Cuando contemplamos un mapa de África, observamos un continente macizo con algunos archipiélagos alrededor. En el océano Atlántico: las Islas Canarias y de Cabo Verde y en el Ecuador: Santo Tomé y Príncipe y las islas de Guinea ecuatorial. En el Índico están las islas Seychelles, la Reunión, Zanzibar y Madagascar. Comparada con las otras, parece un portaviones inmenso que defiende las costas de Mozambique.
Madagascar tiene personalidad propia. Por ejemplo el conjunto de las conferencias episcopales católicas se denomina ‘Simposio de las Conferencias episcopales de África y Madagascar.’ Y es que, si la isla está cercana de la costa mozambiqueña,(unos 400 kms. tiene el canal de Mozambique), sus gentes vinieron de Indonesia y del Sureste asiático, algunos hasta de Oceanía. Las lenguas malgaches no pertenecen a grupos africanos, como las bantúes. Yo compararía Madagascar a un inmenso navío de crucero, que encalló frente a la costa africana de Mozambique, cargado de “turistas” del Sureste Asiático.
SE ACLARA LA SITUCIÓN POLÍTICA
En los últimos años, Madagascar vivió una alternativa de dos presidentes: Marc Ravalomanana y Andry Rajoelina. Uno elegido y el otro golpista. El caso es que desde 2009, con el golpe de Estado de Rajoelina, no se habían celebrado elecciones libres en la isla roja. A estas primeras elecciones libres del año pasado se presentaron nada menos que 33 candidatos a presidente.
De los 22 millones y medio de habitantes, eran electores 8 millones. En la primera vuelta la abstención fue del 34% y en la segunda vuelta alcanzó el 50% de los votantes. Los dos candidatos más votados fueron: Robinson y Rajaonarimampianina, que en la 2ª vuelta obtuvo el 53,50% de los sufragios, mientras que su contrincante se quedó con el 46,50 % de los votos. Por tanto ganó el ministro de Economía RAJAONARIMAMPIANINA. Cosa sorprendente: En la1ª vuelta, el ministro de Sanidad, Jean-Luis Robinson había ganado con un 38,80% frente a un14,70% de su contrincante.
El partido AVANA
Por tanto, el 5 de enero, la Junta Electoral declaró vencedor al candidato Rajanarimampianina. (El apellido más largo de todos los presidentes africanos.)
DE NUEVO LA DEMOCRACIA
La crisis política fue la causa de una precaridad económica y social sin precedentes. La mayor parte de la población sobrevivía apenas con 2 $ USA diarios. El regreso a la democracia garantiza el desbloqueo de los fondos de solidaridad de los países donantes y la suspensión de las medidas punitivas adoptadas a raíz del golpe. La presidente de la Comisión Electoral Nacional Independiente de la Transición, Dª Beatrice Atal-lah declaró: “Ahora Madagascar debe volver al concierto de las naciones, para que el pueblo pueda vivir en paz y tranquilidad.”
MADAGASCAR ES CRISTIANA
Sumados los católicos a las demás iglesias cristianas se puede afirmar que más del 50% de los malgaches creen en Jesucristo. La Iglesia Católica cuenta con casi 6 millones de fieles, distribuidos en 22 diócesis, a cuyo servicio están 660 sacerdotes diocesanos, 1.300 religiosos, 4.800 religiosas y unos 15.000 catequistas.
Las vocaciones abundan. En los seminarios diocesanos hay un millar de seminaristas.
Los que aún practican la RTA < religión tradicional africana> son el 48% de la población, mientras que los musulmanes constituyen una pequeña minoría del 2%.
DECLARACIÓN DE LOS OBISPOS CATÓLICOS
La Conferencia episcopal denuncia la degradación de las condiciones sociales en la vida cotidiana, la inseguridad ciudadana, resultante de la incapacidad del Estado para asegurar la protección de la población. La ley del más fuerte que se va instalando progresivamente, los raptos de niños y el tráfico de órganos humanos.
Mons. Benjamín Ramarosón, vicepresidente de la Conferencia Episcopal ha dicho: “Se pretende instaurar el poder del dinero y por eso suceden esas cosas. Actualmente, los derechos humanos y los valores malgaches son despreciados.”
Los obispos terminan exhortando al pueblo: “Vosotros tenéis el poder. La justicia popular y los saqueos no son la solución. Vamos a construir juntos el futuro del país.”
CONCLUSIÓN
Durante la era colonial, Madagascar y la isla de La Reunión eran dos colonias francesas en el entorno del Imperio Inglés del África austral: la Unión Surafricana, las dos Rodesias (hoy Zambia y Zimbabue), Nyassalandia (hoy Malaui) y el Suroeste Africano (hoy Namibia), más algunos pequeños estados como Botsuana y Suazilandia entonces enclaves de la Unión Surafricana, constituían un bloque enorme en el cono sur del continente.
Mozambique, aunque era portugués, dependía bastante de los territorios que tenía a sus ‘espaldas’ como Suráfrica, Rodesias y Nyassalandia. Los puertos de Lourenço Marques al sur, de Beira al centro y de Nacala al norte eran y son las vías de entrada y salida de las mercancías de Suráfrica, Zimbabue y Malaui.
Madagascar quedaba aislada de este conjunto, como representante de la francofonía en el Océano Índico. Francia con sus pretensiones hegemónicas frente al Imperio Británico, no frecuentaba mucho a todo lo que ‘olía’ a inglés.
