Debido a los recientes asesinatos en el sureste de Nigeria, las peticiones para la eliminación de los pastores Fulani de la zona son incesantes. Para hacer frente a las protestas, Ogbonnaya Onu, el Ministro de Ciencia y Tecnología, se reunió ayer con los miembros de “All Progressives Congress” (APC), de la región sureste.
Hablando con la prensa después de la reunión y según los informes recibidos, el ministro pidió a los ciudadanos ser pacientes y confiar en el presidente, que está tomando medidas para detener la matanza.
El ministro defendió a los Igbo que son globalmente conocidos como pacíficos y anti-violencia.
Según él, la situación no es agradable, sin embargo, «el gobierno federal está deseoso de lograr una nación pacífica, unida y fuerte». También según los informes, hizo un llamamiento a los jóvenes para que estos no se tomaran la justicia por su cuenta y permitieran al gobierno la aplicación de la ley. Si bien es muy adecuado abogar por una nación unida, el gobierno tendría que ser más realista en su enfoque.
Los pastores, que han sido acusados de asesinatos en masa, son de la etnia Fulani y están muy estrechamente relacionados con los Hausa, en la región norte de Nigeria. Desde la guerra civil, ha habido tensiones subyacentes entre las tribus Igbo y las Hausa. Ahora, son los pastores Fulani los que han invadido el territorio Igbo, para matarlos en masa. A pesar de que los líderes políticos y los agentes de seguridad han advertido a los ciudadanos de que no deben sugerir que los homicidios están motivados por razones étnicas o religiosas, si el gobierno atrapa los asesinos y los lleva ante la justicia, no habrá cantidad argumentos racionales suficientes para evitar un conflicto étnico.
Tal vez en lugar de pedir a los Igbo que sean más complacientes, se debería pedir a los pastores Fulani que desalojaran estas comunidades, por lo menos hasta que el gobierno haya trazado las zonas de pastoreo, como propusieron en un principio.
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