La publicación del informe de la ONU – ya disponible en su integridad en inglés – ha puesto muy nerviosos a Ruanda y Uganda, citados expresamente como apoyos al grupo rebelde congoleño M23. Y como las desgracias nunca vienen solas, EEUU ha colocado en la lista negra al jefe militar, Sultani Makenga, de dicho movimiento rebelde. El pánico parece haber cundido en Kigali y Kampala.
A pesar de las presiones ugandesas y ruandesas tratando de bloquear la publicación final del informe, los expertos de la ONU han logrado que su versión de los hechos sobre la contrastada implicación de Kampala y sobre todo Kigali en apoyo a la rebelión M23 se haya mantenido. Ruanda persiste en negar los hechos y Uganda ya ha reaccionado amenazando retirar sus tropas de diversas misiones onusianas de mantenimiento de la paz en Sur-Sudán y en Somalia, y ha decidido cerrar el puesto fronterizo de Bunagana con el Congo. Esta última medida trataría de disipar cualquier sospecha de que las autoridades ugandeses utilizan esta frontera para ayudar a los rebeldes congoleños del M23.
Atenazados, Kigali y Kampala pasan a la ofensiva temiendo que los vientos hayan cambiado y se aproximen nuevas tormentas. El que Sultani Makenga haya sido incluido por los EEUU en la lista negra de personalidades perseguibles podría ser un primer paso anunciador de otros venideros. Es lo que se teme en las dos capitales. La decisión americana se fundamenta en que Makenga es “responsable de horrores a gran escala contra la población de RD Congo, concretamente de reclutamiento de niños soldado y de campañas de violencia contra civiles”; el coronel Makenga, por otra parte, habría violado el embargo internacional sobre las armas. La embajadora norteamericana en la ONU, Susan Rice, ha afirmado que “las sanciones de los EEUU y la ONU contra Sultani Makenga muestran que no seremos inactivos ante las atrocidades cometidas bajo sus órdenes por el M23”.
El portavoz del gobierno de Kinshasa, sin embargo, juzga estas medidas sancionadoras contra Makenga como “insuficientes” y reclama en nombre de la RDC que las sanciones alcancen a los apoyos de la rebelión perfectamente identificados, esto es, Uganda y Ruanda. “Es necesario – ha afirmado Lambert Mende ministro portavoz – que se vaya a las fuentes, esto es a Ruanda. Hay personajes mucho más importantes, más decisivos y mucho más peligrosos para las poblaciones del Kivu que Sultani Makenga; pienso por ejemplo en el ministro de Defensa ruandés (James Kabarebe)”.
Así pues, pende sobre Uganda y Ruanda la amenaza de sanciones directas. El Consejo de Seguridad ha condenado “todo apoyo exterior al M23 de países vecinos” y se muestra dispuesto a adoptar sanciones “selectivas”.
Ramón Arozarena
Fuentes: Le Potentiel, Slate Afrique, RFI