RDC-30 de junio de 1960: un discurso, un pueblo, un porvenir

17/07/2012 | Opinión

«Congoleños y congoleñas, luchadores por la independencia, hoy victoriosos, les saludo en nombre del gobierno congoleño» (…) Discurso

Fue por aquellas palabras por las que LUMUMBA, entonces Primer Ministro, inició su alocución histórica, que ocasionará más tarde su fallecimiento.

Cual centurión romano, Patrice se esforzó por hacer lo que todo líder hace antes de un gran reto; galvanizar su batallón, exaltar sus tropas con el fin de que, una vez que esté en la prueba, el guerrero pueda dar su máximo rendimiento.

De esta manera, recordando a los oyentes y a la cara del mundo el sudor, la sangre, la abnegación, los sacrificios y el valor que fueron necesarios para el desenlace de esta empresa tan caballeresca, el difunto Lumumba simplemente actuó como un explorador perspicaz.

52 años después, aún hay congoleños extremadamente críticos sobre el celo y la impertinencia de este discurso, lo juzgan demasiado emocional, sensacional en el fondo.

Por estas críticas, sus hermanos redimen así a todos los demás responsables del fallo de nuestra independencia, a saber toda la intelligentsia del infortunado colonizador puesta al servicio del sabotaje de nuestra soberanía, así como todos estos hijos de Judas de intereses pérfidos, políticos parasitoides antaño allegados a LUMUMBA.

Por tanto, hoy en día uno se puede preguntar naturalmente lo que sería el Congo 52 años después si todos sus políticos de aquel entonces hubieran seguido al único que podía presumir de la legitimidad popular, Patrice Lumumba.

52 años después, este discurso fundador que recuerda «We, the people» parece todavía estar sin oyentes e inoperante en sus principales destinatarios, ni se imparte en las escuelas, ni mucho menos se debate en las células del núcleo de la sociedad congoleña.

Lo peor es que la élite dirigente pos-independencia se ha aplicado en el nombre de la política del tubo digestivo, a un bastardeo de las clases populares cuya latitud pocas veces ha podido observarse en el espacio intersideral.

¿Es causa perdida?

Por supuesto que no, ya que a pesar de todo lo que ha sufrido, esta nación tan merecedora y tan valiente parece resistir. En lo recóndito de su sufrimiento, a la vuelta de sus conversaciones, seguimos oyendo a sus hijos e hijas balbucear unas palabras del discurso del 30 de junio «el Congo será precioso, rico y próspero». Prueba que estos fragmentos de frases no están fundidos en los meandros de sus conciencias, prueba que el Congo renacerá de sus cenizas… el día en que el pueblo se levantará como un solo hombre decidido por fin a dar vida, cueste lo que cueste, a estos ideales.

Charis Basoko

Jambonews, 01 de julio de 2012.


Traducido para Fundación Sur por Brice Antunes.

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