En los últimos años han aumentado los movimientos rebeldes en la región africana de los Grandes Lagos debido a los grandes beneficios que se obtienen del contrabando de minerales de dicha zona. Además, son los grupos rebeldes los que están al mando de la explotación y comercialización de los recursos naturales. Los beneficios que sacan se destinan al suministro de armas y reclutamiento, creándose un círculo vicioso.

El Enviado Especial de la ONU para la Región de los Grandes Lagos afirmó que los países deben cooperar y debe haber unidad entre ellos para que las minas no se conviertan en un origen de conflicto.

La semana pasada se celebró el Debate Abierto Anual sobre la Región de los Grandes Lagos del Consejo de Seguridad de la ONU convocado por Kenia, que es el país que preside el Consejo. En dicho debate, el enviado especial explicó que se “están llevando a cabo actividades de promoción para sensibilizar a los países de tránsito y destino de los minerales de contrabando a fin de que apoyen los esfuerzos de la región”.

Durante el Debate también se prestó atención al papel que debían desempeñar las mujeres en la construcción de paz y en el cese de las hostilidades por el comercio de minerales. Los países participantes admitieron que la mayoría de las negociaciones en cuestiones de construcción de paz dejan de lado a las mujeres a pesar de la Resolución 1325 que reconoce la participación de las mujeres en dichas negociaciones.

Patrick Ilunga

Fuente: The East African

[Traducción y Edición, María Torondel Lara]

[CIDAF-UCM]

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