El cálculo más conservador estima que 9 millones de africanos esclavizados ingresaron al Nuevo Mundo entre los siglos XVI al XIX. Esta afluencia masiva es imposible que no deje huellas. Los afrodescendientes son una presencia bien visible en Brasil, Colombia y Cuba, así como en otras naciones americanas, ya en proporciones menores, pero han sido eliminados del registro de la memoria histórica donde la presencia no es tan numerosa, como Argentina, Costa Rica y México. El racismo imperante de las clases dirigentes fue acompañado por una presunción de blanqueo y de todos los casos en donde sucedió este proceso, Argentina es el más paradigmático y se considera la nación más blanca y europeizada de la región.
Aunque la raíz de toda América es tripartita (amerindia, europea y africana), la historia excluyó adrede a los africanos en el país de capital denominada “París de Sudamérica”. Sin embargo, el último censo (2010) demostró que de ancestro negro serían unos 2 millones en población de 40 millones sobre suelo argentino.
Aquí se puntualizan ciertos hitos en las efemérides argentinas con relación a o en cruce con los afrodescendientes. Es notable la falta de conocimiento sobre hechos históricos en donde intervinieron negros y negras argentinas. Además, las efemérides que celebran su presencia son escasas y aún mucho menos conocidas.
Efemérides centrales
El 25 de Mayo y el 9 de Julio son los hitos centrales en el calendario ceremonial argentino, además de los pocos feriados inamovibles. Simbólicamente se entiende el 25 de mayo de 1810 como día de alumbramiento de la patria argentina, si bien se trató concretamente de la jornada de gestación del primer gobierno patrio, denominado Primera Junta, que reemplazó de forma provisional al monarca hispano Fernando VII, cautivo bajo el yugo napoleónico. Con este gobierno se derrumbó el Virreinato del Río de la Plata, creado en 1776.
En el festejo de dicha efeméride, cada año se repite la escenificación en las escuelas de aquella memorable jornada de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Algunos pequeños actores son blancos, los de la Primera Junta, y también lo es la mayoría del público asistente. Se agregan algunos con rostros tiznados de negro y haciendo las veces de personajes con oficios populares como aguateros, mazamorreros, y vendedores de otros productos de consumo masivo.images
Sin embargo, para el 9 de Julio, día de declaración de independencia (1816), los actores negros no están. Por lo general, en muchos establecimientos educativos se observa que todos los actores son blancos.
Para diversos historiadores que interpretaron el pasado nacional hace muchas décadas, el 25 de mayo de 1810 constituye el nacimiento de la patria, el Estado y la nación argentinos. Al respecto es célebre la versión que construyó el padre de la historia oficial y clave en momento central de la organización nacional, Bartolomé Mitre, presidente en el período 1862-1868. Su obra ensalzó el valor de la gesta como fundacional de una conciencia de argentinidad, pero la crítica histórica más reciente explica que el nacimiento de la nacionalidad fue un proceso posterior a 1810, construido a partir de una política estatal que, entre otros aspectos, fomentó la inmigración masiva (como pilar constitutivo de una incipiente nacionalidad) y atrajo capitales extranjeros para erigir la infraestructura necesaria a la modernización.
El Estado, en el caso argentino como en tantos otros, precedió a la nacionalidad y no la inversa, como concibiera inicialmente el relato mitrista, Mitre fue el primer historiador de oficio que demostró la existencia de patria. En su proyecto de país no hubo espacio para el negro, que muchos de sus coetáneos advirtieron que estaba en proceso de desaparición o extintos por una variedad de causas, examinadas en el número 4 de esta misma publicación. A resultas de ello se sustentó con exitosa repercusión la tesis del negro como el “primer desaparecido” y hoy se defiende bastante este relato blanqueador del país con la fuerza de un mito, al punto de que la representación teatral escolarizada del 9 de Julio se hace eco.
