Que la economía senegalesa da muestras de excelente salud desde hace ya más de un lustro no es ninguna novedad. Que la empresa española no acaba de posicionarse en este mercado emergente, tampoco. Para tratar de incentivar la entrada de las compañías españolas en el país africano, el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) ha organizado este lunes una jornada especial de partenariado, la segunda vez que lo hace en África subsahariana en su historia. “Estos encuentros se producen en países donde hay muchos proyectos en marcha y, a la vez, mucha financiación procedente de organismos multilaterales”, asegura Jaime Oraá Ruiz de Velasco, responsable de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Senegal.
Un total de 26 empresas estarán presentes este 1 y 2 de abril en el lujoso hotel Radisson de Dakar, donde podrán conocer de primera mano las oportunidades que brinda el Plan Senegal Emergente (PSE), la columna vertebral de la acción de Gobierno del presidente Macky Sall que cuenta con un extraordinario apoyo financiero de Gobiernos extranjeros como Francia, Estados Unidos, Alemania, China o Turquía, España en menor medida, y de organismos multilaterales como el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Europeo de Inversiones o el Banco Islámico de Desarrollo.
Los sectores económicos que centran este partenariado y que coinciden con algunos de los ejes prioritarios del Plan Senegal Emergente son la energía, el agua y saneamiento, las infraestructuras de transportes y la agroindustria, en los que España tiene una alta capacidad competitiva. “Hay muchos proyectos de ingeniería que pueden interesar a las empresas españolas, pero además hemos preparado una agenda que les permita reunirse con compañías locales, posibles socios, proveedores, clientes, etc. De esta manera podrán salir con una idea más clara de este mercado y les ayudamos en su proceso de internacionalización”, añade Oraá Ruiz de Velasco.
El pasado mes de diciembre, la segunda fase del Plan Senegal Emergente obtuvo 16.000 millones de euros en una conferencia celebrada en París, 4.000 más de los previstos inicialmente. La estabilidad política y este apoyo internacional han sido factores clave para que el país esté creciendo a ritmos de entre el 6% y el 7%, sólo superado por Ghana en el contexto africano. Las perspectivas, alimentadas por el descubrimiento de gas y petróleo, son aún mejores y se prevé que en 2022 se expanda a un 10% anual. “Todo lo que está moviendo el PSE hace que se dinamice la economía, a lo que se suman los yacimientos de hidrocarburos que aseguran un crecimiento continuado”, explica el consejero económico español.
Este boom senegalés salta a primera vista: el nuevo aeropuerto, autopistas de reciente construcción, un tren que estará en funcionamiento en unos dos años, la fibra óptica se extiende, la nueva ciudad de Diamnadio con su parque tecnológico, puerto de Bargny o zonas industriales. Pese a la persistencia de desajustes en la distribución de la riqueza y de altas tasas de exclusión social, con un sistema educativo que hace aguas, lo cierto es que Senegal ya podría considerarse un país de renta media si se tiene en cuenta su Producto Interior Bruto (PIB) per cápita, que se sitúa en uno 1.500 dólares al año según el Fondo Monetario Internacional.
Con todo, la existencia de una clase media emergente y de cientos de proyectos en marcha con financiación internacional, así como su condición de puerta de entrada para el mercado de África occidental, no ha sido aún suficiente estímulo para la empresa española. Existen unas 60 compañías con presencia en este país, una cifra que apenas se ha movido en los últimos años y el mantra de “existe un enorme interés” no parece concretarse nunca.
El obstáculo del acceso a contratos públicos debido a procesos de licitación de dudosa transparencia ha frenado muchos planes de expansión, algo que el escaso músculo político español en África no ha contribuido a resolver. Obama, Merkel, Jinping, Erdogan o Mohamed VI visitaron Dakar con la mirada puesta en los negocios; la última visita de un presidente español, Mariano Rajoy en 2015, estuvo marcada por la lucha contra la emigración y el terrorismo y la cooperación al desarrollo. Eso hace la diferencia.
“Ocurrirá”, dice optimista Jaime Oraá. “Asia ha dejado de ser Eldorado y África es el continente que más crece. La empresa española tiene la capacidad y Senegal reúne todos los requisitos. Hay aspectos en los que se debe mejorar, como el tribunal mercantil, reducir el acoso fiscal a las empresas extranjeras, que funcionen bien las Aduanas o que mejore el capital humano, pero las oportunidades de negocio son reales”, concluye el consejero.
Original en : Blogs de El País -África no es un país