Algunos sindicatos de trabajadores en Zimbabue han acusado a empleadores chinos de someter a sus empleados a prácticas y condiciones laborales injustas, lo que ha ocasionado una tensión cada vez más grande entre China y Zimbabue.
Varias empresas chinas han comenzado a invertir fuertemente en los sectores económicos de Zimbabue durante los últimos cinco años y a día de hoy cuentan con una gran presencia en los sectores de minería, construcción, energía y agricultura del país. En 2022, la Agencia de Inversiones de Zimbabue (Zida) informó que China se había convertido en la mayor fuente de inversión extranjera directa de Zimbabue, ya que estuvo a cargo del 76,2 % de los proyectos de 3.000 millones de dólares aprobados entre 2019 y junio de 2022.
Aunque la intervención de China en el sector económico de Zimbabue ha resultado positiva en algunos aspectos, como contrarrestar las sanciones que ha aplicado Occidente sobre el país, también ha representado problemas como, especialmente, la violación de los derechos de los trabajadores.
Los empleados zimbabuenses han denunciado torturas, golpizas, violencia de género, bajos salarios y otros tipos de violencia presuntamente ejercida por las empresas chinas. Justice Chinhema, secretario general del Sindicato de Zimbabue de los Diamantes y los Minerales, afirmó que “la forma más común de abuso es que se obligue a los trabajadores a trabajar durante muchas horas, que se les niegue la baja por enfermedad o, a veces, que se les maltrate física o verbalmente”.
La embajada china en Harare ha rechazado las acusaciones y aseguró que las tensiones se deben a las diferencias culturales y las barreras idiomáticas.
Autor: Kitsepile Nyathi
Fuente: The East African
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]
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