Sabiduría Africana. Una sabiduría transmitida oralmente , por Paquita Reche, mnsda

21/07/2010 | Cuentos y relatos africanos

El deseo de saber, junto a la necesidad de dar cohesión y hacer perdurar el grupo social, es común a toda la humanidad.

El hombre del África negra, como el hombre de todas las culturas, se ha interrogado sobre el mundo que le rodea, ya se trate de manifestaciones de la naturaleza o estructuras socio-culturales. Ha buscado la explicación de esos fenómenos, hechos y situaciones.

De los interrogantes, sobre el por qué y el origen de las cosas y de las costumbres, ha nacido una sabiduría que explica el mundo, las relaciones que el hombre mantiene con él y las relaciones que los hombres deben mantener entre sí.

Esta sabiduría, no sólo explica, sino que también justifica las estructuras sociales y los valores que toda sociedad tradicional quiere conservar y transmitir para perpetuar el modelo.
De la transmisión del saber adquirido a las futuras generaciones depende la vida le las sociedades.
Modos de transmisión y papel jugado por los ancianos
Al no poseer escritura, toda la sabiduría, acumulada desde siglos para explicar lo desconocido y dar cohesión a la comunidad, ha sido transmitida oralmente de generación en generación.
El sabio es el hombre al que la experiencia y la reflexión sobre ella, han dado un saber que tiene que transmitir a los más jóvenes. En África con el nacimiento se adquieren derechos ligados a la familia y al rango. La sabiduría se adquiere. Ni las canas ni el tener muchos años son garantía de sabiduría. La inteligencia y el saber no son un derecho de nacimiento, es necesario adquirirlos. El hombre sabio se hace asimilando el patrimonio cultural, escuchando a los que nacieron antes que él. Aquí está encerrado todo el sentido de la tradición y el papel que juegan los ancianos en su transmisión.

Los ancianos son al mismo tiempo depositarios y transmisores de esta sabiduría, a los más jóvenes. Ellos han sido en el África tradicional la correa de transmisión de la sabiduría de una generación a la otra y los que han asegurado su fiel transmisión. Como bien dice Hampate Bâ, ellos son las “bibliotecas” de la tradición oral.

La importancia de los ancianos en la transmisión de la sabiduría está reflejada en muchos proverbios. Sirvan de lo que nos dicen algunos de ellos recogidos en áreas culturales muy distintas:

– “El arquero no vino al mundo con arco” (Kikuyu)

– “Quién escucha la voz del anciano es como un árbol fuerte; quién tapa los oídos es como una rama al viento” (Maasai)

– “Una juventud que no cultiva la amistad con los ancianos es como un árbol sin las raíces” (Ntomba)

– “Hay más sabiduría escuchando que hablando” (Kikuyu)

– “El ojo no lleva carga pero sabe cuánta puede soportar la cabeza” (Wolof)

– “Es el corazón el que indica a los pies el camino que tienen que seguir”

– “Al anciano no se conoce por el ojo, se conoce por la oreja” (AO)
Modos de transmisión

En África, una sabiduría milenaria, nacida de la reflexión sobre la observación y la experiencia, pasa de una generación a la otra por la palabra. El saber y el saber ser y el saber estar se transmite con proverbios, cantos, mitos, leyendas y cuentos. La riqueza de este patrimonio es enorme. Existen miles de relatos, algunos de contenido muy próximo a los relatos que nacieron en otras áreas culturales del Mundo Antiguo. Esta transmisión se hace de modo institucionalizado en las iniciaciones y de un modo informal en los encuentros cotidianos. Los modos de transmisión tienen su propio género literario y código de interpretación.

Los proverbios, son pensamientos colectivos que con frases lapidarias expresan experiencias vitales. Terminamos de leer una serie de ellos aplicadas a resaltar la importancia de los ancianos en la transmisión del saber.

Los proverbios están marcados por el realismo, la vitalidad y el sentido de humor africano. Muy gráficos evocan con imágenes fuertes de la sociedad rural en la que han nacido situaciones familiares y transmiten valores y consignas para la vida personal y social. Las conversaciones cotidianas están acompañadas de dichos que ilustran situaciones, ponen en guardia, aconsejan.

– “Quién come solo muere solo” (Akamba)

– “Más vale que los dientes no riñan con la lengua” (Baulé)

– “El cuchillo demasiado afilado desgarra su propia vaina” (Bambara)

– “La marca que produce el látigo desaparece; la huella de la injuria jamás” (Malinké)

– “Aunque vayas a cazar elefantes, recoge el caracol que encuentres en el camino”

– “No preguntes al cazador qué tal le ha ido, si lo ves regresar con setas”. (Ashanti)

“La mejor bendición para el trabajo es una calabaza llena de sudor” (Bambara)

Los cantos que acompañan trabajos y ceremonias, también trasmiten enseñanzas sobre la historia familiar y consejos para la vida.
En África Occidental los cantos que acompañan el trabajo agrícola son muy importantes. Presentan el trabajo como una bendición que permite vivir y alaban el esfuerzo de los trabajadores.

