Salud, divino tesoro, por Félix Pérez Ruiz de Valbuena

12/04/2011 | Bitácora africana

36 años, 1 esposa, 2 hijos y 3 días en los que no se encontraba bien. Y al tercer día resucitó a la vida eterna.
Aquí, como todos creen en Dios, o eso dicen, y están acostumbrados a que la gente se muera joven y casi de un día para otro, el duelo no parece tan duro como nos suele pasar a los blancos. Fui a dar el pésame y un sobre a la familia, que me agradecieron mucho, o como decía Alassane (en realidad se llama Lassane, pero no me acostumbro) al día siguiente: que su familia estaba muy contenta con mi visita, algo nunca visto a la fecha.
El pobre Amadé estará disfrutando de las delicias del cielo, o eso creen, y recibiendo el céntuplo de lo que en vida haya dado. Espero que no haya sido tacaño o que tuviera algo para poder dar, aunque viendo dónde y cómo vivía me temo que en la otra vida va a seguir estando a la quinta pregunta. Espero que haya unos mínimos asistenciales en el cielo.

Porque eso de recibir el céntuplo de lo que hayas dado en la tierra me parece horrible, es como una forma divina de seguir creando un abismo entre las clases sociales.
A mí me gustaba más eso de que es más difícil que pase un gordo por el ojo de una aguja (mañana mismo empiezo con el régimen) a que hagamos entrar un camello en el reino de los cielos.
Supongo que porque los camellos y el tráfico de drogas, en general, están mal vistos por el Señor, que querrá la exclusiva de los gozos pajaradisíacos, y los relaciona con la delincuencia, pero yo he conocido algún camello majete y buena persona (mi antigua dealer, sin ir más lejos). Además uno de los Reyes Magos le llevó mirra al bebé de María y creo que era algo parecido…

En todo caso lo del céntuplo, fatal.
Creo que Dios debería establecer algún tipo de algoritmo que equilibrara estas cosas, que pregunte a los de Google si tiene dudas o es un poco simple en matemáticas, no hay más que ver cómo simplificó la creación reduciéndola a 7 días (6 si quitamos los descansos dominicales), que se notan las prisas en el resultado.
Aunque luego acabó contando un poco más y los mandamientos los subió a 10, a su hijo lo tuvo de excursión por el desierto 40 días, etc…

Porque, digo yo, si nos van a dar el céntuplo, así de forma lineal, el Bill Gates, por ejemplo, se va a salir cuando llegue al cielo.
Bien por él y por todo lo que dona al tercer mundo (¿le cuenta también lo que dona a ricas Universidades americanas?), pero lo mismo ni tienen suficiente para pagarle y se acaba quedando con el sistema operativo, MUNDO 2.011 y sucesivos.
Mientras que los pobres que se mueren, literalmente, de hambre y nunca han podido dar nada se van al ‘rinchi’ a seguir muriéndose de hambre. O, con un poco de suerte, Dios, que está en todo, tiene pensado algún tipo de comedor social o similar y sistemas de atención sanitaria celestial, porque si no habrá que esperar a que Bill Gates tome el control de la situación y ponga un poco de orden.

Aquí, en Burkina Faso, no hay asistencia sanitaria gratuita, por eso la gente se muere con mucha facilidad. Y rapidito. No hay largas agonías, eso que se evitan.
Te pones malo, de cualquier tontuna, no puedes pagar médicos ni medicinas, te tomas cualquier medicina que venden en los puestos del mercado, por el suelo, que no son medicinas o están contaminadas o caducadas, pero son muy baratas, o vas a un curandero tradicional…, y unos días después nos toca ir de entierro. Y ya está: asunto resuelto.

¿Y qué hacen las autoridades al respecto?
Pues tomar medidas, como todo buen Gobierno que se preocupa por sus conciudadanos y la conciudadanía empieza por uno mismo…
Así que a primeros de año, ¡toma medidas de Sanidad!
La consulta de médico general, en los hospitales públicos ha pasado de 1.500 Fcfas a 4.000 Fcfas (un discreto aumento del 166 %). O un día de hospitalización en el principal hospital de Ouaga ha pasado de 4.500 Fcfas a 8.000 Fcfas (sólo un 77 % de incremento), pero dice que habitaciones con climatización, aseo, cama… en mi ciudad no hay de eso, no sé cuánto serán las tarifas por hospitalizarse.

