Miles de mauritanos fueron al aeropuerto el día 24 de noviembre para dar la bienvenida al presidente Mohamed Uld Abdel Aziz, que había estado en Francia cinco semanas, para recibir tratamiento médico tras recibir un disparo accidental de un guardia.
Su regreso pone fin a las especulaciones por su estado de salud, así como sobre el futuro de Mauritania. Los analistas habían advertido que su prolongada ausencia del país podría crear la inestabilidad necesaria para otro golpe de estado en esta nación desértica, que ha sufrido seis golpes desde los años 70.
“En ningún momento he temido un golpe de estado por parte del ejército… porque (nuestro ejército) tiene mejores cosas que hacer que liderar golpes de estado, declaró Aziz a la emisora francesa de radio, Radio France International, el día 24 de noviembre por la mañana, “tengo confianza total en el ejército mauritano”.
Anteriormente un general del ejército, Aziz llegó al poder él mismo dando un golpe de estado en 2008, derrocando al primer y único presidente electo democráticamente del país. Su golpe de estado fue ampliamente denunciado por la comunidad internacional, pero Aziz desde entonces se ha convertido en un aliado clave de Occidente en la lucha contra el terrorismo en el Sáhara.
Mauritania ha liderado ataques cruzando la frontera hacia Mali, para combatir a Al Qaeda del Magreb Islámico.
(Angola Press, 26-11-12)