El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, quien inició el pasado martes una mediación en la crisis en Burundi, dejó el país sin lograr un acuerdo, aunque se mantienen los esfuerzos por alcanzarlo, a una semana de elecciones presidenciales.
«El partido en el poder en Burundi y las fuerzas de la oposición y la sociedad civil acordaron negociar con celeridad e intensidad (…) con el fin de llegar a un acuerdo», dijo Museveni a la salida de Bujumbura.
Instó a los burundeses a deponer sus pasadas diferencias políticas sectarias, en aras de tranquilizar el país.
La misión de Museveni, decano de los líderes de la Comunidad de África Oriental (CAO), fue decidida por esta organización tras el fracaso de los mediadores de las Naciones Unidas.
El ministro ugandés de Defensa, Crispus Kiyonga, asumió ahora los esfuerzos de la delicada mediación iniciada por Museveni, en los intentos de impulsar las negociaciones para desbloquear la crisis.
Marcada en los últimos dos meses y medio por la violencia, un fallido golpe de Estado y enfrentamientos entre el ejército y rebeldes, la crisis se desencadenó a finales de abril pasado por la candidatura del presidente Pierre Nkurunziza a un tercer mandato.
El pasado domingo, el general sublevado Leonard Ngendakumana, comprometido con la intentona golpista del pasado 12 de mayo, admitió que sus subordinados se enfrentaron a militares leales a Nkurunziza.
La pretensión del gobernante es rechazada por la oposición que la considera violatoria de la Constitución y de los acuerdos de paz de Arusha que pusieron fin a la guerra civil en el país (1993-2005).
En medio de la inestabilidad, el Gobierno confirmó para el próximo día 21 la nueva fecha de las elecciones presidenciales, seis jornadas más tarde de la programada inicialmente para las votaciones.
«La elección del presidente de la República fue aplazada para el 21 de julio de 2015 y la campaña electoral prorrogada hasta el 18 de julio», informó la Presidencia del país en su perfil oficial en Twitter.
Organizaciones humanitarias aseguran que desde abril pasado por los enfrentamientos en la calles de Bujumbura se registran más de 70 muertes.
Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), por la violencia unas 145.000 personas huyeron de Burundi hacia naciones vecinas, al temer la reedición de anteriores conflictos.
Prensa Latina (Fundación Sur)