La referida explicación se hizo hegemónica y dio cuenta de cómo los habitantes negros (junto a mulatos) pasaron de ser paulatinamente de número muy importante a minoría y, posteriormente, solo un recuerdo del pasado. Eran 9,215 pobladores en el censo de 1810 de la ciudad, sobre un total de 32,558. En 1778 el primer censo del Virreinato del Río de la Plata arrojó 92,000 sobre 200,000 para un nada desdeñable 46%. Pero el censo nacional de 1895 reveló tan solo 454 negros sobre casi 4 millones. Haciéndose eco del mito se repite que en Argentina no hay negros porque desaparecieron y en todo caso, si los hubo, su presencia obedece a un vestigio del anquilosado pasado colonial.
El acto escolar de lo que se supone es el origen de la Argentina no es más que un recordatorio de que 1810 fue una divisoria de aguas y se identifica lo negro con lo no nacional, una presencia extraña y lejana. La educación continúa con estereotipos que debieran estar ampliamente superados.
Mayo presenta otra efeméride de peso y útil también para elaborar historia de los afrodescendientes argentinos. El 1º de mayo de 1853 fue aprobada la Constitución nacional, aunque la insumisa Buenos Aires (separada del resto del país por una década) no la aceptó. En su artículo 15 se dispuso la abolición de la esclavitud y la liberación automática de quienes ingresaran desde el exterior “por el solo hecho de pisar el territorio de la República”.
El 31 de enero de 2013, por única vez en la historia, fue declarado feriado nacional la conmemoración del Bicentenario de la primera Asamblea Constituyente, que tuvo como objetivos declarar la independencia y elaborar una constitución. Aunque no cumplió dichas metas, sí decretó, entre otras medidas célebres como la adopción de símbolos patrios, la libertad de vientres, que suele confundirse con la propia abolición de la esclavitud, sancionada cuarenta años más tarde.
Otras efemérides, algunas ignoradas
Antes de la Revolución de Mayo se puede mencionar una loable gesta con los afrodescendientes entre los protagonistas.
Las Invasiones Inglesas (1806-1807) generaron la efemérides del 12 de agosto. Ese día, en 1806, los defensores de la Ciudad de Buenos Aires retomaron el control tras semanas de ocupación británica. El General inglés Guillermo Carr Beresford se rindió ante las fuerzas del héroe de la jornada, Santiago de Liniers. La gesta es recordada como “Día de la Reconquista de Buenos Aires”. Buena parte de los combatientes se agrupaban en los Regimientos de Pardos y Morenos y al término de las hostilidades, las fuentes indican que solo 70 esclavos fueron recompensados con la libertad.
Junio también presenta efemérides importantes, entre ellas el natalicio (3 de junio de 1770) y la muerte (20 de junio de 1820) del creador de la bandera nacional y guerrero de la independencia, Manuel Belgrano. En su comandancia del Ejército de Norte, el general Belgrano concedió —o al menos eso relataba ella— el título de capitana a María Remedios del Valle, aguerrida combatiente afrodescendiente apodada “Madre de la Patria”, quien nunca abandonó a su superior, estuvo a pocos pasos de ser fusilada y resultó herida varias veces. Tras tediosos trámites y mucho tiempo después de concluida la guerra independentista en suelo local, el gobierno porteño estuvo a punto de concederle una pensión, pero la lucha fratricida a fines de 1828 dejó el expediente en el olvido. La heroína continuó en la indigencia y olvidada por la patria a la que tantos servicios prestó. A pesar de todo se le recuerda desde 2013 con la celebración del 8 de noviembre, “Día Nacional de las/os Afroargentinas/os y de la Cultura Afro”. Otra interesante efemérides directamente vinculada a negros argentinos es el 17 de abril, “Día del Afroargentino del Tronco Colonial”, pero esta jornada, como la anterior, son muy poco conocidas, si bien entre la comunidad afrodescendiente son fundamentales para la reivindicación colectiva.
El 20 de noviembre, feriado nacional desde 2012 como “Día de la Soberanía”, conmemora la gesta épica de 1845 con victoria local en la batalla de la Vuelta de Obligado. Las fuerzas al mando del entonces gobernador, Brigadier Juan Manuel de Rosas, llamado “Restaurador de las Leyes”, batieron a una marina conjunta anglo-francesa. Rosas instauró el orden en la tormentosa década de 1820. En medio de la conflictividad creciente en varios frentes, manejó a sus gobernados con férrea disciplina durante dos mandatos (1829-1832 y 1835-1852) y logró que las provincias delegaran en Buenos Aires el manejo de relaciones exteriores y la declaración de guerra.
