El gobierno congoleño acusó ayer, martes 4 de octubre, al encargado de la diplomacia francesa, Jean-Marc Ayrault, de apoyar a los extremistas en unas declaraciones en las que pide al presidente Joseph Kabila respetar la Constitución de la República Democrática del Congo (RDC) y no presentarse a las elecciones presidenciales.
«Después de encender el fuego animando a los extremistas, evacuará a sus compatriotas y dejará que la RDC se queme», declaró a la AFP Lambert Mende, portavoz del gobierno, en respuesta a lo que el ministro de Asuntos Exteriores francés dijo sobre la crisis política en la RDC en TV5 Monde.
«La petición del Ministro Ayrault es un poco sospechosa», agregó el Sr. Mende, ya que «nos recuerda a las interferencias que han creado el caos en Libia».
«Hoy en día, la RDC tiene necesidad de consenso no de esas declaraciones inútiles», continuó, indicando que, hasta la fecha, «Francia no ha aportado ni un solo franco para las elecciones en la RDC”.
El mandato del Sr. Kabila, en el poder desde 2001, llega a su fin el 20 de diciembre. La Constitución le prohíbe volverse a presentar, pero el jefe de estado no muestra signos de querer abandonar su puesto y el escrutinio electoral parece ahora imposible de organizar a tiempo.
La RDC vivió el 19 y el 20 de septiembre una explosión de violencia que dejó al menos 53 muertos, entre ellos cuatro policías, según la ONU, debido al aplazamiento de las elecciones presidenciales que se tendrían que realizar este año.
La Comisión Electoral de la República Democrática del Congo (INEC) tiene previsto organizar las presidenciales a finales de 2018, argumentando las limitaciones logísticas para justificar este aplazamiento.
La mayoría, una franja minoritaria de la oposición y una parte de la sociedad civil que participan en los trabajos del «diálogo nacional», en vista del aplazamiento de las elecciones, negocian, desde el sábado, un acuerdo político para fijar «por consenso» la fecha de las elecciones.
africa1.com
Fundación Sur