Algunas personas de Kenia han protestado contra la sentencia del tribunal para el aristócrata Thomas Cholmondeley, porque consideran que el sistema judicial ha favorecido al hombre rico.
El juez keniata, Muga Apondi, declaró que estaba imponiendo una sentencia ligera de “ocho meses” a Thomas Cholmondeley, porque ya ha estado en prisión tres años, y ha intentado ayudar a la familia de Njoya, su víctima, con ayuda primaria y transportes al hospital.
Bajo el sistema legal de Kenia, Cholmondeley, de 40 años, todavía estará los ocho meses en la cárcel, a pesar del hecho de que ya ha estado en la prisión de Nairobi desde mediados del 2006.
Algunas personas han protestado con pancartas que decían que el sistema de justicia ha favorecido al hombre rico.
El grnajero, alto, vestifo con traje, se mantuvo impasible mientras se leía la sentencia en una sala de tribunal atestada de periodistas extranjeros, y familiares, tanto suyos como de su víctima.
El más famoso heredero de los colonos blancos de Kenia fue sentenciado a otros ocho meses en la cárcel, por haber disparado a un cazador furtivo negro que ha hecho resaltar las tensiones sobre la propiedad de la tierra y raciales que existen el país del este africano.
Cholmondeley, nieto de Lord Delamere, que llegó a Kenia desde Gran Bretaña hace un siglo, fue encontrado culpable de asesinato en el tiroteo ocurrido en 2006, de Robert Njoya, en el gigantesco rancho de la familia.
El juicio es el segundo similar, hubo otro juicio contra un aristócrata, educado en Eton, acusado de matar a un guarda forestal, en 2005.
La tierra y otras desigualdades
Este caso fue sobreseído por falta de evidencias, desatando protestas de muchos keniatas que sugerían que su país todavía tenía dos leyes diferentes, una para los ricos y otra para los pobres.
El exuberante estilo de vida del original Lord Delamere y otros colonos blancos ricos del “Valle feliz” del centro de Kenia, inspiraron un libro y la película de 1987 “White Mischief” [Traducida al español como “Pasiones en Kenia”].
Apondi reconoció la tensión que rodeaba este caso. “Este tribunal comprende el trasfondo, pero creo que el ejecutivo ya está ocupándose del asunto de la propiedad de la tierra y otras desigualdades”, explicó.
El largo juicio ha calado hondo en las sensibilidades en Kenia, donde los blancos se apropiaron de grandes extensiones de tierra de primera clase para la agricultura, durante el régimen colonial británico, hasta 1963.
Los nacionales creen que los keniatas influyentes por aquel entonces hicieron lo mismo.
Los activistas por los derechos humanos y algunos miembros de las comunidades cercanas al rancho de Cholmondeley, Soysambu, de 55.000 acres de extensión, cerca del lago Naivasha, en el Valle del Rift de Kenia, han presentado el caso como una batalla entre los ricos y los desposeídos.
(News 24, 14-05-09)