Refugiados de Darfur han tomado a 12 trabajadores humanitarios como rehenes en el volátil campo de Kalma, según ha declarado la misión UNAMID, la misión conjunta de la Unión Africana y la ONU en Darfur.
La tensión aumenta en la región en la que millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus casas y están en campos de refugiados, además unas 300.000 personas han sido asesinadas en la región como resultado de la duradera revuelta y los intentos del gobierno por reprimirla.
La ONU y los líderes del campo de refugiados Kalma, en el sur de Darfur, han mediado y esperan que los trabajadores humanitarios sean puestos en libertad pronto. Durante el incidente, otros grupos de ayuda humanitaria suspendieron sus operaciones en el campo.
El campo de refugiados de Kalma es uno de los más politizados en la región, con decenas de miles de personas que huyeron de los combates y se niegan a volver a sus casas hasta que no sea seguro hacerlo.
La revuelta de Darfur estalló en 2003, cuando los insurgentes, la mayoría no árabes, se levantaron en armas, demandando un mejor reparto de la riqueza y el poder de Sudán.
Jartúm desató una brutal campaña de contrainsurgencia, y las tensiones tribales y la disminución de los recursos para los agricultores y pastores complicaron el conflicto.
La ley y el orden se han desmoronado en el oeste de Sudán, donde bandas de hombres armados violan, roban y matan con impunidad. La operación de ayuda en la región, la más grande del mundo, siempre ha estado entorpecida por la obstrucción del gobierno, las expulsiones, los secuestros y la inseguridad.
(Angola Press, 15-04-11)