La situación en la parte oriental de Libia ha sido calificada como una crisis humanitaria sin precedentes. En Derna, la localidad mayormente afectada por los efectos de la tormenta Daniel, hasta la fecha se han encontrado 6.000 muertos y se estima que puedan ser incluso 12.000 las personas desaparecidas.
Los mismos miembros del Comité de Crisis municipal han señalado que los cuerpos en descomposición aún por recuperar bajo los restos de los edificios destrozados y otros transportados por los ríos de barro hacia las playas de Derna y áreas cercanas podrían determinar la difusión de enfermedades y epidemias, suponiendo un importante peligro por las comunidades de esas zonas.
A todo lo anterior se suma una grave escasez de agua potable, el agua necesaria para las operaciones en el hospital, generadores eléctricos y equipos y suministros médicos, así como de combustible esencial por el desplazamiento de los equipos de emergencia y de búsqueda y rescate. Sin embargo, también se ha asistido a grandes demostraciones de solidaridad desde todo el país, gracias a las cuales se ha conseguido destinar ayuda alimentaria a las comunidades más afectadas.
Fuente: The Libya Observer – Abdulkader Assad
[Traducción y edición, Pietro Scardovi]
[CIDAF-UCM]