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Inicio > REVISTA > Cultura > Cuentos y relatos africanos > ![]() ![]() Reche, Paquita Nació en Chirivel (Almería). Estudió Magisterio en Almería, Licenciaturas de Pedagogía y de Filosofía, en la Complutense de Madrid. Llegó por primera vez a Africa en 1958 (a Argelia): después estuvo en Ruanda, Guinea Ecuatorial y desde el 1975 en Burkina Faso. En África trabajó como profesora en el Instituto Catequético Lumen Vitae de Butare, Profesora de enseñanza secundaria de español y filosofía; Universidad Popular (filosofia). También ha colaborado con Asociaciones de mujeres y con niños de la calle en Burkina Faso. Está en España desde 2004, actualmente, en Logroño. Colabora con la revista de los misioneros de África "Africana", Los Comités de Solidaridad con África Negra y con Rioja Acoge. Sabiduría Africana: Cuento de Burkina Faso - El leopardo, el mono y la liebre , Traducido y presentado por Paquita Reche, mnsda
18/01/2011 - En este cuento de la tradición oral del Oeste africano, Burkina Faso, aparece un leopardo, depredador temible y respetado por su agilidad y su fuerza, pero que, se convierte en un ser débil al ser puesto en ridículo por un mono. Este animal es considerado como imprevisible malicioso y frívolo, que piensa ante todo en divertirse. Por último aparece una liebre, el más pequeño y de los tres animales, cuya astucia e inteligencia suple con ventaja a la fuerza para salir airoso de circunstancias difíciles. Había una vez un leopardo que tenía que vender un buey y decidió venderlo al .mono negro que vivía con su familia en la colina. Así es que un día bien temprano cogió el buey y se fue con él para proponérselo al mono negro. Tuvieron una gran palabra para ponerse de acuerdo sobre el precio y el mono lo compró a crédito el buey. Convinieron el día que sin falta se pagaría la deuda. Cuando llegó el día el leopardo muy contento fue a la cita. -¡Buenos días amigos!- Dijo el leopardo saludando a la gran familia mono. -¡Buenos días! - Respondieron todos los monos a coro. -Vengo para buscar el dinero de mi buey- dijo la pantera Los monos se agruparon y empezaron a cantar y bailar. -Aquí nos tienes, todos tenemos el mismo color, la misma cabecita, los mismos ojillos, la misma colita. Sólo uno de nosotros tiene una deuda contigo. Si quieres ser pagado tienes que encontrarlo. Y repetían y repetían el canto sin dejar de bailar. El leopardo no sabía como hacer y se volvió a su casa llorando. Y cada vez, cada vez, que volvió a reclamar su deuda, los monos bailaban y cantaban la misma canción. Así, una y otra y otra vez. Hasta que un día, volviendo de la colina de los monos completamente desorientada y llorando como siempre, se encontró con una liebre. El leopardo intentó atrapar a la liebre para devorarla, pero cuando estaba a punto de cogerla, abandonó la persecución. La liebre sorprendida, se paró en seco, miró al leopardo, volvió sobre sus pasos y le preguntó: -¿Leopardo, por qué estás tan triste? – El leopardo le contó que había vendido a crédito un buey a un mono negro y que cada vez que iba a cobrar su deuda, los momos se burlaban de ella y la desafiaban a que encontrara al que había comprado el buey y cantaban la misma canción: -Aquí nos tienes, todos tenemos el mismo color, la misma cabecita, los mismos ojillos, la misma colita. Sólo uno de nosotros tiene una deuda contigo. Si quieres ser pagado tienes que encontrarlo.
El leopardo le dio el cauri y la liebre le explico que pronto podría reconocer a su deudor por el cauri blanco que llevaría alrededor del cuello. Sin perder un instante la liebre, llegó a casa de los monos. Hizo los saludos habituales y les contó su encuentro con la pantera que iba llorando. -Me han dicho, que uno de vosotros tiene una deuda ton el leopardo, - dijo muerta de risa -. ¡Si yo supiera quién es el que le ha hecho esta jugarreta al leopardo, se convertiría en mi amigo y le haría un regalo! -¡Soy yo! La liebre puso el cauri alrededor del cuello de mono y le dijo. -Amigo mío, están muy guapo con este adorno que resplandece alrededor de tu negro cuello .La próxima vez que el leopardo venga, ponte en primera fila, ¡así podrás reírte más y mejor de ella! Al día siguiente, volvió leopardo a la colina de los monos, saluda y reclamó de nuevo el dinero que se le debía. Una vez más, los monos se pusieron a bailar y a cantar mofándose del leopardo.
El mono que llevaba el cauri al cuello, reía más que los otros y se acercaba al leopardo exhibiendo su collar. El leopardo dio un salto y lo cogió. Los demás huyeron chillando hacia el río. Desde ese día los monos negros viven allí.
Comentarios
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![]() ERIKA DIAZ comentó de Sabiduría Africana: Cuento de Burkina Faso - El leopardo, el mono y la liebre , Traducido y presentado por Paquita Reche, mnsda ... En la escuela le dejaron a mi hijo una obra y representamos èsta. Mi hijo le hice su disfraz de leopardo y al maestro le encantò el contenido. Agregar un comentario |
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