El presidente de Kenia se enfrenta a una enorme reducción de sus poderes, bajo el recientemente publicado borrador de la nueva constitución.
Los planes son poner al primer ministro a cargo de los asuntos de gobierno del día a día, mientras que el presidente será un jefe nominal del gobierno.
El primer ministro Raila Odinga y el presidente Mwai Kibaki, que tienen una historia de amarga rivalidad, todavía no se han pronunciado sobre si apoyarán el borrador de la constitución o no.
Kenia podría votar en referéndum la constitución el próximo mes de marzo de 2010.
Después de que se publicase el borrador, comenzó un periodo de consultas públicas de 30 días, para después dar paso a discusiones de alto nivel y una votación en la Asamblea Nacional, antes del referéndum.
Presidente “imperial”
El corresponsal de la BBC en Nairobi, Will Ross, asegura que la nueva constitución es un intento de terminar con el síndrome de “gran hombre”, mediante el cual el ganador de unas elecciones es “todopoderoso” y prácticamente imposible de destituir.
Uno de los miembros del comité que elaboró el borrador de la nueva constitución declaró que los “días del presidente imperial han terminado”.
Kenia ha sufrido horribles episodios de violencia política en los últimos años. Después de las elecciones de 2007, los seguidores de Kibaki y de Odinga se enfrentaron en sangrientos disturbios que dejaron más de 1.300 personas muertas y más de 300.000 personas sin hogar.
Los disturbios se terminaron cuando los dos rivales políticos acordaron compartir el poder, pero el acuerdo en el que se basa desde entonces el gobierno es todavía muy inestable.
Como parte del acuerdo de reparto de poder firmado, ambos se comprometieron a proponer una nueva constitución.
El último intento de formular una constitución fracasó en 2005, cuando Odinga lideró una campaña para rechazar el referéndum que tuvo éxito. Kibaki estaba a favor de las propuestas.
El presidente Kibaki, que deberá abandonar el cargo en 2012, todavía debe responder al nuevo proyecto y Odinga ha declarado que no dará su opinión porque quiere permitir al pueblo de Kenia que mantenga una discusión libre sobre el borrador.
Controversia
También se propone un plan para descentralizar el poder de Nairobi a las regiones de Kenia.
Nuestro corresponsal [el Accra Mail de Ghana] asegura que algunos keniatas verán esto como una posibilidad de obtener una porción del reparto del pastel nacional ampliada a todo el país. Sin embargo, asegura, algunos advierten que existe el peligro de que lo único que se logre sea que se extienda la corrupción a los mini feudos, como ya ocurriera en el pasado.
El proyecto de la nueva constitución mantiene los tribunales khadis, que se ocupan de asuntos de matrimonio, divorcio y herencias bajo la ley islámica. Según el corresponsal de Ghana considera que este punto puede ser potencialmente controvertido, ya que algunos líderes cristianos se oponen fuertemente a la inclusión de estos tribunales en la constitución.
Los keniatas, por lo general, tienen una visión muy poco halagüeña de sus bien pagados políticos. Mientras que ahora tienen un mes para debatir las propuestas y presentar sus opiniones, el éxito o el fracaso de la nueva constitución depende, según el corresponsal de Ghana, de que los políticos se pongan de acuerdo para hacer avanzar el país, aunque eso signifique recortar sus propias alas.
(The Accra Mail, Ghana, 18-11-09)