Un tribunal de Ruanda ha denegado la libertad bajo fianza de Victoire Ingabire, una líder de la oposición arrestada a principios de este mes de octubre, según declara un comunicado emitido por la oficina de la fiscalía.
“El Tribunal Intermediario de Gasabo ha rechazado la libertad bajo fianza de Victoire Ingabire, detenida por cargos que incluyen colaboración con una organización terrorista”, según el comunicado. El fiscal jefe, Martin Ngoga, ha declarado que “en público, Victoire Ingabire se disfraza de política, pero detrás del escenario opera como una líder y financiadora de terroristas”.
Ingabire, la líder de las Fuerzas Democráticas Unidas, FDU-Inkingi, grupo no registrado todavía, fue arrestada el 14 de octubre en Kigali, en base a la información dada por un ex oficial militar, acusada de “organizar un grupo terrorista”.
Según la policía, el oficial, que fue arrestado un día antes de la detención de Ingabire, en la frontera de Ruanda con la República Democrática del Congo, declaró que había recibido ayuda para “establecer un ala militar de FDU”.
El fiscal Ngoga ha declarado que la seguridad personal de Ingabire está garantizada a lo largo de todo el proceso judicial, y que recibirá un juicio justo. Ngoga agradeció a los países de la región su colaboración y pidió a otros países a los que Ruanda ha pedido información, como Bélgica, Holanda, Suiza y Estados Unidos, que cooperen en lo que el fiscal denomina “esta investigación terrorista de gran alcance”.
Ingabire, que ha apelado la decisión del tribunal, fue arrestada por primera vez en abril de este mismo año, acusada de “asociación con un grupo terrorista, negación del genocidio, promover la ideología del genocidio y el divisionismo”.
La acusación principal es la de su supuesta asociación con un grupo rebelde hutu, basado en la República Democrática del Congo, a los que Kigali acusa de estar implicados en el genocidio de Ruanda de 1994.
Tras su liberación, Ingabire ha estado bajo investigación policial y se le ha prohibido viajar fuera de la capital, Kigali, pendiente del juicio.
Las autoridades también la impidieron registrar el partido FDU-Inkingi, para presentarse a las elecciones presidenciales del 9 de agosto, que resultaron con la arrolladora victoria del presidente Paul Kagame.
CDF, un grupo terrorista fantasma
Por su parte el grupo político de FDP Inkingi, y la coalición de apoyo a la líder de la oposición ruandesa, han desestimado las acusaciones contra Ingabire, como falsas e inventadas “a la medida” contra la opositora.
Desde el comienzo de las investigaciones policiales, se ha ido cambiando la naturaleza de las acusaciones contra ella. En primer lugar la acusación clave era “negacionismo del genocidio”. Después pasó a centrarse en su implicación en varias explosiones de granadas que tuvieron lugar en la capital, Kigali, a principios de año. Finalmente, tras la aparición de un ex-oficial del ejército, que luego se convirtió en comandante de las ‘Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda’ (FDLR), un grupo rebelde activo en la República Democrática del Congo, compuesto en su mayoría por hutus, en cuya única declaración parece basarse toda la acusación, el gobierno de Kigali acusa a la señora Ingabire de apoyar y financiar a un grupo terrorista.
Según el fiscal, Ingabire está acusada, junto con el mayor Uwumuremyi, el ex miembro de las FDLR, de formar la Coalición de Fuerzas Democráticas, CDF, el supuesto grupo terrorista. Pero los defensores de Ingabire aseguran que tal grupo terrorista no tiene base, no ha actuado nunca y ni siquiera es conocido por el ejército de la República Democrática del Congo ni por las fuerzas de paz desplegadas en ese país por la ONU, razón por la cual alegan que es un montaje del gobierno para encarcelar a la líder de la oposición. También destacan la cantidad que supuestamente recibió Uwumuremyi, 1.000 dólares, para exponer lo irracionalidad de la acusación. Con esos 1.000 dólares, el ex militar que ahora es co-acusado de Ingabire, iba a, según la acusación, “Crear el grupo rebelde, entrenar al mismo y además comprar armas”.
Según el periódico gubernamental New Times, de Ruanda, el fiscal ha declarado que este caso “tiene dimensiones internacionales” y habrá más acusados, como el hombre que inspiró la película “Hotel Ruanda”, Paul Rusesabagina, al que también acusó de haber financiado y apoyado al supuesto grupo terrorista, CDF.
Rusesabagina, es la persona en la que se inspiró la película sobre el genocidio de Ruanda de 1994, un hutu que acogió a más de 1.200 tutsis, salvando sus vidas durante el genocidio. El activista es uno de los más duros críticos contra el régimen del presidente Paul Kagame y recientemente ha declarado que espera que, tras la publicación de un informe de la ONU en el que se detallan crímenes cometidos por el ejército ruandés, Paul Kagame responda ante la justicia por sus crímenes.
(News 24/New Times/otras fuentes, 27-10-10)