que aporta, cuyo reconocimiento experimenta un ascenso de ocho puntos en un sólo año (situándose en el 35% en 2009). Se vuelve a constatar el
menor reconocimiento de la aportación de la inmigración al desarrollo
económico del país, a pesar de lo aportado en diferentes estudios que
han mostrado la repercusión positiva de la inmigración para el crecimiento
económico de España.

La comparativa interanual muestra que disminuyen las tradicionales
imágenes negativas de la inmigración que la asocian al aumento de la
delincuencia o que critican la falta de control de los flujos migratorios. Pero
crecen las que hacen referencia al aumento de la competencia (“más
competitividad en el mercado de trabajo”, “más competitividad por las
ventajas sociales”). El resto de imágenes estereotípicas, lejos de
aminorarse, se han consolidado en este último año (“son el colectivo más
protegido”, “perciben más de lo que aportan”, “acaparan las ayudas
escolares”…)

Los latinoamericanos, en general, siguen acaparando las filias, en tanto
que las fobias se relacionan más con los marroquíes. También destaca el
ascenso en las relaciones reales de amistad. Las relaciones vecinales
siguen perdiendo aceptación, por segundo año consecutivo, sobre todo (en
el mismo barrio, que del 74% de aceptación en 2007 pasa al 59% en 2009.

Pero la relación que menos se estaría dispuesto a aceptar sigue siendo la
relación contractual de alquiler de una vivienda propia a inmigrantes, que
se mantiene por debajo del 50% desde 2007. En su explicación, la
confluencia de prejuicios con experiencias propias o ajenas.

Por último, no parece que la crisis económica haya aumentado la
aceptación que tendrían en España partidos de ideología racista o
xenófoba.

Septiembre 2011
El derecho de reagrupación familiar y de cobrar el subsidio por
desempleo son los que despiertan mayor respaldo
Pero la perspectiva de los últimos tres años permite apreciar el retroceso del respaldo en el primero.

Con el resto de los derechos, la opinión favorable a su concesión prosigue
en ligera tendencia descendente pero próxima a los años anteriores. Se
percibe claramente este descenso en el derecho a voto (52% en las
generales; 61% en las municipales). Es “un derecho de primera
importancia para la integración ciudadana ya que se trata del derecho a
elegir a los representantes políticos de una comunidad o sociedad y a ser
elegidos como representantes de la misma” (M. Pajares, citado en el
Se viene constatando un crecimiento en la posición favorable a la
preferencia de los nacionales frente a los extranjeros en el acceso a
algunos derechos sociales:
atención sanitaria (44%), elección de colegio(56) y contratación preferente de españoles (64%, cinco puntos más que en la encuesta del año anterior)

El 57% está de acuerdo en que la presencia de hijos de inmigrantes en las
escuelas es enriquecedora para el conjunto de los alumnos, pero la mitad
de los encuestados cree que las mayores ayudas escolares las reciben los
inmigrantes y que empeora la calidad de la educación en colegios con un
gran número de hijos de inmigrantes.

Sobre quiénes son los responsables de la integración: algo más de la mitad
de los encuestados señala al Estado. Un 15% señala a la sociedad
española y otra parte equivalente, a los propios inmigrantes. Al menos en
una parte de la sociedad ha calado el planteamiento de la integración
En cuanto a la valoración de la diversidad, la cultural es la más valorada,
mientras que la religiosa es la que mayor recelo provoca (quizá por la
asociación entre “diversidad religiosa” e “Islam y fanatismo religioso”. En
general, aumenta la valoración positiva de la diversidad aunque están,
como máximo, en un nivel de aprobado. Parece que la sociedad española
va adaptándose o acostumbrándose a la diversidad y va calando, porco a
poco, la idea de su conveniencia.

Respecto a la relación con los musulmanes, se estudian especialmente
dos aspectos de la llamada “nueva visibilidad del mundo musulmán en
Occidente”: el velo en la escuela (aunque la aceptación sigue siendo
mayoritaria, ésta decrece y hay un claro avance de la visión prohibicionista) bidireccional.

Percepción sobre que las leyes de control de entrada de extranjeros son
“demasiado tolerantes”, que había aumentado desde el año 2000, ha
tocado techo y se mantiene en los mismos niveles que en la encuesta
anterior.

A pesar del aumento en las cifras de desempleo durante el periodo en que
se realiza la encuesta, tampoco ha aumentado la opinión de que los
parados de larga duración deberían ser expulsados del país.

Tampoco ha variado el porcentaje de personas que apoyan la opinión de
que se expulse del país a los extranjeros que cometan cualquier delito (que
es, de por sí, bastante elevado: 7 de cada 10).

Como factor más importante para permitir a una persona extranjera residir
en España, se señala que esté dispuesto a adaptarse al modo de vida del
país y que tenga una cualificación laboral de las que necesita España
(otros factores propuestos: que sea de raza blanca, que sea de un país
cristiano, que tenga un buen nivel educativo, que tenga mucho dinero…).
Se percibe una visión economicista de la inmigración.

LA INTEGRACIÓN SOCIAL DE LOS INMIGRANTES

El segundo capítulo aborda la integración social de los inmigrantes
(derechos, obligaciones, discriminación…)

El Informe considera la integración como un proceso bidireccional en el
que está implicada toda la sociedad. Esto implica favorecer políticas de
integración en la triple dirección de las 3 “r”: políticas de redistribución

(igualdad social), de reconocimiento (diferencia cultural o identitaria) y de
representación (derechos políticos y de ciudadanía).

Afirma también que sin igualdad no habrá integración. “De nada valdrán
los más imaginativos programas de interculturalidad, de inmersión en usos
y costumbres, las proclamas de tolerancia y solidaridad, si no empezamos
por la igualdad en las condiciones de trabajo, en el salario, en el derecho a
la salud, en el acceso a la educación, en la libertad de expresarse, de
asociarse y manifestarse, en el acceso a la justicia (J. de Lucas, citado en
el Informe)

Una serie de preguntas realizadas a la población se refieren al
reconocimiento de derechos sociales y de ciudadanía a “los
inmigrantes instalados en España de manera estable y regular”
(reunificación familiar, subsidio de desempleo, sufragio en elecciones
municipales y generales, de asociación y de obtención de nacionalidad).