¿Será capaz el RDR de aceptar algún día las reglas del juego democrático para permitir que Costa de Marfil alcance definitivamente la paz y la estabilidad? No hay nada menos claro si se observan de cerca las reacciones actuales que ha tenido dicho partido en el proceso de instauración de las CEI (Comisión Electoral Independiente) locales en el extranjero.
Lunes 8 de marzo de 2009. En el marco de las actividades de instauración de sus estructuras en el extranjero con vistas a la identificación y el reclutamiento de los marfileños de la diáspora, la CEI, a través de su supervisor, Doumbia Maméry, convocó a los representantes de las instituciones, partidos y fuerzas políticas en una reunión de información en la sede de la Embajada de Costa de Marfil situada en la Calle Serrano nº154 de Madrid. El buen ambiente de cordialidad contribuyó en una concertación que desembocó en la decisión consensual de anticipar las elecciones del Consejo de dirección de la CEI inicialmente previsto para el 9 de marzo de 2009. Tras la declaración por parte del Consejo de la sesión y del supervisor de la CEI de que el quórum de 2/3 había sido alcanzado con la presencia de 15 participantes sobre los 22 esperados, la votación tuvo lugar. Paul Séhi, candidato del FPI (Frente Popular Marfileño) y sus aliados consiguieron la victoria frente a Yaya Sanogo, candidato del RHDP (Agrupación de Houphouetistas para la Democracia y la Paz). El supervisor de la CEI ratificó el resultado, aprobó la Comisión local constituida y organizó una sesión de información dirigida a los miembros del Consejo. El RDR y sus aliados del RHDP, descontentos por su derrota, entre tanto abandonan la sala de malas maneras, amenazando con anular dichas elecciones y con hacer repetir la votación.
En realidad, la cólera del RDR se explicaba principalmente por el hecho de que la PDCI (Movimiento Patriótico de Costa de Marfil), su aliado en el RHDP, decidió apoyar al FPI, torciendo de repente todos sus planes. El partido de Alassane Dramane Ouattara expresó por escrito sus exigencias.
Martes 10 de marzo. Doumbia Maméry cedió ante las presiones y amenazas del RDR e informó que las elecciones quedaban anuladas, el Consejo establecido quedaba disuelto y que una nueva votación tendría lugar. Cólera e indignación por parte del FPI electo y de sus aliados, a quienes consiguieron calmar sus respectivos responsables para, según dijeron, no dar argumentos al RDR para establecer bloqueos inútiles e impedir que Costa de Marfil salga de su larga y dolorosa crisis.
Jueves 12 de marzo. Todo parecía haber comenzado con buen pie para instaurar de una vez por todas la Comisión local. Estaban presentes 21 electores de los 22 esperados. Pero el RDR constató que los representantes del PDCI y el PIT (Partido Marfileño de Trabajadores) se habían pasado al lado contrario tras el fracaso de sus negociaciones internas en el RHDP. Los representantes del partido de Alassane Dramane Ouattara ordenaron retirarse a los miembros restantes del RHDP, reclamando, por supuesto, que esa elección fuese de nuevo aplazada a una fecha posterior.
Domingo 15 de marzo de 2009. Fue la fecha escogida por el supervisor bajo la proposición del RDR. Cuando se desplegó de nuevo todo el decorado electoral, el RDR se manifestó una vez más presentando nuevos mandatos al supervisor para anunciarle que los primeros representantes del PDCI que hasta ahora ocupaban escaños, eran remplazados por otras personas. Estupefacción general en la sala donde el RDR pronunció la destitución de los representantes del PDCI. El FPI protestó, estimando que el gran retraso con el que la reunión había comenzado, realzaba en efecto la buena voluntad del RDR cuyos miembros llegaron a tempranas horas de la mañana al lugar pero no quisieron entrar en la sala hasta que no recibiesen por fax vía la Embajada los nuevos mandatos del PDCI que esperaban.
En cuanto a los representantes del PDCI que no habían sido informados con antelación, artimañas del RDR, manifestaron sus dudas sobre la autenticidad de estos nuevos mandatos y prometieron apoderarse de la dirección de su partido para verificar y clarificar, negándose categóricamente a ceder sus prerrogativas a los nuevos representantes designados por fax.
A pesar de este descontrol, Doumbia Maméry, el supervisor de la CEI insistió en que se pasara directamente a la votación para instaurar el Consejo local. El presidente del Consejo de la sesión señaló que no se había alcanzado el quórum necesario ya que varios participantes se habían retirado, aunque fue en vano. Entonces, el presidente del Consejo de la sesión abandonó a su vez la sala para no asociarse a “unas elecciones que no respetaban las reglas establecidas”, declaró. En su ausencia, con 12 personas dando fe, el RDR y sus servidores eligieron entre ellos al “presidente” de su “comisión local” e instauraron rápidamente el Consejo de dirección.
Para los representantes del FPI en España, estas elecciones han sido truncadas y el Consejo instaurado es ilegítimo. Por esa razón, el partido del presidente Pascal Affi N’Guessan y sus aliados rechazan todo lo ocurrido y reclaman la reanudación de estas elecciones con, esta vez, una fecha límite claramente establecida para la presentación de mandatos cuya autenticidad debe ser demostrada por otra parte. En España, de momento, la instauración de la CEI local se encuentra en un verdadero callejón sin salida. Después de haber mezclado a Costa de Marfil con la guerra, el RDR, partido de Alassane Dramane Ouattara, acaba de establecer el caos en el seno de la comunidad marfileña de España.
Stevenson Eckra Yao
Publicado en Notre Voie, Costa de Marfil, el 26 de marzo de 2009.
Traducido por María Castillo Gracía Andrade, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.