Los relatos en prosa mitos, leyendas y cuentos tienen una intención didáctica directa y su estructura narrativa es bastante parecida. Aparecen en otros contextos como pueden ser las iniciaciones, momentos fuertes de formación y que merecen ser estudiadas por lo que significan, trasmiten y cómo lo hacen. De un modo más informal y con un carácter lúdico añadido encontramos los cuentos, especialmente en las veladas al claro de luna o alrededor del fuego.

Los mitos y las leyendas explican lo desconocido y responden a las preguntas esenciales que los hombres se han hecho desde antiguo: ¿Por qué el dolor, la miseria, la muerte, la diferencia de sexos…? ¿Dónde está la felicidad? ¿Por qué tal estructura social…? ¿Por qué tal manifestación de la naturaleza o de la técnica?
Los mitos suelen ser cortos. Sirvan de ejemplo dos recogidos en Burkina Faso por el músico e investigador Joany Sanón, sobre el origen de la música:

“Durante un periodo de hambre, Dios dio una flauta a la liebre, una pequeña flauta. Cuando ordenaba a la flauta que cantara, su canto producía grano abundante. Así la liebre se convirtió en bienhechora de la humanidad.”

“También durante un periodo de hambre, el demonio dio a la hiena un tam-tam cuyo sonido producía la muerte y sucedió que durante este tiempo de hambre, la hiena encontró su alimento cada día, tocándole tam-tam ante sus víctimas que morían.”

Estos mitos nos dicen el origen de la música y su significado. La música es una revelación, un aspecto de lo divino comunicado por los espíritus, los genios y los antepasados. Es una revelación para dar vida, para hacer vivir una comunidad. Cuando el músico toca la flauta, el tam-tam o el balafón ante alguien, es para despertarlo y darle vida. Sin música no hay vida, pero, la música como toda realidad humana es ambivalente: acompaña la vida y la muerte.

Los cuentos africanos, como los cuentos nacidos en otras sociedades, son muy importantes para transmitir los valores y las reglas que rigen en la sociedad. Suelen ser intrigas en las que los personajes pueden ser humanos, animales u objetos que hablan y se comportan como los humanos. Por su estilo concreto y el papel que tiene la imaginación, los cuentos juegan un importante papel pedagógico. Despiertan interés, son fáciles de memorizar y el mensaje que transmiten es fácil de comprender.

Con ellos se transmiten de un modo concreto y divertido los valores y las reglas que rigen la vida de la comunidad. En los cuentos se recurre a cosas del entorno natural con las que el niño está familiarizado. La mayoría de las veces los personajes de los cuentos son animales a los que se prestan actitudes y sentimientos virtudes o vicios de los humanos. El protagonista es castigado o recompensado, triunfa o fracasa, es objeto de reprobación o de alabanzas. De este modo se refuerzan los valores que se quieren transmitir y se enseña a evitar actitudes y vicios que perjudican la vida social.

Los animales que aparecen reflejan el medio en el que el cuento ha nacido, sabana o bosque y podemos encontrar variantes de cuentos que transmiten el mismo mensaje, en función de eso. Los vicios o virtudes que encarnan los animales suelen ser más universales.
Por ejemplo la hiena representa la estupidez.

La liebre representa la inteligencia y la astucia pero su vanidad y precipitación puede jugarle malas pasadas.

A la tortuga se le atribuyen el realismo y la humildad de saber aceptar su condición. Como dice un proverbio: “La tortuga nunca se jactó de tener un cuello esbelto”. También se le atribuyen astucia y sabiduría.
El mono aparece muchas veces como un animal poco serio, frívolo y poco de fiar, que ante todo piensa en divertirse y en jugar.

Los cuentos tradicionales son esencialmente lecciones de vida bien concretas. Otros cuentos más modernos se inspiran en los cuentos tradicionales para abordar problemas de orden metafísico, como los que escribe el filósofo François Xavier Damiba, sobre el tiempo la felicidad, la muerte, el corazón del hombre.

Los cuentos africanos de ayer y de hoy nos ponen en contacto con la sabiduría africana que es patrimonio de la humanidad. Reflejan respuestas a la búsqueda incesante del hombre de lo que deben ser sur relaciones sociales, sus relaciones con la naturaleza y con lo trascendente. Veremos algunos ejemplos.

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