Este martes, 22 de septiembre de 2015, nuestro país, Malí, celebra 55 años desde que accedió a la soberanía nacional e internacional. Por este motivo, hemos acercado nuestro micrófono a una mujer luchadora que participó en las primeras líneas del combate por el advenimiento de la era democrática en nuestro país. Sy Kadiatou Sow es presidenta de la asociación «Alianza por la democracia en Malí» y antigua ministra. Actualmente es la única mujer maliense que ocupa el puesto de gobernador y es también una de las más activas militantes del Partido Africano para la Solidaridad y la Justicia (ADEMA-PASJ, por sus siglas en francés).
¿Con qué se quedaría de estos 55 años de independencia?
«Me quedo con que el recorrido ha sido algo accidentado. Hemos vivido una primera década de entusiasmo, compromiso y patriotismo con la obtención de la independencia de Malí. De 1960 a 1968 logramos salvar un período de caída, de ruptura por la violencia con el golpe de Estado. Fueron estos unos años sombríos de la historia de nuestro país, marcados por 23 años de dictadura con un régimen de partido único. Después de aquello, llegó una nueva oleada de esperanza con el advenimiento de la democracia. Una construcción de la democracia que no ha sido fácil y que aún continúa, porque sigue siendo difícil alcanzar todas las aspiraciones que teníamos en el momento de la revolución de 1991. Se trata de un proceso en curso, un sistema que se construye de manera progresiva, con sus altos y sus bajos. Desgraciadamente, desde 2012 estamos pasando por el momento más sombrío de la historia de Malí independiente. Creo que todos los malienses se están enfrentando a una situación que no nos podíamos ni imaginar. Ni en nuestras pesadillas ninguno imaginábamos que fuésemos a vivir una situación como esta. Dicho esto, no podemos estancarnos en una situación tan dramática y alarmante sin reaccionar. Como presidenta de la asociación «Alianza por la democracia en Malí», creo que todos los malienses deben, más que nunca, movilizarse por Malí. No sirve de nada cruzarse de brazos porque la situación es grave, porque dos tercios del país están aún ocupados, porque vivir en Malí es difícil, por el mal gobierno, por la corrupción, por, en resumen, todos los males que asolan nuestro país. Nadie va a venir a levantar Malí, ni a desarrollar nuestro país por nosotros. Estamos en una situación de angustia, de inquietud extrema. Mientras tanto, los malienses debemos combatir para salir de esta situación. Esto concierne a todos, sin importar su ideología política, su región de origen o su etnia. Sin Malí, ninguno de nosotros es nada. Hoy el desafío es salvar a Malí. En lugar de que la prioridad de cada uno de nosotros sea nuestro pequeño problema o nosotros mismos, que cada uno se diga que, cuando Malí vuelva a levantarse y a ponerse en marcha, todo apunta a que cada uno de los malienses se verá beneficiado. No obstante, mientras Malí se mantenga en esta situación de letargo, confusión y tan difícil de soportar, será sólo una minoría la que se beneficie. Esto no se mantendrá a largo plazo.
Incluso esos que hoy se aprovechan terminarán por hundirse con Malí. Si Malí se hunde, todo el mundo se hunde. Veremos cómo se sale de ahí. Es una llamada a todos los malienses».
Tiémoko Traoré
Malijet
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