Según el informe publicado por la organización Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), el gasto militar mundial durante el pasado 2014 fue estimado en 1.600 mil millones de euros, representando un 2.3% del total del producto interior bruto (PIB). El gasto total resultó un 0.4% inferior al de 2013.
Debido al incremento del precio del petróleo y a los numerosos conflictos regionales, el gasto militar creció un 7% en África del Norte, un 5% en África Subsahariana y un 5% en Oriente Medio. También aumentó en Asia debido al incremento efectuado por China.
En Occidente, el gasto militar de los Estados Unidos continuó disminuyendo debido a la continua retirada de las fuerzas americanas de Afganistán y está previsto que siga disminuyendo durante 2015. En total, el gasto militar de Europa Central y Occidental disminuyó un 2% entre 2013 y 2014.
No es sorprendente que los mayores proveedores de armas entre 2010 y 2014 sean los Estados Unidos, Rusia, China, Alemania y Francia, que representan un 74% del volumen total de exportaciones de armas. El comercio de armas es una de las tensiones que originan los conflictos, como por ejemplo en el noreste de Asia.
La transparencia del comercio de armas también tiene resultados decepcionantes. El número de estados que reportaron sus importaciones y exportaciones al Registro Convencional de Armas de las Naciones Unidas disminuyó en 2014, ya que la mayoría de los importadores no han comunicado sus actividades durante los últimos cinco años. Se estima que el valor global total del comercio de armas en 2013 fue de por lo menos 68 mil millones de euros.
Si bien existen controles para disminuir el comercio de las armas que son utilizadas en conflictos, como el Programa de Acción de Naciones Unidas o el Tratado para el comercio de armas, quedan muchos países que no han firmado dichos tratados. Esta renuencia a la firma de estos tratados podría basarse en el hecho de que la reducción del número de armas resultaría perniciosa para los principales países exportadores, cuestión que podría respaldar la decisión de los EE.UU. de no firmar un embargo de armas en Sudán del Sur.
Claudia Velilla Zuloaga
[Fundación Sur]
