Los siete miembros de la recién establecida Comisión Nacional Independiente de los Derechos Humanos, CNIDH, juraron su cargo el día 7 de junio ante el presidente, Pierre Nkurunziza, prometiendo cumplir su mandato en “completa independencia e imparcialidad”. Los nuevos miembros también prometieron mostrar “total devoción a la protección y promoción de los derechos humanos”, según fuentes del palacio de Congresos de Kigobe, la sede del parlamento burundés.
Sosteniendo en una mano la bandera nacional y en la otra la de la unidad nacional, uno por uno, todos prometieron “nunca dejarse guiar por intereses partidistas” y “dedicarse por completo a la protección y promoción de los derechos humanos, en estricto cumplimiento de la constitución de la república de Burundi, la Carta de la Unidad Nacional y otras leyes en vigor”.
El establecimiento de la Comisión Nacional Independiente de Derechos Humanos en Burundi, fue alabada por las Naciones Unidas, y más recientemente por el ex vice primer ministro belga, Steven Vanackere, durante su visita a Bujumbura.
La Comisión es la primera de su clase en Burundi, donde el pueblo espera mucho de ella, al haber salido de una década de guerra civil, en la que se han cometido graves atentados contra el derecho a la vida.
(Burundi Réalités, 08-06-11)