Ange Rémy Prince Twiringire, de 12 años, cursa sexto de primaria y reside en el campo de refugiados de Mugombwa, que acoge a 11.356 personas, la mayoría de la RD Congo. Su asignatura favorita es el inglés, pero sueña con convertirse en médico o profesor universitario. En sus manos lleva una tableta, que usa con alegría y facilidad en sus clases de tecnología. El aparato digital ha resultado un factor clave en el desarrollo académico de Ange, como demuestran los datos:
“Desde que uso la tableta en clase mis resultados han pasado del 71 % al 76 %. El profesor nos prepara las clases que encontramos en la tablet. Aprender así es más fácil, y sacamos mejores notas en las pruebas y exámenes”.
El profesor de tecnologías de la información y comunicación (TICs) explica cómo, una vez preparada la lección en su portátil, se conecta a internet y la manda a las tabletas de sus alumnos. Los niños, por su parte, se conectan a la plataforma Profuturo, una fundación española que ha ofrecido tabletas y portátiles a los estudiantes de los campos de refugiados de Ruanda. Por medio de una contraseña, los estudiantes acceden a los contenidos del día para después responder a las preguntas sobre los ejercicios explicados. Aquellos que terminen temprano pueden usar el resto de su tiempo en su ordenador, navegando en internet o usando otros programas.
Más de 3.000 niños han comenzado el curso académico en la escuela de Mugombwa, de los cuales el 70 % son refugiados, en grupos de mañana y tarde. El director de la escuela, Jean de Dieu Harindintwari, explicó que más de 100 profesores trabajan en el centro, que imparte clases a nivel de infantil, primaria y secundaria. A su vez, y gracias a las contribuciones de entidades como ACNUR, WPF, World Vision y ADRA, todos los estudiantes almuerzan en la escuela. El campo de refugiados de Mugombwa alberga a 11.356 personas refugiadas que escapan de la inestabilidad política en el Congo.
Fuente: MA News
[Traducción y edición, Jorge Moral Vidal]
[CIDAF-UCM]