El pasado viernes 15 de abril, se inició en el Makerere Institute of Social Research (MISR) un grave desencuentro entre los órganos superiores de la institución y una de sus académicas, la Dra. Stella Nyanzi.
Ese mismo día, fue clausurado el despacho de la doctora por decisión unilateral del director ejecutivo del MISR, el profesor Mahmood Mamdani. La orden del máximo responsable fue tomada después de que la Dra. Nyanzi se negara a dar clases a los estudiantes del doctorado en filosofía que se imparte en la Universidad de Makerere. La argumentación del director para tomar esta decisión es que si la doctora tan sólo quiere dedicarse a la investigación académica y personal, le basta con hacerlo en la librería de la universidad, mientras que los despachos sólo sirven para aquellos que también son docentes en el centro.
Después de este episodio, la Dra. Nyanzi decidió presentarse en la universidad con numerosos reporteros el siguiente lunes, 18 de abril, para denunciar la violación a sus derechos laborales y la opresión que viven algunos académicos desde que Mamdani ocupa el cargo. El momento álgido de la protesta ocurrió cuando la policía se presentó en el centro y la doctora decidió quitarse la ropa y quedarse completamente desnuda delante de todos para mostrar su disconformidad con toda la situación. A raíz de esta actuación, el revuelo estaba servido.
Numerosos defensores y detractores de la política que está llevando a cabo el director ejecutivo han saltado a los medios para expresar su opinión. Ambos implicados en el conflicto se han manifestado en sus respectivas redes sociales para defenderse y atacar al otro. Aunque, a priori, parece que la batalla la ha ganado la Dra. Nyanzi porque su despacho ha sido finalmente reabierto.
Por otra parte, el viceconsejero de la Universidad de Makerere, el profesor Ddumba Ssentamu, ha abierto una comisión de investigación para esclarecer los hechos, con lo que la respuesta del director ejecutivo del MISR no se ha hecho esperar. El martes, 19 de abril, éste publicó un comunicado donde opinaba sobre dicha comisión de investigación. “El viceconsejero, John Ddumba Ssentamu, no goza de la autoridad moral suficiente ni de la objetividad como para abrir tal comisión de investigación. (…) Él toma partido en el conflicto dada la relación familiar con la Dra. Stella Nyanzi. El viceconsejero debería apartarse del caso. De esta manera permitiría a la comisión llevar a cabo una investigación imparcial así como examinar su propia conducta que incita y fomenta la insubordinación, no sólo de la doctora Nyanzi, sino de otros académicos y estudiantes en contra de la dirección del MISR”.
Siguiendo con la culpabilización de la Dra. Nyanzi, “Increíblemente, la comisión omite totalmente los hechos ocurridos el pasado lunes que han hecho cambiar la situación del MISR y que han afectado a su posición de valor en el mundo académico internacional. La Dr. Nyanzi cometió delitos contra la propiedad, profirió insultos a los altos cargos del MISR e intimidó a numerosos trabajadores y estudiantes de la universidad con total impunidad”. Terminando por aclarar que el MISR no colaboraría de ninguna manera con dicha comisión, “la comisión ha sido creada para investigar la gestión y dirección del MISR y no a la Dr. Nyanzi, para investigar al director ejecutivo y distraer la atención de los graves hechos ocurridos el lunes creando una gran crisis en el MISR. (…). Por todo lo expresado, el MISR no cooperará con la comisión de investigación del viceconsejero de la Universidad de Makerere”.
Como era de esperar, la Dra. Nyanzi quiso expresar su opinión respecto al comunicado y a todo lo acontecido con un extenso publicado en su perfil de Facebook del que se puede extraer lo siguiente para entender su postura respecto al conflicto, “El escándalo, disgusto, enfado y el horror son parte de la munición de la protesta social y de los que no gozan de poder. (…) La batalla contra las ineficiencias sistémicas y las estructuras tóxicas de la Universidad de Makerere apenas acaba de comenzar. Voy a luchar hasta ver el cambio que deseo”.
Como se ha comentado, los protagonistas no son los únicos que se han manifestado públicamente, sino que lo han hecho tanto defensores como detractores de ambos. Para entender el alcance de la situación, el conflicto ha llegado hasta el líder de la oposición de Uganda, Kizza Besigye (Forum for Democratic Change) que ha querido manifestar su apoyo a la Dra. Nyanzi retuiteando la imagen de la doctora entrando de nuevo en su despacho de la universidad.
Aunque por el contrario, cabe destacar la defensa al director ejecutivo Mamdani por parte de Yusuf Serunkuma, estudiante y académico de la Universidad de Makerere. Serunkuma da numerosas razones de peso para creer que el incidente del lunes fue totalmente premeditado por la Dra. Nyanzi, “Después de decir que me considero amigo y compañero tanto de Mahmood como de Stella, creo que la actuación de ella después de todo ha sido un engaño Y cabe decirlo porque como parte del mundo académico que soy, creo que ha causado graves e inmensurables consecuencias. (…) Voy a esclarecer los hechos: en primer lugar, Mahmood envió una carta a Stella advirtiéndole que el 15 de abril debía dejar libre su despacho para un nuevo profesor, pero en ningún caso, él dio la orden de bloquear su puerta e impedirle el paso. En segundo lugar, los trabajadores del MISR aseguran que no había ninguna puerta cerrada con la intención de impedir el acceso a la Dra. Nyanzi; y en tercer lugar, sé que toda la actuación del lunes y el comunicado en Facebook ha sido por interés personal de Stella”.
Para acabar, recalca que la puerta que Stella señala que está cerrada para impedirle el paso a su despacho, es una puerta que da acceso a un pasillo de la universidad donde se encuentran otros muchos despachos de otros profesores. Es decir, la puerta que muestran las imágenes NO es la de su despacho. Y por otro lado, señala que la razón por la que ciertamente esa puerta estaba bloqueada era porque era muy temprano por la mañana y los trabajadores del centro aún no habían empezado su jornada. Es decir, esa puerta estaba cerrada pero no para impedirle el paso a ella sino porque aún no había empezado la jornada laboral en la universidad.
En conclusión, sigue habiendo muchas preguntas en el aire para esclarecer los hechos ocurridos la semana pasada en el MISR. La resolución definitiva del conflicto sigue siendo incierta pero según Mamdani, ésta pasa por cumplir tres requisitos: crear una comisión imparcial de consultación en lugar de investigación; transferir a la Dr. Nyanzi a otros órganos de la universidad que no tengan que ver con el MISR; y por último, tener en cuenta la opinión de todos los implicados (estudiantes, investigadores, profesores y trabajadores) en el proceso de resolución, todo ello después de iniciar el segundo semestre en mayo para respetar el curso lectivo y el orden institucional de la universidad.
Tiziana Parra