La compañía estatal rusa de venta de armas, Rosoboronexport, ha declarado estar preparada para la venta de armas rusas al nuevo estado independiente africano, que busca fortalecer su capacidad en materia de defensa.
El día 13 de octubre, una delegación de la empresa estatal rusa se reunió con el presidente de Sur-sudán, Salva Kiir Mayardit, en Juba, para discutir la cooperación militar entre ambos Estados.
En una alocución televisada por la Agencia de Noticias de Sur Sudán, el Secretario General de la compañía rusa declaró que su país está dispuesto a apoyar 10 programas en el Sur Sudán, que incluyen la defensa, el desarrollo del proceso constitucional y de infraestructuras.
Rosoboronexport es la única compañía rusa autorizada para la exportación de material de guerra, servicios y tecnología de uso militar. Integrada como un órgano del Ministerio de Defensa, y su estatus garantiza el visto bueno del Gobierno ruso.
Rusia mantiene cooperación tecnológica-militar con más de 100 países del mundo.
La oferta rusa de cooperación en defensa llega tan solo unos días después que una delegación del Departamento de Defensa de USA hayan estado en Juba, con el mismo propósito. El lunes había tenido lugar la reunión de los americanos con el ministro de defensa de Sur Sudán.
En septiembre de 2010, el portavoz del ejército de Sur Sudán declaró que su gobierno había adquirido 10 helicópteros rusos. Meses después, su homólogo en el SPLA añadió que los aparatos podrían ser de enorme utilidad para fortalecer la frontera con el norte.
Pese al apoyo americano a la reestructuración del Sudan People’s Liberation Army (SPLA, la guerrilla reconvertida hoy en ejército oficial del Sur) la mayoría de sus armas son rusas (AK-47 y vehículos Dragunov).
Fue el incidente con los piratas somalíes en 2008 lo que puso al descubierto la compra por Sur Sudán de tanques rusos, cuando estos fueron secuestrados en el barco ucraniano que los transportaba. Se trataba de 33 tanques T-72, junto a 42 cañones antiaéreos y más de 800 toneladas de munición.
(Sudan Tribune, 15-10-11)
Traducción: Santiago Izco Esteban.