La Confederación Rosista rigió el país durante poco más de dos décadas y su líder construyó una relación privilegiada con los afrodescendientes. En aquella batalla pelearon muchos de ellos. Rosas contó con batallones exclusivos de negros: la Guardia Argentina y el Batallón Restaurador. El rechazo posterior de la clase dirigente a pensar una Argentina en que se visibilizara el ancestro negro causó repulsión en el propio rechazo a Rosas y sus numerosísimos seguidores de alcurnia negra.
No se puede dejar fuera de este repaso al prócer patrio por antonomasia, General José de San Martín, libertador de Argentina, Chile y Perú, creador del Regimiento de Granaderos a Caballo. El 17 de agosto es feriado porque se conmemora su muerte en 1850, pero su biografía pudiera haber sido escrita con desenlace distinto si el 3 de febrero de 1813 no le salvaran la vida en la famosa batalla de San Lorenzo. Quien lo hizo fue el afrodescendiente Juan Bautista Cabral (algunos indican que era de origen zambo, con ascendiente guaraní), a quien por mucho tiempo el relato histórico académico, ampliamente difundido en la enseñanza, ignoró en su origen étnico. No quita que suceda hoy.
Calendario 2015
2015 es en Argentina año electoral intenso. El 25 de octubre será clave, ya que los argentinos asistirán a las urnas para elegir al presidente que gobernará hasta 2019. No es ninguna sorpresa, pero por primera vez en la historia electoral aparece un candidato negro, personaje de parodia con nombre como juego de palabras respecto al presidente norteamericano Barack Obama.
Omar Obaca, sonriente e innovador, se hizo visible a través de las redes sociales y su propaganda política se ha presentado en la vía pública. En la Ciudad de Buenos Aires aparecieron afiches con eslóganes en que el candidato ficticio pide el voto para hacer historia y devenir el primer presidente negro de la Argentina, tales como “Votá en negro” y “El negro sí puede”, con guiño al lema “Yes we can” que utilizara Obama en su campaña de 2008.
Las propuestas combinan el humor con un tono irónico hacia la política local. Una es imponer un “impuesto al soltero” y que, con lo recaudado, las mujeres que quieran puedan agrandarse el busto. Es una mirada distinta a la polémica sobre la nueva aplicación del controvertido Impuesto a las Ganancias. Otra propone que el compatriota Papa Francisco sea presidente de la FIFA (a colación con el escándalo de corrupción). El candidato saluda haciendo una “W” con tres dedos (de “Winner”, aclara) parodiando el saludo peronista en “V”.Obaca
Agregando más dosis de humor y un toque de originalidad, Obaca busca en las redes sociales a su vicepresidente para octubre de 2015. En su plataforma web (FWTV) pregunta quién será su vice y, en una suerte de concurso, busca entre la gente a la que alecciona a enviar propuestas. El ganador será quien haga la propuesta más original y podrá integrar la fórmula presidencial con él.
Lo interesante del caso Obaca es por qué sus creadores decidieron construir un personaje negro. Una lectura es el descubrimiento y la valoración del ancestro negro. El interés por el origen afro es reciente y desde hace unos 20 años se ha difundido bastante en el ámbito académico y otros, aunque queda mucho por hacer. Frente a un país cuya élite negó desde el inicio la presencia negra, tal vez Obaca sea un guiño para acercar al público la idea de que un pasado negro resuena en el presente, aunque no se lo quiera ver. La propuesta de un presidente negro en principio debiera ser un buen antídoto contra el racismo. Pensar en dicha posibilidad (como en el caso norteamericano) debiera romper el sentido común y el estereotipo de ver al negro asociado a lo peor, sumido en la marginación y la pobreza.
Todas las efemérides aquí mencionadas, algunas muy conocidas y otras no tanto, cruzan o tratan directamente la negritud en Argentina. Así pueden ayudar a sacar de nuevo a flote una presencia silenciada.
Original en: http://www.cubaintegra.org/identidades-no6.html#/