Por Segundo año consecutivo, Sierra Leona ha sido el último país en el Índice de Desarrollo Humanos de Naciones Unidas, en el puesto 179 de 179 países incluidos en los indicadores.
Algunos analistas aseguran que, sin embargo, Sierra Leona está avanzando en algunos aspectos y que hay que tener en cuenta el impacto de la guerra civil que vivió el país durante 11 años, para hacer un cálculo real del progreso.
El índice de desarrollo humano de las Naciones Unidas calcula el desarrollo basándose en tres dimensiones principales: una vida larga y saludable, acceso al conocimiento y un nivel de vida decente. Esto se mide mediante la esperanza de vida al nacer; la alfabetización en los adultos y la suma de las inscripciones en la educación primaria, secundaria y terciaria, además de los ingresos per cápita en términos de poder de adquisición.
La esperanza de vida en Sierra Leona es de 42 años, poco más de la mitad de la esperanza de vida en los 20 países que encabezan la lista de desarrollo. Sólo el 25 % de las mujeres están alfabetizadas, y el nivel de alfabetización de toda la población es del 37 %.
“La situación de Sierra Leona en el índice debería suponer una llamada a la acción para todo el mundo que esté interesado en el bienestar de la gente corriente de Sierra Leona”, declaró el director para Sierra Leona del Banco Mundial, Engilbert Gudmundsson.
Salud
Los indicadores de Sierra Leona en mortalidad maternal, los más altos del mundo, siguen haciendo descender al país hasta el final de la lista, según el índice de la ONU. De cada 100.000 nacimientos, mueren 1.800 mujeres durante el parto o a causa del mismo, mientras que uno de cada cuatro niños muere antes de cumplir los cinco años.
Aunque el país salió del conflicto hace casi una década, los progresos en la rehabilitación de la economía y la construcción de servicios básicos de salud y educación han ido muy lentos. Pero el gobierno está haciendo progresos en cuanto a la mortalidad maternal. El gobierno de Ernet Koroma ha desarrollado una estrategia de salud materno infantil y está colaborando estrechamente con socios como el Programa de Desarrollo y el Fondo para la Población de Naciones Unidas, además de con el Banco Africano de Desarrollo.
La estrategia incluye la descentralización de los servicios de salud, que han evolucionado de manera lenta.
El Banco Africano de Desarrollo está ayudando a abastecer los servicios de los distritos con medicinas y equipos, y ahora hay más enfermeras formadas en las clínicas de los distintos distritos, y en algunas zonas, ahora hay clínicas donde antes no existían.
Educación
En Sierra Leona sólo funcionan la mitad de las escuelas primarias, muchas de ellas en malas condiciones, y la asistencia a la escuela secundaria todavía es del 44 %, según las cifras de la ONU.
Pero las cifras del Banco Mundial aseguran que la matriculación en la escuela primaria es del 100 %, desde el 64 % que había en 2004.
El gobierno ha puesto en funcionamiento el programa de Desarrollo Nacional de la Educación y la Juventud, para mantener lo más elevado posible las cifras de matriculación en la educación primaria y reducir la diferencia sexual en las escuelas.
Pero el gobierno no tiene dinero. “Sierra Leona es muy pobre, es así de simple, la capacidad del gobierno para poner en marcha medidas de desarrollo es muy limitada”, asegura Richard Moncrieff, del grupo de expertos International Crisis Group.
Un apoyo más coordinado
“Para superar este progreso tan lento, los donantes deben dejar de financiar proyectos individuales para dirigir su dinero al Gobierno”, asegura el director regional del Banco Mundial para el África Occidental, Ishac Diwan, que añade: “El gobierno necesita estrategias nacionales para la educación y la sanidad, y para esto hay que aumentar el dinero destinado al gobierno”.
Para otros, la prioridad debería ser impulsar los ingresos desarrollando el sector agrícola, que contribuye con el 40 % a la economía total. Hasta hoy, el sector de la agricultura se ha visto obstaculizado por las malas infraestructuras, la falta de equipos y malas condiciones de mercado.
El presidente, Ernets Bai Koroma, elegido en 2007, está centrando el trabajo del gobierno en el abastecimiento de energía, pero hacer que la agricultura sea más eficiente e impulsar la producción es lo siguiente en su lista, según Diwan.
Las manzanas con las manzanas
Abdoulaye Sireh Jallow, un economista del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, ha declarado que más que comparar el desarrollo de Sierra Leona con el de países con instituciones establecidas desde hace mucho tiempo, hay que comparar su progreso desde que salió del conflicto.
“Esto dará una imagen muy diferente de la que se da en el índice de desarrollo de la ONU”, asegura, “El gobierno está haciendo esfuerzos y deberíamos centrarnos en el incremento de mejoras que se han hecho y pedir a los socios que construyan sobre ellos. Siendo conscientes de que esto podría suponer una gran diferencia para cambiar completamente la visión”.
Sierra Leona tiene importantes recursos minerales y agrícolas, pero la guerra que duró desde 1991 hasta 2002, devastó la economía, destruyó la infraestructura, y menguó la productividad agrícola, forzando a la gente a salir de sus tierras, según el Programa Mundial de Alimentos.
Las tendencias del índice de este año son prácticamente las mismas que las de los previos años. Los países en los que los indicadores de desarrollo humano estaban subiendo de manera estable, han seguido haciéndolo, y los países en los que se había producido un estancamiento o un declive, siguen en la misma situación, como es el caso de Sierra Leona.
De los 26 países que se definen como con “bajo desarrollo humano” en el último informe, 12 son del África Occidental.
Un niño nacido en cualquiera de los primeros 20 países del índice puede esperar vivir hasta los 80 años, pero si nace en uno de los 26 últimos, su esperanza de vida no supera los 49 años.
(IRIN, 19-12-08)
