Buenas madrugadas universales desde Roma, donde estáis todas y todos presentes:
El lunes 16 de Noviembre, fue un intenso día de trabajo en el Foro paralelo de la Sociedad Civil por la Soberanía alimentaria. A través de los 4 grupos temáticos y los espacios Mujeres, Jóvenes, Indígenas y construcción de Alianzas, fuimos definiendo nuestras aportaciones al Documento final, que se someterá a votación hoy, día 17, fecha de la clausura de nuestros trabajos. Este documento final será presentado oficialmente en la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria de los gobiernos, en la sede de la FAO, mañana día 18.
Se consensuaron puntos como concebir todo el proceso de organización campesina, la específica de mujeres, de las comunidades indígenas, los pastores, la pesca artesanal, etc con prioridad al trabajo realizado en el ámbito local, donde residen los colectivos rurales más marginados y oprimidos para, a continuación, crear estructuras regionales, nacionales e internacionales, que estén todas al servicio de los ámbitos más cercanos a las mujeres y hombres del campo y del mar, a sus familias, comunidades, etc. No deseamos un esquema inverso, con predominio de lo internacional sobre lo local.
También definimos los espacios de acción, de reivindicación de la Sociedad Civil, a través de la presencia activa, coordinada, sólida, en los diversos mecanismos del sistema de Naciones Unidas, con especial atención al Comité de Seguridad Alimentaria-CSA, que abre sus puertas a nuestra presencia autónoma. Los meses venideros serán decisivos para verificar la realidad de dicha reforma del CSA.
Se sigue con intensa preocupación el destino de los fondos del G-8 (20.000 millones de US$), aprobados para potenciar el desarrollo agrario, y que, al parecer, serán exclusivamente atribuidos a través del Banco Mundial, sin ningún proceso de consulta o de participación de otros organismos internacionales especializados, o de la propia Sociedad Civil.
La intensidad de nuestros trabajos no ha dejado mucho tiempo para seguir la evolución de la Cumbre oficial, que comenzó ayer lunes. La presencia de Benedicto XVI, como representante de valores éticos ampliamente ecuménicos y universales, pone de relieve la necesidad de que muchos gobernantes de las naciones, abandonen su mediocridad y sus intereses particulares, para estar a la altura de los grandes desafíos de nuestro tiempo, en especial la derrota definitiva de esas lacras intolerables del Hambre y la Malnutrición.
Habrá, al menos, una tercera crónica.