Se ha producido una “renovación de los ataques” para incautación y ataques a granjas, incluso dos agricultores blancos han sido asesinados, en Zimbabue, en las últimas semanas, según ha comunicado una organización de agricultores blancos.
Las declaraciones las hizo Deon Theron, jefe de la Unión de Agricultores Comerciales de Zimbabue, la organización que representa el número cada vez menor de agricultores blancos, unos 300, que todavía tienen fincas. Theron explicó que los ataques se vuelven a producir después del anuncio hecho el mes pasado por el presidente Robert Mugabe, que el referéndum constitucional y las elecciones nacionales tendrán lugar a principios del próximo año.
El representante de los agricultores dijo que la policía y las autoridades de seguridad se han negado a actuar, una vez más, contra esta nueva oleada de “violencia, expulsiones y ocupaciones”, en el periodo previo a las elecciones.
En varios distritos “sicarios contratados” irrumpieron en los hogares y echaron a los propietarios fuera, dejándoles con nada más que la ropa que llevaban puesta, según el comunicado.
El mes pasado, Mugabe prometió convocar elecciones el próximo año para poner fin al débil gobierno de coalición con su eterno rival, Morgan Tsvangirai. El frágil acuerdo de reparto de poder expira en febrero.
Las granjas van a los aliados de Mugabe
Dos granjeros han muerto durante los ataques robo a sus casas y al menos tres han sido obligados a abandonar sus casas en el distrito de Banket, 100 kilómetros al noroeste de Harare, en las dos últimas semanas.
A primera hora del lunes 25 de octubre, intrusos mataron al famoso agricultor blanco Kobus Joubert, de 67 años, disparándole en la cabeza a quemarropa, en su casa, en ese mismo distrito.
Los intrusos atacaron a la mujer, saquearon la casa y robaron el dinero y los teléfonos móviles.
La pareja había sido desalojada ilegalmente de la granja por los militantes en 2008, pero después ganaron una orden judicial, que les permitió volver a su casa.
Un pequeño agricultor, Tim Chance, fue asesinado con su propia arma en un ataque, el arma había sido robada en un ataque anterior a su casa, en la zona de Somabhula.
Theron afirma que oficiales militares también han ocupado una granja en el distrito Nyazura, en el este del país. El propietario de la granja, un hombre de 73 años, todavía intenta recuperar equipos y otros bienes personales de la granja. Según Theron, un coronel del ejército regular de Zimbabue, visitó la granja y dijo al propietario que abandonase su propiedad en 72 horas o “sería desalojado por el ejército”.
Cuando el propietario obtuvo una orden judicial que le protegía, “un grupo de ocho sicarios fue enviado a la granja a medianoche para echar a los propietarios”. “Golpearon al guarda del propietario y después, con el arma del guarda, amenazaron a la pareja para que saliera de la casa en 10 minutos”.
Dos fincas propiedad de inversores alemanes y franceses también han sido incautadas, a pesar de los acuerdos bilaterales de protección de las inversiones.
Las reclamaciones de compensación por parte de otros 13 agricultores blancos de origen holandés, bajo acuerdos de inversión entre Zimbabue y Holanda, han sido desestimadas por los tribunales zimbabuenses.
Alrededor de 4.000 agricultores blancos han sido forzados a abandonar sus granjas desde el año 2000, interrumpiendo la economía nacional, basada en la agricultura, del país que antes era conocido como el granero de la región.
Muchas fincas han ido a parar a los aliados de Mugabe, y permanecen improductivas.
Mugabe ha insistido en el pasado en que las incautaciones de fincas agrícolas era para corregir los desequilibrios de la era colonial con respecto a la propiedad de la tierra, y acusa del derrumbe económico del país a las sanciones occidentales, contra él y la élite cercana del partido, de perpetrar violaciones de los derechos humanos y democráticos.
(News 24, 29-10-10)