Respuesta a un tribalista

3/12/2010 | Opinión

Una respuesta más a Kovalin Tchibinda, organizador del «debate sobre el tribalismo”.

Tribuna libre:

Al leer tu correo, he vacilado en responderte para no crear una confusión que enriquecería tu panfleto execrable. Sin embargo, voy a hacerlo, ya que somos hermanos.

Soy originario del norte del Congo, Mbochi como ya sabes. Sin embargo, partiendo de esta reflexión totalmente lineal, puedo decir con franqueza que Sassou no me alimenta o no me guía como Moisés lo había hecho para su pueblo. No guía, por otra parte, el pueblo Mbochi.

¿Por qué?

En efecto, no veo ninguna filosofía, ningún cuadro digno de un contemporáneo en tu tribalismo que justificase tus propósitos desestabilizadores de los Estados, las solidaridades milenarias; propuesta vestida de un anacronismo primario muy peligroso. Tú quieres ir contra el orden establecido, vamos…

El fin de mi reflexión es decirte que el Congo está mal administrado y es cierto. Pero esta no es una tara molecular o una falta geográfica. Es una cuestión de individuos y aquellos que están en el gobierno de este Estado sean tanto del sur como del norte. Las responsabilidades de las guerras, la gestión de bienes públicos y de la distribución de la riqueza nacional están compartidas. Cada uno de nosotros tiene el deber de encuadrar el debate, modelarlo a su manera.

Has organizado, a golpe de propaganda, una reflexión sobre el tribalismo como factor de desarrollo en el Congo. Las conclusiones de este coloquio, nadie las conoce. Conociéndote, me había dicho que no eran interesantes aunque tú no habrías querido publicarlas en tu blog o página web. ¡Justificación! La razón de esta huida hacia adelante tan anticipada que te incentiva a pasar a otra etapa de tu lógica, la de una voluntad manifiesta que se toma de todo eso que se dice del noreste del Congo.

Sassou es el Presidente del Congo y es normal que sea criticado, insultado como usted quiere, y también es una cuestión de educación, pero atacar a una etnia entera en nombre de una persona cualquiera, revela demagogia, odio. Esto le hace pequeño, pequeño, pequeño…

Tu lógica es normal y los que no te comprenden y no te conocen seguirán tu juego mientras que, en realidad, estás a la búsqueda de este infinitamente pequeño que siempre te ha frustrado y, a pesar de ello, tú has aprovechado las atracciones negativas de este sistema. En este fracaso, como un perro en rastreo del Sol (Etour’ Ikanga), se produjo a continuación una reflexión sobre la división del Congo.

¡Muy bien!

Mi pregunta hacia ti y a todos los que apoyan tus palabras basófilas, es ésta: ¿Qué haría usted con unos niños nacidos de parejas mixtas del norte-sur o sur-norte? ¿Va usted a exterminarlos para asentar su criminogénica estrategia? ¡Qué absurdo!

La idea que se puede extraer de este panfleto es que los Nordistas, azules en su memoria como su maestro, están ligados con la cuerda al cuello a este último. Ellos son y seguirán siendo perezosos, bárbaros ya procedentes de los bosques del delito y no tienen el sentido de la gestión de los bienes públicos. ¿Pero los exiliados de la selva virgen tienen derecho de ciudad? (referencia al escritor Makuta Mboukou)

Así, Kolelas, Moungounga o aún Lissouba son citados como aquellos que en el Congo se han manifestado por una trilogía de la gestión a lo “Judas” (cuando Judas se opone a su maestro Jesús sobre su acción, en casa Lázaro) Del Sodoma y Gomorra a lo Brassens ya que tú no quieres ir al fondo de tu reflexión. No olvides que el concepto de la tribu-clase había conocido su edad de oro si no su súmmum en la época de presidente Lissouba.

