¿ Sabes cuando te vas a morir ? (2), por Nuno Cobre

8/01/2015 | Bitácora africana

Reseña literaria de ‘Por qué nadie sabe cuando morirá’ de Wilton Sankawulo (2) de (2) –

Casarse aparece como otro de los temas recurrentes del libro. Por ejemplo, en Who shall take the bride se hace perentoria esta necesidad en una historia que acaba de forma sorprendente. Así, ya que no hay manera de decidir quién de los tres pretendientes debería casarse con una soltera muy deseada en la comunidad, Sankawulo acaba de esta forma el cuento, “Perhaps, dear reader, you could be the best judge of the case”. En el cuento que da título al libro, Why nobody knows when he will die, se nos dice que nadie sabe cuando morirá porque anteriormente la gente lo sabía hasta que un rey que no se quería morir todavía se quejó a Dios y le dio muchos problemas a la muerte, la cual le venía constantemente a recordar que se tenía que ir.

En Had Animals known, se nos dice por qué el leopardo se convirtió en el enemigo de muchos animales. En otro cuento como en Mister Spider’s charges, surge una de las eternas preguntas, “¿por qué Dios permite las desgracias?”. Pero Dios las justifica cuando Mr. Spider va al cielo y pregunta. Dios dice que sus propios hijos mueren para probarle al mundo que la muerte no es una tragedia sino una forma de que los hijos regresen a casa. En The Secret, se narra la guerra entre golas y kpelles y la historia de dos hermanos que sufren la pérdida de su madre. Después de un tiempo en el bosque se les ofrece dos esposas que luego son devoradas en un río aunque finalmente recuperadas. Una de ellas morirá posteriormente pariendo. Uno de los hermanos vuelve a la guerra, a pesar de todo. En este cuento hay claros componentes de realismo mágico.

En There’s nobody like a parent, dos hijos abandonan a sus padres porque éstos son muy pobres y ellos pretenden abrirse camino. Serán más adelante acogidos por un Chief que no supera una prueba de fidelidad a la que los hermanos le habían sometido. La madre ya había fallecido de un ataque al corazón. Al final los hijos se arrepienten de todo y además el padre los rescata de la muerte y los tres acaban juntos. En The hunter’s wife se narra la historia de un hombre celosísimo que va perdiendo la cabeza poco a poco, hasta que finalmente es asesinado en el bosque.

A pesar de que el título incluya un subtítulo que reza, “y otros cuentos de Liberia”, lo cierto es que es difícil afirmar rotundamente que estos relatos suceden en Liberia salvo en The Secret donde se refiere claramente a una guerra entre golas y kpelles. Es cierto que se nombran otras aldeas que pueden ser liberianas, pero desde luego no son las más conocidas. Por otro lado, me pareció un tanto limitado que varios cuentos empezasen igual, “Once there lived”, que viene a ser una especie de “Érase una vez”. En otro orden de cosas, me llamó también un tanto la atención que los propios negros consideren al color blanco como sinónimo de limpieza, pulcritud. Así, en Why nobody knows when he will die, se puede leer “the streets were well made and everything was white and beautiful”. En definitiva, pasé un buen rato con Sankawulo.

Original en : Las Palmeras Mienten

Autor

  • Sin que nadie le preguntase si estaba de acuerdo, a Nuno Cobre lo trajeron al mundo un día soleado del Siglo XX. Y ya que estaba por aquí, al hombre le dio por eso que llaman vivir.

    Sin embargo, durante mucho tiempo creyó Nuno que el mundo era sólo eso, sólo eso que se presentaba de manera circular y hermética ante sus ojos. Se asfixiaba. A veces. Pero algunos viernes o lunes por la mañana, una vocecita fresca y lejana le decía que habían otras cosas por ahí, que debían haber otras cosas por ahí.

    Y un día Nuno Cobre salió y se fue a la Universidad, y un día siguió viajando y al otro también, y al otro, mientras iba conociendo a gente variopinta y devorando libros sin parar… Entonces descubrió con un cierto alivio que no estaba solo. Que habían más. Cuando llegó la hora de elegir, Cobre decidió convertirse entonces en viajero sólido y juntaletras constante, pero quería más, un más que venía del Sur. Y fue así como el latido africano empezó a morderle tan fuerte que una noche abrió la puerta del avión y se bajó en un país tropical. África.

    Los temores. Llegó con cierto temor a África influenciado por la amarilla información occidental ávida de espectáculos cruentos y de enfermedades terminales. Y resultó que en lugar de agitarse, a Cobre se le olvidó la palabra nervios a la que empezó a confundir con un primo lejano. Y así fue como se llenó de paz, tiempo y vida.

    Tras varios años en África, Nuno Cobre sólo aspira a lo imposible: vivir todas las experiencias mientras le da a la tecla, a los botoncitos negros del ordenador que milagrosamente le proyectan un nuevo horizonte cada día.

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