Las cosas se mueven de nuevo en el Kivu. En mala dirección, evidentemente. El regreso masivo de “los refugiados congoleños” provenientes de Ruanda inquieta a las poblaciones locales así como a los responsables de la Comisión Nacional para los refugiados. ¿Por qué? Simplemente porque en los campos de refugiados en Ruanda, el movimiento “es estable”. Por lo que los refugiados congoleños instalados en esos campos no han variado. ¿Cómo explicar esta llegada masiva? Está previsto un encuentro tripartito Ruanda-RDC-ACNUR, el 23 de noviembre en Kigali, para tratar de este tema.
Son ya más de 12.000 familias las que han llegado desde Ruanda al Congo, entrando por Kibumba. Esas personas dicen ser refugiados. Desgraciadamente no disponen de documento alguno acreditativo de su estatuto de refugiados en Ruanda. Algunos vienen con su ganado y se han instalado en aldeas. Según la Comisión, el 80% afirma provenir de los campos de refugiados de Byumba y Kibuye, en Ruanda. Si creemos a esta comisión nacional, informaciones en su poder confirman que el movimiento en el ámbito de los campos es estable; así pues, los refugiados instalados en ellos no han abandonado el campo. ¿De dónde provienen entonces esos refugiados que indican que, dada la disminución de las raciones alimentarias en esos campos, han preferido abandonarlos y aprovechar “para inscribir a sus hijos en la escuela”? es un misterio.
Frustraciones en Masisi y Rutchuru
Ante esta situación, se perciben nuevos brotes de tensión en Masisi y Rutchuru. Las poblaciones que permanecieron a pesar del estado de guerra en esta parte de la provincia del Kivi están sorprendidas por esta llegada masiva que tendrá consecuencias sociales graves, si la situación no es gestionada adecuadamente. Consecuencias susceptibles de engendrar inmediatamente conflictos respecto a la propiedad de la tierra, si quienes acaban de llegar no justifican su pertenencia a tal o cual aldea. Los conflictos relacionados con la posesión de la tierra han servido siempre de pretexto para el desencadenamiento de conflictos armados.
Otro temor es el de los “desplazados internos” que también retornan progresivamente a su lugar de origen. ¿Qué sucederá si mañana constatan que su tierra está ocupada por otras gentes? Evidentemente habrá enfrentamientos armados y muerte.
Para calmar la cólera cada vez más manifiesta, el Coordinador provincial de la Comisión para los refugiados ha lanzado un llamamiento a la tranquilidad dirigido a la población local. Ha señalado que el gobierno estudia la situación con el fin de identificar a los habitantes y que el día 23, se celebra en Kigali un encuentro entre RDC-Ruanda-ACNUR.
El precedente de Burundi
Se recordará un caso similar que se produjo en Uvira, ciudad fronteriza con Burundi. Una vez informado, el gobierno decidió el cierre de la frontera para controlar mejor la situación. ¿Por qué no haber actuado con la misma rapidez con estos refugiados venidos de Ruanda? Es un hecho que en el momento en que Ruanda y la RDC han entrado en una época de acercamiento y normalización de sus relaciones, situaciones cargadas de gérmenes de conflictos armados deben ser resueltas sin complacencias.
Efectivamente, se han expresado hipótesis de lo más inverosímil a lo largo de estos días. Concretamente la de “despoblamiento y doblamiento” en una parte del Kivi. Esta llegada masiva semiclandestina de refugiados que suscita tantas inquietudes confirma esta hipótesis. ¿Por qué haber elegido únicamente las aldeas que antes estaban bajo el control del CNDP? Todo sucede como si se tratara siempre de mantener este clima de violencia, de inseguridad, mientras se realizan esfuerzos para neutralizar las fuerzas negativas, concretamente las FDLR.
Le toca al gobierno actuar con diligencia antes de que se vea desbordado. El Kivu necesita la paz a semejanza de otras provincias para participar en el esfuerzo global de la reconstrucción nacional.
(Le Potentiel, República Democrática del Congo, 23-11-09)
Traducción de Ramón Arozarena.
