República Centroafricana (RCA): un enfermo en fase terminal

29/01/2013 | Opinión

RCA: el doble juego de d’Idriss Deby desvelado

Chad instaló a Bozizé con ayuda de Francia en el año 2003 y considera a la RCA como su vasallo. Mientras que estos últimos meses, Bozizé ha sido menos dócil con el presidente chadiano Idriss Déby, éste es acusado de haber armado y financiado la coalición Séléka, permitiéndole así su conquista relámpago. Varios testigos cuentan que las fuerzas chadianas, enviadas bajo el pretexto de interposición, tenían las armas a los pies (1) durante la ofensiva rebelde. En realidad, los chadianos necesitaban controlar el terreno para hacer de árbitros. Las pretensiones regionales y el doble juego de Déby han tenido el don de irritar a sus homólogos de África Central que han querido oponerse a él.

A lo largo de tutelas coloniales, neocoloniales y regionales, envenenado por la Françafrique, el embrión de Estado centroafricano ha derivado en una militarización y etnización de su política. En ese aspecto, el poder de François Bozizé no escapa a la regla.

Su gestión clánica (2) y brutal del poder, los desvíos de todo tipo para beneficio de su familia, no han hecho más que perpetuar ese estado de hecho y todavía subsisten hogares insurrectos como lo ha demostrado la emergencia y la ofensiva relámpago de la coalición Séléka. Compuesta de facciones rebeldes disidentes, el Séléka se alzó en armas el 10 de diciembre y controlaba la mayor parte del país el 31 de diciembre. Cómo extrañarse cuando, además de las prebendas presidenciales, François Bozizé, “reelegido” en 2011 al término de una mascarada electoral, no respetó jamás los acuerdos de paz concluidos entre el 2007 y el 2011 que preveían un programa de desarme, de desmovilización y de reinserción. Igualmente, el diálogo político inclusivo del 2008 que permitió reunir en torno a una mesa de negociaciones; poder, sociedad civil, oposición y rebelión se quedó en agua de borrajas (3). Y además, la oposición sospechaba que Bozizé quería preparar un tercer mandato modificando la Constitución. Todos los ingredientes estaban reunidos para asistir a un nuevo brote de fiebre incluso si la aparición y éxitos fulgurantes de la coalición Séléka han sorprendido a más de uno.

Un Estado descompuesto

La ofensiva Séléka ha tenido el mérito de revelar la fragilidad del régimen Bozizé, desecho militarmente en apenas 3 semanas y obligado a mendigar una intervención militar francesa, a renunciar públicamente a un tercer mandato y proponer un gobierno de unión nacional. A pesar de todo, “Boz” tomaba un poco de aire a principios de enero mientras el Jefe del Estado Mayor de la Fuerza multinacional de África Central (FOMAC), Jean-Félix Akaga prevenía a la coalición Séléka que la toma del pasador de Damara, a 75 km de la capital era una línea roja a no franquear. La congelación de la situación en el terreno es la consecuencia de la intervención de Francia y de las luchas de influencias entre estados de África Central. En cambio, el Séléka siempre ha reclamado la partida de Bozizé.

La influencia francesa

En primer lugar, Chad, que instaló a Bozizé con ayuda de Francia en el año 2003 y que considera a la RCA como su vasallo. Mientras que estos últimos meses, Bozizé ha sido menos dócil con el presidente chadiano Idriss Déby, éste es acusado de haber armado y financiado la coalición Séléka, permitiéndole así su conquista relámpago. Varios testigos cuentan que las fuerzas chadianas, enviadas bajo el pretexto de interposición, tenían las armas a los pies durante la ofensiva rebelde. En realidad, los chadianos necesitaban controlar el terreno para hacer de árbitros. Las pretensiones regionales y el doble juego de Déby han tenido el don de irritar a sus homólogos de África Central que han querido oponerse a él. Camerún, Gabón, Congo-Brazza, el otro padrino de Bozizé, y la RDC, incapaz de defender su territorio en los Kivus, han enviado de urgencia algunas centenas de hombres para sostener lo que quedaba del ejército centroafricano, liderado por tres ex oficiales franceses de la sociedad militar privada EHH LCC (billetes nº219, diciembre 2012). Suráfrica igualmente, en su papel de potencia continental ha enviado, a principios de enero, doscientos soldados a Bangui. Pero es Francia, lo queramos o no, quien, en primer lugar, dio una señal a los rebeldes desplegando 300 legionarios basados en Libreville para reforzar su destacamento militar ya presente en Bangui (ver más abajo). Oficialmente, y según el refrán bien conocido, los soldados franceses no están más que para proteger los expatriados franceses y europeos de Bangui. Salvo que los militares franceses se han visto inquietados, visitando la rebelión, del porvenir de la mina de uranio de Bakouma, ¡en espera de ser explotada por Areva! Ciertamente, son intereses franceses que François Hollande llamaba a defender en la RCA. La presencia militar tricolor se ha revelado ser disuasiva para llevar a la coalición Séléka, cuya representación está en París, a aceptar la mesa de negociaciones de Libreville a principios de enero.

