Los colmillos estaban ocultos en sacos que, según los registros, debían contener maní. Futuma Yusuf, responsable de los servicios aduaneros en el puerto de Mombasa, explicó de ese modo uno de los secuestros de marfil más importantes jamás efectuados en Kenya.
Según las informaciones publicadas hoy en los medios de prensa de Nairobi, a bordo de un buque que debía zarpar hacia Malasia se confiscaron tres mil trescientos kilogramos de marfil. “Los colmillos –dijo Yusuf– parecen provenir de más de 200 elefantes”. En el mismo puerto de Mombasa, el principal de Kenya, se habían confiscado mil trescientos kilos de marfil apenas una semana atrás.
El contrabando de marfil se fe fomentado por una fuerte demanda de los países asiáticos en los que son utilizados para decoración o en preparaciones de la medicina tradicional. En 1989 el comercio de marfil había sido totalmente prohibido por CITES, la organización de las Naciones Unidas encargadas de proteger las especies animales y vegetales en peligro de extinción. En 1997, sin embargo, algunos países del sur de África fueron autorizados a vender cantidades limitadas preestablecidas.
MISNA 10 Julio 2013