“Y el que tenga estas tres cosas,
que le dé gracias a Dios»
Esto decía una tonadilla popular que recuerdo de la infancia (ya llovió), lo que nunca entenderé es que la gente en Burkina Faso le dé gracias a Dios por tener todo lo contrario.
De lo del amor ya he hablado en alguna ocasión: poligamia, infidelidades sistemáticas, separaciones, divorcios, violencia doméstica, etc.
No todo el mundo claro, pero sí un porcentaje más elevado que en la vieja Europa, aunque llevado con disimulo.
Sólo en mi entorno profesional más cercano me han hablado, no lo puedo confirmar que aquí son mucho de rumores y echar la lengua a paseo hablando mal de los demás (lo sé por propia experiencia), de un par de abortos por embarazos extramaritales, violencia doméstica contra una mujer, y una niña de 3 años a la que su madre le ha practicado la excisión… y sólo llevamos un año abiertos.
Del dinero que os voy a decir: todo el mundo por aquí anda pelado. Hasta yo estoy sin un euro.
Por algo somos el 6º país del mundo, por la cola.
Pero vamos a hablar de la Salud, que es lo importante.
Porque como se suele decir a los demás para consolarles cuando te has arruinado, o te has quedado en el paro, o no tienes para pagar la hipoteca o cuando te ha dejado la mujer o de la que está enamorado se lo está montando con tu mejor amigo…: lo importante es la salud.
Aquí se muere mucha gente, bueno, como en todas partes, se acaban muriendo todos… Aunque según este informe del Mº de la Salud, la tasa de mortalidad general está estimada en un 11,8%… a pesar de todos los esfuerzos que hace el Ministerio, dicen… Pues no está nada mal, tenemos la inmortalidad al alcance de la mano… Lo mismo es cosa del periodista que será becario…
Vale, de acuerdo, lo más importante la salud. Y lo primero de todo poder respirar, no te digo…
Aunque es algo que se da por supuesto, hasta que te falla.
Y, aquí, en Burkina, falla mucho.
Porque la gente no puede pagarse los médicos ni las medicinas.
O puede, pero no se las paga, que no hay mucha costumbre tampoco.
Existe una empresa estatal, CAMEG, que es como una central de compras de medicamentos genéricos.
En principio es una buena idea: ellos venden a las farmacias y al que pague, medicamentos genéricos, más baratos que las marcas comerciales con supuestamente los mismos principios activos.
Los muy hijos de su madre citan a la prensa y sacan pecho de ello, de que han procedido a la destrucción del contenido de varios camiones con medicamentos caducados.
En un país en que la mayoría de la población no tiene acceso a la sanidad ni a los medicamentos lo menos que podían hacer es procesar a los responsables de la CAMEG por homicidios voluntarios.
¿No saben cuándo van a caducar los medicamentos y las posibilidades de venta hasta esa fecha?
¿No pueden hacer un envío de los mismos a los centros de salud rurales de los que saben que no se van a vender?
«No servir más que a la calidad», pues yo podíais dedicaros a servir al pueblo y sus necesidades sanitarias…
Son unos sinvergüenzas, por no llamarlos homicidas.
Al menos cállate la boca y hazlo discretamente.
Lo más gracioso es que muchas de esas caducidades de los medicamentos no son más que administrativas, no de los principios activos.
Cada vez que voy a España hay una farmacia donde compro medicinas para traer y me regalan bolsas enteras de medicinas caducadas administrativamente pero que siguen siendo válidas para curar y se pueden utilizar.
En fin, una cosa más a cambiar en este país de mis amores, que está acabando con mi dinero y mi salud.
Menos mal que podemos ponernos en manos de alguna de los miles y miles de Asociaciones-ONGs que existen en el país para ayudar a los desfavorecidos. El nombre de esta asociación ya lo dice todo:
«Organización Mundial de Adoradores y Personas Elegantes Cristianas»
PS.- Quiero aprovechar para mandar un abrazo inmenso, como su corazón, a una amiga y seguidora fiel de estos posts, Julai, y que siempre me ha apoyado incondicionalmente.
La salud puede estar jugándole una mala pasada, pero tiene el amor de todos los que la conocemos.
Un besazo enorme, querida Julia, y todo el cariño de Asséto y mío.
Original en FronteraD
