Senegal ya presume de nuevo aeropuerto , por José Naranjo

12/12/2017 | Bitácora africana

El presidente Macky Sall inaugura unas modernas instalaciones que simbolizan el principio del fin de Dakar como centro vertebrador del país

Tambores, bailes y el popular mbalax senegalés en la voz del cantante Youssou N’dour dieron este jueves ( 7 de diciembre) la bienvenida al nuevo Aeropuerto Internacional Blaise Diagne (AIBD) de Senegal, situado entre dos municipios en una amplia extensión de terreno a 47 kilómetros de Dakar. Al fin ha abierto sus pistas al tráfico aéreo tras 10 años de obras. Cientos de personas, sobre todo de los pueblos cercanos, se congregaron allí para asistir a la ceremonia de inauguración oficiada por el presidente Macky Sall, que contó con cuatro jefes de Estado y gobierno africanos como invitados de honor. Senegal ya cuenta con una nueva puerta de entrada que aspira a ser el símbolo y el centro de un nuevo país.

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El aeropuerto, no demasiado grande pero muy moderno, sobre todo si se le compara con las vetustas instalaciones del Léopold Sédar Senghor que desde este mismo viernes ha quedado cerrado al tráfico comercial, nace del empeño del expresidente Abdoulaye Wade y de la tenacidad de su sucesor Macky Sall y tiene como uno de sus objetivos descongestionar la colapsada ciudad de Dakar. Con un coste de 500 millones de euros y una capacidad de tres millones de pasajeros anuales pretende ser mucho más que un aeropuerto y convertirse en un hub intercontinental que, al mismo tiempo, estimule la prometedora economía senegalesa.

En tono solemne, el presidente Sall tomaba la palabra cerca de las dos del mediodía para agradecer el esfuerzo colectivo que ha supuesto esta obra, desde sus antecesores en el cargo hasta las empresas constructoras, primero los saudíes del grupo Bin Laden y finalmente los turcos de Summa-Limak. “Estamos en la pista preparados para el despegue con un horizonte de Senegal emergente para el año 2035. El progreso de las naciones depende de su capacidad para superar los desafíos”, ha anunciado Sall. Y este aeropuerto, sin duda, lo ha sido.

Los constantes retrasos en los trabajos, la negativa inicial de las 342 familias que tuvieron que ser desplazadas a una nueva zona y el reto que supone las comunicaciones al nuevo aeropuerto han sido palos en las ruedas. Pero lo cierto es que el AIBD ya está operativo. Antes que él vio la luz una autopista de peaje que lo une con Dakar y está en construcción una línea ferroviaria, el TER, que podrá empezar a funcionar en 2021. Asimismo, se ha habilitado todo un entramado de líneas de autobús (hasta 80 vehículos) desde Dakar, Thies y Mbour y 100 nuevos taxis han sido asignados a esta instalación.

El aeropuerto Blaise Diagne, que lleva el nombre del político senegalés que en 1914 se convirtió en el primer diputado negro africano en la Asamblea Nacional Francesa, es también uno de los pilares sobre los que se asienta una nueva ciudad que ya se vislumbra. Dakar, situada en una península que estrangula su crecimiento, ya no está a la altura de los sueños de este país. Una de las apuestas del Plan Senegal Emergente de Macky Sall es convertir la zona de Diamnadio-Diass en el nuevo centro administrativo y económico del país. Además del aeropuerto, ya cuenta con un renovado Palacio de Congresos y están en construcción un centro de exposiciones, un complejo deportivo, una ciudad ministerial, un polo industrial y miles de viviendas, entre otras infraestructuras.

Para un país sin grandes recursos naturales, al menos hasta que empiece a fluir el petróleo ya descubierto en alta mar, pero con una sorprendente estabilidad política y social, este aeropuerto representa también una apuesta decidida por el turismo, otro de los ejes del Plan Senegal Emergente. A escasa distancia de Mbour, Sally y la Petit Côte, los visitantes que quieran adentrarse en el país evitando los agobios de la capital lo tendrán más fácil que nunca. Los expertos auguran años de bonanza para el sector mientras el Gobierno pone la alfombra roja a los inversores tras rectificar su error de pedir visados.

El acto de inauguración comenzó con la visita de Macky Sall a las instalaciones, acompañado siempre de su mujer, Marième Faye Sall, y sus cuatro invitados de honor: Ali Bongo, José Mario Vaz y Adama Barrow, presidentes de Gabón, Guinea Bissau y Gambia, y el primer ministro de Sao Tomé y Príncipe, Patrice Trovoada. Todos estrenaron, entre risas y bromas, el circuito que harían, unas horas más tarde, los primeros viajeros: mostrador de facturación, control de pasaportes, filtro de seguridad y embarque. Posteriormente se realizó una exhibición aérea y la intervención de los alcaldes de Diass y Keur Moussa, municipios sobre los que se asienta el AIBD, constructores y financiadores, entre los que se encuentra el Banco Africano de Desarrollo y la Banca Islámica de Desarrollo.

El momento estelar llegó con la actuación de Youssou N’dour, que llamó a bailar a cuatro luchadores senegaleses entre los que estaban Gris Bordeaux y Lac Rose. El mbalax inundó la explanada y muchos se atrevieron con tímidos movimientos de cadera. Al final, N’dour, estrecho colaborador del presidente, le dijo en inglés: “Tú lo has hecho posible”. Por parte española se encontraba presente el embajador Alberto Virella así como una delegación del Cabildo de Tenerife encabezada por su presidente Carlos Alonso, a quien Sall agradeció su presencia en el acto.

Original en : Blogs de El País – África no es un país

Autor

  • José Naranjo Noble nació en Telde (Gran Canaria) el 23 de noviembre de 1971. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid en 1994, ha seguido profesionalmente el fenómeno de la inmigración africana hacia Canarias, tanto desde la óptica de las Islas como desde los países de origen y tránsito de los irregulares. Así, para elaborar sus reportajes, publicados en diversos medios de comunicación, ha viajado por el sur de Marruecos, el Sahara, Argelia, Malí, Senegal, Gambia, Cabo Verde y Mauritania, donde ha recogido los testimonios de centenares de personas. Por este trabajo le fueron concedidos los premios Antonio Mompeón Motos de Periodismo 2006 y el Premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española 2007, en este caso junto al también periodista Nicolás Castellano.

    Buena parte de su trabajo está recogido en los libros Cayucos (Editorial Debate, 2006), con el que fue finalista del Premio Debate, y en Los invisibles de Kolda (Editorial Península, 2009). Además, es coautor de los libros Inmigración en Canarias. Procesos y estrategias (Fundación Pedro García Cabrera, 2008) y Las migraciones en el mundo. Desafíos y esperanzas (Icaria, 2009).

    Es redacror de la revista digital de información sobre África Guinguinbali donde tiene su blog Los Invisibles , que reproduciremos en Bitácora Africana

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