El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, que asumió el poder hace dos semanas, anunció el pasado lunes una reorganización radical del Gobierno que incluyó el nombramiento de Nhlanhla Nene, quien fue despedido por Jacob Zuma, como ministro de Finanzas. Ramaphosa ha anunciado un total de 30 cambios en los cargos de ministro y viceministro tras la renuncia de Zuma como presidente.

Ramaphosa está dejando su marca en la presidencia con su elección de Nene, mientras que David Mabuza, el actual primer ministro de la provincia de Mpumalanga, fue nombrado vicepresidente lo que ha levantado la polémica.

Varios aliados de Zuma fueron degradados o despedidos, pero la exesposa de Zuma, Nkosazana Dlamini-Zuma, fue nombrada ministra de la presidencia, responsable de la planificación, el seguimiento y la evaluación. Ramaphosa venció por poco a Dlamini-Zuma en una feroz competencia para ser elegido nuevo líder del ANC en diciembre. Dlamini-Zuma fue vista como la candidata favorita de Zuma para sucederlo como presidente, y los analistas opinan que ella pudo haberlo protegido del enjuiciamiento por cargos de corrupción.

El regreso de Nene al Ministerio de Finanzas fue un claro repudio al reinado de Zuma y ??será bien recibido por muchas empresas e inversionistas internacionales. En diciembre de 2015, Zuma despidió a Nene y lo reemplazó con un legislador poco conocido, lo que provocó el pánico entre los inversores y una fuerte caída en la divisa rand. Solo cuatro días después, Pravin Gordhan fue designado para calmar la caída en los mercados.

Alegaciones de corrupción

Se consideró que el caos generado reflejaba la incapacidad de Zuma para implementar una política económica coherente, y una señal de la supuesta influencia corrupta de la familia de negocios Gupta, que según se informó se oponía a Nene. Los Guptas están acusados ??de recibir acuerdos gubernamentales sumamente favorables e incluso de influir en los nombramientos del gabinete bajo Zuma. Al menos uno de los tres hermanos Guptas ahora está siendo buscado por la policía.

Durante los nueve años de mandato de Zuma, Sudáfrica lidió con un crecimiento débil, un aumento de la deuda nacional, una depresión de la confianza de los inversores y un desempleo récord.

Ramaphosa ha prometido «un nuevo amanecer» para el país y para enfrentar la corrupción fomentada por Zuma. En medio de la caída de la popularidad entre los votantes, el partido Congreso Nacional Africano (ANC), que fue llevado al poder en 1994 por Nelson Mandela, amenazó con derrocar a Zuma mediante un voto de censura en el parlamento. Zuma renunció a regañadientes, quejándose de que había recibido un trato «muy injusto» por parte del partido.

¿Diputado peligroso?

Es probable que el nombramiento de Mabuza como vicepresidente genere controversia debido a su reputación como defensor de la línea dura y por las acusaciones de vínculos con la violencia política. El opositor partido Alianza Democrática indicó que Ramaphosa, al elegir a Mabuza, «socava la integridad de su compromiso declarado de luchar contra la corrupción y reconstruir a partir de los restos de la década de Zuma». El portavoz de Alianza Democrática informó que Mabuza «ha sido acusado de tener su propio «personal militar» que supuestamente ha sido responsable de numerosos homicidios políticos.

Ramaphosa, de 65 años, es un exsindicalista que lideró las conversaciones para terminar con el apartheid a principios de la década de 1990 y, más tarde, se convirtió en un hombre de negocios multimillonario antes de volver a la política.

Fuente: Modern Ghana

[Traducción, Muriel Balda Aspiazu]

[Fundación Sur]

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