Adama Barrow ha reintegrado en sus labores a una docena de embajadores despedidos por su predecesor en la presidencia Yahya Jammeh.
Entre ellos se encuentra el embajador de Gambia en Estados Unidos, Omar Faye, quien reclamó al ex presidente en una petición conjunta, junto a los otros diez embajadores destituidos, la entrega del poder pacíficamente.
El resto de embajadores firmantes de la petición y relegados de sus puestos, quienes ya han recuperado su embajada, son el de China, Turquía, Reino Unido, Naciones Unidas, España, Rusia, Bélgica, Senegal, Guinea Bissau y Etiopía.
Barrow también ha nombrado recientemente a Masanneh Kinteh, ex jefe militar, como su Consejero de Seguridad Nacional.
Ni los diplomáticos de Jammeh ni la mediación de la CEDEAO consiguieron que el ex presidente aceptase los resultados de las elecciones del pasado 1 de diciembre de 2016. Finalmente, los esfuerzos del Presidente de Guinea, Alpha Conde, y del Jefe de Estado mauritano, Mohamed Ould Abdel Aziz, consiguieron que Jammeh abandonase el país.
Cuando éste se exilió a Guinea Ecuatorial, fue el momento en que las fuerzas de la CEDEAO, encabezadas por Senegal, forzaron al ex presidente a ceder el poder a Barrow. La tensión política se instaló en Gambia, con centenares de personas marchando al exilio. Finalmente, el 19 de enero Barrow tomó posesión del cargo desde el vecino Senegal, restableciéndose la normalidad política, que se materializó cuando regresó al país.
[Gerardo Díez]
[Fundación Sur]
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