Aún más ridículo, tú dices que hay más desempleados en España que en el norte del Congo. Todo esto es falso, naturalmente, puesto que la mayoría de los trabajos públicos que se crean en el Congo están en el sur y no al norte. La administración, las empresas estatales, las carreteras, los grandes hospitales, las grandes escuelas, que contratan congoleños son del sur. A título de ejemplo: ¿Qué Universidad, si no Instituto, se ha construido en el norte del Congo? ¿Es que la ciudad de Ouesso o Ia de Impfondo no lo merecen?

En mis aldeas de Eniongo o Abondzi, de Louingui o Ikongono [1] o en otras ciudades como Enyelle, Dongou, Pokola, Sembe, Okohoko Lekoumou, Ebondzi, Mbanza, Opokagnèh, Mbara, Edolo, Ombelé, Voulangoulou, Mboma, Obaha M’awanga (Théophile Obenga), Eboli, Lleweh, casa de mis antepasados los Musi Vimba etc. el desempleo y el sufrimiento son cotidianos en la vida de nuestros hermanos. Todo lo que tú dices es pura fantasmagoría alucinógena.

En lugar de pasar por equis factores para contrastar, el ideal es ir derecho al objetivo y decir tus propuestas para el Congo.

Balcanizar el Congo con tu exaltado pliego de cargos que produce tensiones mientras que las lógicas se hacen hoy sobre los conjuntos geográficos, económicos y financieros viables y dignos de este nombre sería irresponsable y sin precedentes en la historia.

Mi hermano, vas profundamente contra las lógicas históricas. Ud. no tiene lugar en esta maldita tierra.

Intelectual primario, tu tribalismo no pasará porque necesitamos de desarrollo en el Congo. Este epíteto no es una excepción, que no adorna más que a los intelectuales de una región determinada del Congo.

Nuestro interés entre congoleños y sobre todo africanos en general, porque soy panafricano sobre todo, es denunciar la mala gestión de los países africanos, reagrupar nuestras energías e interceptar otras sinergias de desarrollo para dejar un futuro brillante a este hermoso país si no a este continente, más que hablar extensamente sobre los estados del alma de algunos. Tú quieres el poder, ve a cogerlo al Congo, pero sobre todo deja avanzar a los que quieren construir este país, porque la historia no nos ha hecho regalos.

Los Larys conocen mejor el aspecto sociológico de los Pigmeos, de los Mbembés, de los Vilis, de los Babambas, de los Mbembés, de los Tékés, de los Mobochis, de los Sangas, de los Kouyous, de los Kongos, de los Nsundi, de los Enyelés, de los Bomitabas, de los Ngaris, de los Bakouéles, de los Mbetis, etc, y ¿viceversa?

Somos todos congoleños y el ideal del bienestar es común a todas las etnias. Dejemos entonces estos desórdenes psicológicos, no los pongamos encima de nosotros.

El cambio de la Constitución, todo el mundo se opone a esto, naturalmente. Cada hombre que alcanza el poder en el Congo no podrá modelar una constitución a su manera. Esto sería sobre todo, abrir una enésima caja de Pandora, inestabilidades institucionales y étnicas en el Congo. Y luego, los políticos congoleños deben aprender a cumplir su palabra, su compromiso, saldar su honor en nombre del ridículo. Totalmente de acuerdo contigo, pero explica claramente para qué maquillar tus declaraciones con pequeñas concepciones de comerciante. Vamos…

Con esta aldea planetaria, hacer el mal es castigar a sus propios hijos e hijas, si no a su descendencia y todos éstos que requieren aún las guerras en el Congo no son una excepción de esta continuación histórica, como su maestro, por otra parte.

Désiré Dékou

[1] Nota de la redacción- El autor es originario de estas aldeas por uno y otro de sus padres.

Publicado en Mwinda Journal, Congo Brazzaville, 06 noviembre 2010

Traducido y adaptado por Luis Fernando Carretero Solana.

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