Hoy, en ausencia de reflexión sobre los fundamentos de su política en África, Francia es más que nunca presa de sus contradicciones. Francia es la peor situada para intervenir en la RCA por causa de su injerencia permanente en el país desde su independencia hace más de 50 años. Es incluso un miembro del servicio secreto francés, Jean-Claude Mantion, alias “Lucky Luke” (ver más abajo) quien gobernara la RCA entre 1980 y 1993. Francia llama hoy al diálogo en la RCA pero ha caucionado el robo electoral del 2011. En enero del 2010, su embajador, Jean-Pierra Vidon, daba muestras de una lucidez sin igual cantando las alabanzas al presidente-general Bozizé, haciendo don de su persona a la patria, a la par que estimando que “la situación política se había calmado (…) mientras que la situación social y de seguridad había mejorado considerablemente en Bangui”. Hay que creer que el embajador frecuentaba la Plantation o el Zodiaque, altos lugares de la marcha nocturna de Bangui, tanto los observadores del país, incluyendo en el medio diplomático, mantenían propósitos pesimistas sobre el porvenir del país. Podremos objetar que Hollande ha remplazado a Sarkozy a la cabeza de un estado y que una nueva política se ha puesto en marcha.

No es por menos que aunque Francia parezca ser más discreta en el asunto centroafricano, mantenga una cooperación en seguridad estrecha con actores poco relucientes en el largo historial centroafricano. De ese modo Gabón ha “apadrinado” las negociaciones de paz centroafricanas del 2008, mientras el Congo-Brazza jugaba un papel de mediador en las negociaciones entre la rebelión y Bozizé a inicios de enero. En cuanto al Chad de Déby, constatando que no había ningún beneficio que sacar de la situación en RCA, claramente dictó su conducta a la coalición Séléka durante las negociaciones en Libreville. El acuerdo que se alcanzó no satisfizo a nadie: Bozizé llegará hasta el final de su mandato en el 2016, flanqueado por un primer ministro de oposición civil mientras que la coalición Séléka se vuelve con las manos vacías para el gran daño de sus jefes militares que controlan la mayor parte del país. Nos imaginamos bien la cohabitación durante las próximas semanas mientras al alba de las negociaciones, Bozizé trataba a los rebeldes de mercenarios terroristas mientras que estos exigían de los jefes de Estado de África Central que apelaran a la Corte Internacional para juzgas los crímenes del presidente centroafricano. A decir verdad, la aplicación de ese acuerdo con forceps no reposa más que sobre la buena fe de unos y otros. Tanto vale decir que la próxima crisis en la RCA ya se está gestando con el riesgo de colapso total de un Estado tan frágil.

“Boz”, evangelista supremo y golpista en el alma

EL presidente-general centroafricano François Bozizé, llegó al poder por las armas en 2003. Ayudante de campo del sanguinario Jean-Bedel Bokassa, Bozizé se convirtió, con 32 años, en el general más joven del ejército. A la caída de Bokassa en 1979, se marcha a la escuela militar en Francia. Vuelve en 1981 a favor de un golpe que verá al general André Kolingba reemplazar a David Dacko, que había sucedido a Bokassa. Ministro de la Información, ese taciturno y pésimo orador intentará, dos años más tarde, derrocar a Kolingba. Huirá a Benin desde donde será extraditado en 1989. Encarcelado dos años, se escapa por poco en 1990 de una tentativa de asesinato en su celda y huirá hacia el norte del país. En 1993, Bozizé se presenta a las presidenciales que ganará Ange-Félix Patassé. En 1993, Reintegrado en el ejército, Bozizé apoya a Patassé convirtiéndose en 1997 en el Jefe del Estado Mayor. En octubre del 2001, intentará derrocarlo y fracasará su golpe de Estado antes de de huir a Chad y luego a Francia, antes de volver al norte de la RCA para lanzar la rebelión de los “Patriotas”. Tomará por fin el poder en el 2003 gracias al ejército chadiano que le proporcionó su guardia personal hasta el agosto pasado. Desde el 2003, “Boz”, como le apodan los habitantes de la capital, se ha enfrentado a numerosas alzas de fiebre. En el 2006-2007, es Francia quien le salva la mira en Birao. Final del 2010, es el amigo de siempre, Chad, quien le ayuda a deshacerse de las rebeliones del norte. En el 2011, Bozizé “evangelista supremo” de la Iglesia del cristianismo celestial Nueva Jerusalén que él mismo ha fundado, afirmaba que el país se había pacificado bajo su presidencia, y que por tanto ya podía relanzarlo gracias a las riquezas del subsuelo todavía sin explotar: uranio, oro, petróleo y diamantes.

