El presidente de Malaui, Peter Mutharika, apeló por primera vez a los ciudadanos a no escribir o hablar mal sobre el país, lo que asustaría a los inversores. Lo que es obvio, Sin embargo, lo que se debe decir es que Malaui como país es capaz de contar su propia historia . Por el momento, Malaui está atravesando dificultades económicas, por lo que endulzar la situación no es necesario .
Esta mala situación económica ha llegado a los siete meses de gobierno del DPP (Partido Democrático Progresista). A este ritmo, uno puede predecir una ruptura total después de un año. La situación económica contradice las promesas del presidente Mutharika hechas durante la campaña electoral. Por encima de todas estas cosas, pintó un retrato en el que la administración de la presidenta Joyce Banda fue un completo fracaso y que él ha venido para poner las cosas en orden. Incluso pareció olvidar que fue Joyce Banda quien milagrosamente cambió la grave situación económica que el presidente Bingu wa Mutharika le dejó
Se aprecia que las aportaciones que han retirado los donantes ha contribuido a los problemas económicos. Sin embargo, desde el comienzo de su gobierno el presidente Mutharika pareció asegurar a los malauíes que no se preocuparan sobre lo que retiran los donantes tradicionales porque Malaui tiene nuevos amigos como son los rusos y otros que pueden venir a ayudar. Entonces, ¿dónde están estos nuevos amigos y que están esperando?
Así las cosas, los problemas económicos han traído muchas cosas incluyendo la inseguridad. La gente a la que roban sus propiedades los ladrones está a la orden del día. El presidente prometió encargarse de la inseguridad de una vez y por todas. Esto está lejos de la verdad y sigue siendo política retórica.
El país está ahora lleno de huelgas ya que la gente merecidamente exige aumento de salarios. Estas huelgas están paralizando el país como mínimo. Imagina, que a la gente se le niega la justicia porque la judicatura está en huelga indefinida hasta que el gobierno responda a sus demandas.
En todo esto el gobierno parece mirar a otro lado, puede ser con la suposición de que cada malauí debe saber que el gobierno no tiene dinero. Lo que derrota tal argumento es cuando uno oye de los medios de comunicación que el presidente del Estado se subió el salario un 80%., él está burlando del resto de los malauíes que sufren, y él no lo sabe todavía.
Incluso la historia del soborno a periodistas con 50.000 kwachas a cada uno, prueba la disponibilidad de dinero que parece ser accesible solo para el presidente. La anomalía en el soborno es que el presidente Muthalika aseguró a la gente durante sus campañas que su gobierno no tendría donativos ya sean de dinero, cabras, vacas, etc. Ahora llega a ser difícil creerle.
No hace falta decir que si el ejecutivo es corrupto entonces la corrupción en el país es gratis para todos. Ciertamente ha ido ahora más allá de la redención.
Lo que es más descorazonador es que algunas personas son tan ingenuas para argumentar que no importa mucho que la gente se queje, Mutharika sigue siendo el presidente. Cualquier persona sensata debería saber que el debate es sobre los malauíes que sufren bajo su liderazgo.
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El DPP debe buscar su estilo de gobierno el cual hasta ahora deja mucho que desear.
No es exagerado decir que el actual gobierno del DPP bajo Peter Mutharika está hasta ahora cayendo al fondo . Si la situación continúa como está los malauíes más pronto que tarde se enfrentarán a un fracaso frl gobierno.
Fuente . Nyassa Times