Salvador Campillo es guía de montaña, escalador, esquiador y amante del desierto. Reside medio años en Cataluña y el otro medio en Malí. En 1979 bajo por primera vez en un Land Rover a África. Le gusto Mali y las montañas de Hombori. Escalo las paredes de la Mano de Fátima, se caso con una nativa peul y desde 1993 reside en el lugar combinando salidas a los Pirineos y Alpes.
Salvador Campillo ha construido su casa en Dari al pie de la Mano de Fátima. En el camping regentado por su mujer reciben a escaladores que llegan de diferentes partes del mundo a escalar. Son cinco agujas en forma de mano, con grietas y pliegues en su interior que gracias a la sombra conforman un microclima de abundante vegetación en medio de un fuerte calor y sequedad del lugar. Fisuras y placas con más de 100 rutas de escalada, algunas de ellas de hasta 800 metros.
En 1979 bajo con un amigo en un Land Rover. Cruzaron el Sahara con la idea de llegar hasta Sudáfrica. Era agosto, la época de lluvias, el camino estaba embarrado y no pudieron conseguir el propósito pero Salvador se quedo con la idea de regresar a Malí.. A finales de ese año regreso de nuevo. En la lejanía diviso unas montañas que le fascinaron, era Hombori. Estaba decidido llegar hasta allí costara lo que le costara. El camino se le hizo más largo de lo que esperaba pero finalmente se planto bajo las paredes de la Mano de Fátima.
Un lugar que anteriormente solo había estado una expedición francesa y en 1973 los vascos Martín Zabaleta y Felipe Uriarte.
Los lugareños se extrañaban que unos blancos tomaran tanto interés por subir por sus paredes. Llegaron a pensar que en la cima se proveían de unas insólitas hierbas comestibles que era los espaguetis con los que se alimentaban.
Salva quedo fascinado por esa roca tan antigua que se levanta en medio del desierto a la que llaman la Mano de Fátima. Otro de los alicientes es la cercanía de los poblados del País Dogón. El más cercano esta a 8 kilómetros.
Salva ha volado en parapente, ultraligero y estuvo a punto sacar el titulo de piloto de avioneta. Trabajo en la base Antártica española la temporada 2005-2006. Un año antes tuvo un accidente impartiendo un curso de escalada en hielo en el Pirineo.
El hijo de Salva tiene 20 años y estudia mecánica de aviación en Cataluña. Él volverá como todos los otoños de nuevo a cobijarse a la Mano de Fátima.