Al menos 11 personas resultaron muertas el pasado martes 30 de enero al oeste de la República Democrática del Congo (RDC) a tenor de los enfrentamientos étnicos entre las comunidades teke y yaka en la provincia de Mai-Ndombe.
Según el jefe de la aldea de Mobondo, Stany Libie, y el líder de la sociedad civil, Martin Suta, diez militantes del poblado alineados con la comunidad Yaka y un soldado se encontraban patrullando cuando se encontraron con un contingente teke desatándose un tiroteo que acabó cobrándose sus vidas. Los cadáveres no fueron recuperados hasta el día siguiente cuando se calmaron las hostilidades.
De acuerdo con Naciones Unidas, los enfrentamientos étnicos empezados en la parte occidental de la RDC en 2022 por una disputa de tierras han provocado un deterioro de la situación humanitaria y de seguridad en varias provincias cercanas a la capital, Kinshasa, por las cuales han muerto al menos un total de 3.000 personas y más de 15.000 se han visto obligados a desplazarse a otros países cercanos.
Acusando al gobierno central de no haber puesto fin al conflicto, Stany Libie declaró:
«La gente está muriendo, las aldeas se están vaciando, los soldados están cayendo y nos preguntamos por qué el gobierno no ha sido capaz de tomar medidas efectivas para resolver este problema de una vez por todas durante los últimos dos años».
Fuente: The EastAfrican – Imágenes: Wikimedia Commons
[Traducción y edición, Pietro Scardovi – Gabriel Castro]
[CIDAF-UCM]
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