Zoom

Con una población de aproximadamente 5 millones de habitantes, el país, en situación de enclave en el corazón de África Central, es uno de los más pobres del mundo a pesar de sus enormes riquezas potenciales, mineras y agrícolas (uranio, diamantes, madera, oro). La economía ha sido devastada por las múltiples crisis politico-militares que han impedido al país asegurar lo mínimo a sus habitantes. El país, del cual un 70% vive por debajo del umbral de la pobreza, con un PIB por habitante de 483 dólares (2011), es en un 80% rural y produce algodón, café y tabaco. Según el Instituto internacional de estudios estratégicos (IISS, 2012), las fuerzas armadas cuentan con 2.150 hombres y los paramilitares con 1.000 hombres.

Micopax

Los 250 militares franceses ya presentes en Bangui están encargados de la asistencia a la Misión de Consolidación de la Paz en la RCA (MICOPAX), puesta bajo la autoridad de la Comunidad Económica de los Estados del África Central (CEEAC). La MICOPAX se beneficia del apoyo financiero de la Unión Europea y logística de Francia. Tiene por mandato el consolidar el climax de paz y estabilidad, ayuda al desarrollo del proceso político y de sostener el respeto de los derechos humanos. Lo menos que podemos decir, es que el balance no es brillante. Su mandato debe terminarse el 31 de diciembre del 2013.

Lucky Luke

El teniente coronal Jean-Claude Mantion, agente del servicio secreto francés, desembarca en Bangi, el 2 de diciembre de 1980. Encargado de encuadrar al presidente David Dacko Kolingba, desbaratará una tentativa de golpe de estado fomentada por Ange-Félix Patassé y de dos generales en vista; François Bozizé y Alphonse Mbaïkoua. Las represalias son terribles y los feudos de Patassé en el norte del país son arrasados y numerosos habitantes masacrados dando nacimiento a una primera fractura entre poblaciones del norte y del sur. Kolingba confía a “Lucky Luke” Mantion un número cada vez más importante de atribuciones hasta el punto de que llega a ser Primer Ministro en la sombra. Gobernará de facto la RCA durante 13 años. Es durante esta década que el Yakoma Kolingba instiló el veneno de la etnicidad, situando a su entorno en todos los engranajes del gobierno y el ejército. Esta instrumentalización de la pertenencia tribal por fines políticas, todavía la está pagando RCA.

Entre 2003 y 2006, el volumen global de la ayuda consentida por Francia era de 95 millones de euros, incluyendo el apoyo aportado a la fuerza de paz de la CEMAC. Suma importante en el contexto centroafricano a la cual hay que añadir el coste de más de 70 consejeros técnicos franceses, situados en puestos neurálgicos del aparato del Estado, desde gabinetes ministeriales hasta la guardia presidencial. Cerca del jefe de Estado, un general francés se ocupaba – oficialmente- de la “refundición” del ejército centroafricano. Hay que tener también en cuenta los empleados “privados” en la seguridad del palacio presidencial hasta la aduana pasando por los servicios de inteligencia.

Raphaël de Benito

Publicado en el blog MAKAILA, el 14 de enero de 2013.

Notas:

1 Tener el arma a los pies es una traducción literal de la expresión francesa “avoir l’arme au pied”. Significa no tener intención de combatir.

2 De la palabra clan

3 En realidad la expresión usada en francés aquí se traduce literalmente por “acabó en una carta muerta”, que en español no tiene sentido. La expresión viene a decir que dichas negociaciones no llevaron a nada.

Traducido para Fundación Sur por Juan Ramos Peris.

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