Lo explicaba claramente el Ministro de Sanidad a los periodistas para que la gente pueda entender claramente porqué se hacen las cosas y que se puedan morir tranquilos, que no es nada personal, Bussines is Business. Y hay que mantener 38 ministerios y un montón de funcionarios o de médicos-enfermeros que trabajan sobre todo en la sanidad privada y cuesta encontrarlos en los hospitales públicos. Y no sabéis cómo se nota la crisis del primer mundo con la caída de las contribuciones de las que viven los afortunados altos funcionarios. Si han bajado las aportaciones habrá que sacar la pasta de otro lado, ¿no?, pues subamos los impuestos y tarifas… También se quejaba el Sr Ministro, y con más razón que un santo, de que los periódicos deben dejar de publicar SOS, o peticiones de ayuda económica por parte de gente que tiene que pagarse operaciones y no puede hacerlo. Porque, él no lo decía pero lo digo yo de lo contrario todo el periódico no llevaría más que noticias de este tipo y ¡¿a dónde vamos a llegar?!, o como se indignaba el Ministro de Sanidad diciendo “¿qué tipo de país es el que los enfermos piden ayuda a través de los periódicos?”. Parece que el Sr Ministro no sabe qué tipo de país es el suyo, él vive en otra realidad muy distinta…
Dejadles que se mueran en paz, pero no saquéis lo mío en la prensa que esto se lee, incluso en el exterior. Bueno esto digo yo que lo dirá o lo pensará, que en el periódico no venía.

Hace unos meses estuve de visita en el Hospital Público de Ouahigouya con 2 amigas, una de ellas médico.
Deprimidos. Salimos un mucho deprimidos del hospital, por así decirlo. Pedro, un amigo médico cubano, nos acompañó a visitar todas las dependencias y nos dejaron hacer algunas fotos.
Fue duro, os pego algunas de ellas.

En la parte externa de los edificios viven los acompañantes de los enfermos, porque siempre debe haber alguien con ellos por si les pasa algo, cocinan para los enfermos (y para ellos) y lavan la ropa, etc. Los enfermeros y los médicos están lo imprescindible en las salas.

Vimos, mi amiga y yo, alguna bolsa de suero y de sangre, colgadas de rústicos palos de madera, que nos dieron ganas a los dos de pinchar para evitar que se las acabaran metiendo a alguien en vena.
O como le dijo Pedro, el médico cubano, a una enfermera embarazada que había venido a consulta, “¿qué haces aquí así?, aquí no es bueno que estés, ¡vete a casa corriendo!”.

Están construyendo un nuevo hospital, no sé cuándo lo inaugurarán, pero me temo que se hará viejo antes de estrenarlo.

Las cosas aquí se hacen viejas enseguida, miradme a mí.

original en FronteraD

Autor

  • Pérez Ruiz de Valbuena, Félix

    Félix Pérez Ruiz de Valbuena. ( Calatañazor, Soria, Diciembre 1954 ) Estudió economía . Marxista-leninista de formación política, afirma que no le sirvió para hacer nada demasiado útil en la vida universitaria, salvando quizás el Festival de los Pueblos Ibéricos. Empresario familiar comparte con sus dos hermanos la propiedad de una empresa de formación. reside actualmente en Burkina Faso con la esperanza de comenzar de nuevo con proyectos que le devuelvan la ilusión. Con tres hijos y un nieto, que le hacen felices los más de los días. Y como dice Soltero y sin compromiso. Es colaborador de la Revista Digital Frontera D con su Blog Negros sobre blanco , que iremos reproduciendo en nuestra sección de Bitácora Africana, agradeciendo a Frontera D la autorización para hacerlo y por supuesto a Félix Pérez Ruiz de Valbuena

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